Libro: las puertas de la percepción
Enviado por fabs298 • 23 de Abril de 2016 • Reseña • 1.460 Palabras (6 Páginas) • 449 Visitas
Psicopatología Lun y Mié 3-5 pm
Reseña del libro
¿Qué se siente padecer de esquizofrenia? ¿Cómo sienten y cómo piensan estas personas que sufren de esta enfermedad? ¿Están “locos” o realmente puede percibir cosas, sucesos o hechos extrasensoriales? Estás fueron una de las preguntas que me hacía antes de leer el “Las puertas de la percepción” de Aldous Huxley.
El estado de vigilia y sueño son los estados de consciencia en los que nos movemos usualmente o de una forma más común; pero este libro empieza con la experimentación al momento de usar la mescalina (el principio activo del peyotl que dada en dosis adecuada altera el estado de consciencia) que le da al autor una alteración de consciencia que lo hace darse cuenta de cómo pueden llegar a ver las cosas muchos de los famosos artistas a los que se les llamaba o aún se refieren como “locos” o drogados.
La lectura hace referencia un psiquiatra joven inglés que se fijó en la estrecha semejanza que existe en la composición química de la mezcalina y la adrenalina. El adrenocromo (producto de la descomposición de la adrenalina) puede producir muchos de los síntomas presentados al momento de una intoxicación con mescalina. Como vimos en una de las lecturas donde decía que en el sistema nervioso interactúan neurotransmisores (como la adrenalina) y la actividad a nivel neuroendocrina modula y regula emociones, conductas y contribuye a los trastornos psicológicos.
Vernos a nosotros mismos como los demás nos ven es conveniente, así como ver a los demás como ellos mismos se ven. He ahí la relación de la lectura con la importancia del examen mental y las preguntas de las funciones del yo. Así, sabiendo lo que piensan los demás y su autoconcepto se pueden tener las bases y la estructura de la otra persona, se puede crear empatía y saber qué es lo que se va a trabajar con ella.
La mayoría o al menos un gran porcentaje de la población han desarrollado su vida sin algún estímulo externo (como lo es alguna de las drogas, ya sean legales o ilegales) y gracias a esto no se han percatado de que existen otras formas de ver, presentir o percibir el mundo. Estas formas de consciencia extraordinarias aparecen mostrando toda una gama mucho más extendida de colores, detalles y sabores; provocando cambios en las personas que lo experimentan.
De acuerdo a lo que Aldous describe en este libro es que el efecto de la droga va a depender de las características de la personalidad del individuo que consumió la misma; su idiosincrasia, los hechos del temperamento, preparación y hábitos. Huxley habla desde lo que percibió, afirmando que no existe relación directa entre el estado bioquímico y la experiencia. Por ejemplo: terminé mi relación con mi novio, me preguntan cómo estoy y yo me pongo una “máscara” en donde digo que todo está bien, que estoy como si nada hubiera pasado pero realmente estoy súper triste y/o deprimida y si le digo a mi grupo de amigos que vayamos a beber alcohol para celebrar, en vez de mantenerme en un estado eufórico eventualmente voy a terminar reclinada en la mesa llorando y cantando canciones de banda.
Como resultado final del consumo de drogas vas a obtener la nueva forma en que contemplas el sentido de la existencia. Explica que el efecto de la mescalina no es que vaya a viajar a otro mundo o vaya a ver algo nuevo o diferente que nada que ver con lo que vivo actualmente sino que la realidad tiene un brillo propio diferente, es más descriptivo, vívido y detallado que en un tiempo ordinario pasa desapercibido.
Con la ayuda de la mescalina Aldous podía estar en el aquí y en el ahora pero las relaciones espaciales simplemente no importaban. O sea, podía moverse normalmente, a diferencia de la forma en que actúan muchas personas al consumir otras sustancias tóxicas, solo que eso no era de importancia. Mas bien le importaba el ser y el significado de los objetos. El lugar, la distancia y el tiempo dejan de tener mucho interés; he aquí la envergadura en el interrogatorio donde se pregunta sobre la orientación alopsíquica. En esta se trata de establecer si el paciente se orienta en el ambiente; si conoce la fecha del día, la orientación del espacio (distancia, altura, espesor, anchura, magnitud, capacidad) que nos permite ubicar de una manera exacta los objetos del mundo exterior y la vinculación con el mundo interno. Ya que al momento en que un paciente o un individuo consume drogas y en algunos casos esquizofrénicos, el estado alterado de su consciencia solo obtiene percepción en función de la intensidad de la existencia, profundidad de significado, de relaciones dentro de un sistema o de lo que sea en lo que esté enfocando su atención; no precisamente en la respuesta razonable de la pregunta misma.
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