Las 10 Nuevas Competencias Para Enseñar
Enviado por adjona • 13 de Enero de 2014 • 1.503 Palabras (7 Páginas) • 307 Visitas
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“LAS 10 NUEVAS COMPETENCIAS DOCENTES PARA ENSEÑAR”
Philippe Perrenoud. Porto Alegre: Editorial Artmed; 2000.
Resumen del libro.
La práctica reflexiva, la profesionalización, el trabajo en equipo, nuevos
proyectos, autonomías y responsabilidades crecientes, pedagogías diferenciadas,
centralización sobre las situaciones de aprendizaje sensibilización en relación el
“saber”, son condiciones que están delineando una guía para un nuevo oficio
(meirieu1989) ello surge relacionado a una crisis en un tiempo en que los profesores
tienden a mirar a sus grupos y a las prácticas que se han mostrado válidas.
En resumen considerar los cuestionamientos y valorar la urgencia (Perrenaud
1996) esa es una manera de caracterizar la especialización de los profesores, en el
sentido que de tres profesores se puede hacer uno, ello marca un nivel de análisis para
el estudio de las competencias, camino este que está en sus inicios .
La especialización, el pensamiento y las competencias de los profesores son
objeto de innumerables trabajos, inspirados en la Ergonomía, la Antropología Cognitiva,
la Psicología y la Sociología del Trabajo, así como también el análisis de las prácticas
docentes.
Intentar abordar el oficio de profesor de un modo más concreto, lleva a un
“inventario” de competencias que contribuyan a perfeccionar la actividad docente (Altet
1994)
Perrenaud toma como guía referencial de competencias, lo adoptado en ginebra,
en 1996para la formación continua, en cuya elaboración participó activamente.
Este análisis lleva al autor a una profunda reflexión pedagógica y de
investigación educacional.
Las competencias asumidas en su obra son reagrupadas en 10 grandes familias,
se valoraron numerosos criterios y puntos de vista de diversos autores (Develay-95,
Houssaye-94, B Boniface y Legrand-98 etc., para un tratamiento más enciclopédico de
las diversas facetas de la educación. Pero en esta obra el propósito es otro, consiste
“hablar” acerca de las competencias profesionales privilegiando aquellas que emergen
en la actualidad, no se sustenta en analizar las habilidades que se han venido
considerando para la docencia, sino que se enfatiza en el hecho de que, las
competencias representan un horizonte mucho más amplio que las habilidades
profesionales.
La intención de esta obra en síntesis se relaciona con:
Orientar la formación continua para tornarla coherente y acorde a las
renovaciones en función del sistema educacional, en un período de transición agravado
por la crisis de las finanzas públicas para la escuela. es por ello que se hace necesario
trillar nuevos caminos.
De forma general se está de acuerdo en que los profesores deben dominar los
saberes que serán enseñados, ser capaces de dar clases, de dirigir un grupo y de
evaluarlo, también, por ejemplo, deben dirigir los progresos del aprendizaje y desarrollar
a los alumnos en sus propios aprendizajes y en el trabajo.
Cada elemento referencial para las competencias puede de igual forma llevar a
prácticas con anterioridad selectiva y conservadora o a prácticas democráticas y
renovadoras. Para saber de que tipo de escuela y de pedagogía se habla se hace
necesario tener en cuenta estas valoraciones.
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Resulta igualmente importante un análisis mas crítico acerca del funcionamiento
de las competencias establecidas, sobre todo para hacer un inventario de los
conocimientos y metodologías que las movilizan. De este modo un trabajo a
profundidad sobre competencias consiste:
• Primeramente en relacionar cada una de ellas a un conjunto determinado de
problemas y de tareas.
• En segundo lugar en tener en cuenta los recursos cognitivos (saberes, técnicas,
actitudes, puntos de vista, competencias más específicas) movilizados por la
competencia en cuestión.
No existe una forma neutra de realizar este trabajo, porque la propia
identificación de competencias supone opciones teóricas e ideologías y por tanto una
cierta arbitrariedad en la representación de la actividad profesional y sus diferentes
facetas.
Perrenaud optó por retomar un referente “ginebrino” puesto en práctica en 1996,
por el hecho de tener un origen en la Adm. Pública y por haber sido objeto, antes de ser
publicado, de diversas negociaciones entre la autoridad escolar, la asociación
profesional y los investigadores. Ello es garantía de una representatividad mayor que
otros referentes construidos por una sola persona.
En contrapartida este pierde un poco de coherencia en la medida en al medida
en que resulta de un acuerdo entre diversas concepciones de prácticas y de
competencias.
Esta “fabricación” institucional no significa que tenga unanimidad en el cuerpo
docente, pues cada profesor se da a la tarea de estudiarlo todo en su propio ejercicio
profesional.
Las divergencias no serían sólo apenas de contenidos sino también de está la
oportunidad de describirlas competencias profesorales de forma metódica, en los
primeros momentos se tiende a verbalizar y a hacer colectivas consideraciones sobre el
oficio docente, los profesores de algún modo tienden a expresar su respuesta personal
ante estas cuestiones ¿Qué enseñar? ¿Qué es lo que hay que aprender?
El referente asumido intenta” aprender” el movimiento de la profesión insistiendo
en 10 grandes familias de competencias, lo cual no es definitivo sino sujeto a
enriquecimiento.
Además de que ningún referente puede garantizar un consenso completo y
estable de una profesión o de la operacionalización de las competencias.
Estas 10 familias son:
1. Organizar y dirigir situaciones de aprendizaje
2. Dirigir el progreso del aprendizaje
3. Tener en cuenta y desarrollar los requerimientos de diferenciación
4. Desarrollar a los alumnos en sus propios aprendizajes y en su trabajo
5. Trabajar en equipo
6. Participar en la gestión de la escuela
7. Orientar y desarrollar a los padres
8. Utilizar nuevas tecnologías
9. Afrontar los deberes y los dilemas éticos
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