La salud mental y la capacidad de amar
Enviado por Juan Manuel Madrigal Miranda • 30 de Septiembre de 2015 • Ensayo • 1.015 Palabras (5 Páginas) • 270 Visitas
LA CAPACIDAD DE AMAR Y LA SALUD MENTAL
Por, Juan M. Madrigal M.
¿Cómo podemos saber si estamos sanos mentalmente? ¿Qué es la salud mental? Esta pregunta, aparentemente difícil, es relativamente fácil de contestar, si echamos luz desde la esencia de las grandes religiones y filosofías humanistas, y de la psicología profunda, cuyo mensaje puede sintetizarse a grandes rasgos así: el ser humano sano es la persona capaz de amar a sus semejantes, a sí mismo y a la vida en general; en otras palabras, la persona enferma o neurótica es el individuo egoísta que explota a los demás o que quiere lo mejor únicamente para sí mismo o para “los suyos”.
Pero ¿en qué consiste la capacidad de amar maduramente? En primer lugar hay que aclarar que el amor es una energía, una fuerza poderosa, una facultad que se desarrolla cultivándose y que se aplica, se ejerce, se da. Cuando ésta facultad está madura, no espera a que algo le “inspire amor”, sino que actúa activamente. Así, por ejemplo, a una silla la puedo levantar del suelo aplicándole la fuerza de mi brazo sin que mi capacidad (fuerza) dependa de que la silla me inspire la fuerza.
Los diversos tipos de amor, dependen de la clase de objeto que se ama: de hermano (fraterno), materno, erótico, así mismo, a Dios. Sin embargo el modo de amor más universal y que es la base de las otras formas es el amor fraterno. ¿Cómo es el amor fraterno? Los elementos básicos y comunes a este tipo de amor son: cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento.
Es necesario conocer objetivamente al ser humano para aprender a amar efectivamente, sin ilusiones o deformaciones. Dicho estudio puede ser muy amplio pero es esencial subrayar la necesidad del conocimiento psicológico del ser humano.
Por responsabilidad se entiende la respuesta voluntaria a las necesidades expresadas o no, de otro ser humano, ser responsable es “responder”, estar listo y dispuesto a ayudar al prójimo.
Respeto es la capacidad de relacionarse con una persona, teniendo conciencia de su individualidad, de su irrepetibilidad como individuo, y sin pretender idolatrarlo o dominarlo (explotarlo).
Cuidado (se refiere a vigilar, a estar atentos) es la preocupación activa por el desarrollo y maduración de lo que pretendemos amar. Así por ejemplo, si decimos que amamos a las plantas y no las regamos (o nada más les ponemos agua a algunas), significa que somos mentirosos y parciales. No es difícil comprender que el conocimiento, responsabilidad, respeto y cuidado, son elementos que se complementan el uno al otro en la práctica.Otras condiciones necesarias para la salud mental (capacidad de amar) son: disciplina, concentración, paciencia, profunda aspiración a los valores y virtudes humanos, y fe.
A todo le dedicamos tiempo menos a lo más importante como a la relación profunda y amistosa con los demás ni al control de nuestras tendencias neuróticas egocéntricas. De allí la necesidad de ser consistentes, sistemáticos, disciplinados en el esfuerzo de amar. Resulta también obvio de que hay que concentrarnos en el objetivo del análisis y destrucción del ego, y dejar de ser paseados por el viento enajenante de cierto tipo de T.V. pasatiempos, radio, revistas, etc.
Sin ser estimulados por una aspiración a lo elevado, a los más valiosos deseos del corazón, no es posible salirse de los fines y falsos valores de esta sociedad consumista dedicada al uso de otros seres humanos y cosas, como medios para nuestros fines particulares destructores de el tejido social y del medioambiente (otro auto, una casa más grande, más ropa, más joyas, otra T.V., otro barrio más exclusivo, un W.C. de oro, etc.).
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