Las sustancias de los sueños

¿Cómo funciona nuestro cerebro? ¿Cómo funcionan nuestras neuronas? ¿Cómo pensamos? ¿Cómo es que una pastilla nos puede provocar sueño o aliviar nuestro dolor? ¿Por qué al tomar cierto medicamento sufrimos los efectos secundarios y no los esperados? ¿Cómo es que el alcohol nos hace sentir todopoderosos para después hacernos desmayar? ¿Cómo surgieron los primeros cocainómanos? ¿Cómo es que una sustancia pueda causar adicción?

A estas y más preguntas pretende responder Simón Brailowsky en su libro “Las sustancias de los sueños”. Dicho libro se divide en cinco partes, en la primera se abordan conceptos básicos respecto a la organización del SN, así como de su funcionamiento; para posteriormente hablar de criterios farmacológicos, así como de los distintos tipos de fármacos que se han usado a lo largo del tiempo, su historia, los efectos esperado y los efectos secundarios.

Es en la quinta y última parte donde se hablan de todas aquellas sustancias que son nocivas para la salud, es decir las drogas, de igual forma se aborda su historia, los efectos placenteros que resultan al consumirlas, pero sobretodo se habla de todos los daños que le causan a nuestro organismo.

Dentro de las drogas aquí mencionadas, llamó mi especial atención el alcohol ¿Por qué? En primer punto, junto con el tabaco son las drogas legales más fáciles de conseguir, en segundo término por algo muy peculiar que dice Brailowsky respecto a ella.

“CONTRARIAMENTE a lo que mucha gente piensa, el alcohol es un depresor del SNC.”

Podríamos creer algunos que es una bebida que te da la suficiente valentía para hablarle a quien tú quieras, considerada como una bebida para compartir ya que te vuelve más social y energético, pero no es que de como tal energía de más a partir de que tenga suficientes calorías como para formar la famosa “panza chelera”.

En realidad, los efectos del alcohol siempre darán como tal un efecto divertido, nos vuelve torpes, sin poder caminar en línea recta, la visión es confusa y vemos las cosas más hermosas donde no las hay, incluso nos vuelve filósofos y podríamos dar un discurso sobre porque el genoma humano es tan complejo.  Lo difícil de entender, es que en realidad el embriagarse es prácticamente intoxicarse de alcohol y eso no muchos lo comprenden, el alcohol es el mejor aliado al tratar de olvidar a alguien, o técnicamente olvidar quien eres por un momento.

Entonces ¿A que nos referimos con eso?

Dubowski, K.M, 1985. El alcohol actúa como un depresor de muchas acciones en el Sistema Nervioso Central (SNC) 

En pequeñas cantidades, el alcohol promueve desinhibición, pero con el aumento de esta concentración, el individuo pasa a presentar una disminución de la respuesta a los estímulos, habla pastosa, dificultad a la diambulación, entre otros. En concentraciones muy altas, o sea, mayores que 0.35 gramos/100 mililitros de alcohol, el individuo puede quedar comatoso o aún hasta morir.

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