Lic. En Psicología
Enviado por ivonedelorenzi • 8 de Mayo de 2012 • 4.856 Palabras (20 Páginas) • 597 Visitas
EL HÁBITO DE POSPONER
¿Por qué siempre deja para
mañana lo que puede hacer hoy?
Carlos Iñón
AGOSTO 1997
SÍNTESIS BASADA EN EL LIBRO HOMÓNIMO DE LAS
DRAS. JANE B. BURKA Y LEONORA M. YUEN
INTRODUCCIÓN
Las imágenes que ilustran la portada no son azarosas. Intentan mostrar cómo se siente o actúa una persona que posterga. Se pueden hacer algunas asociaciones:
• haciendo equilibrio en la cuerda floja;
• indeciso, dubitativo, apesadumbrado;
• disminuido, caído, recortado;
• pescado, enganchado;
• tapado de papeles, actividades y obligaciones;
• colgado de la rama y
• sorprendido en falta, poniendo excusas
ACLARACIONES NECESARIAS
El hábito de postergar es un mecanismo de defensa ante el miedo y la angustia.
Priorizar y postergar no es la misma cosa. Priorizar es dar un cierto orden cronológico y de importancia. Postergar es no hacer indefinidamente.
No postergamos en todos los aspectos de nuestras vidas, sólo en algunos.
Cambiar el hábito de posponer es un proceso gradual que lleva su tiempo.
El libro y también esta ficha, se divide en dos partes: 1) Comprender el hábito de posponer y 2) Cómo superar el hábito de posponer.
PRIMERA PARTE: COMPRENDER EL HÁBITO DE POSPONER
¿Posponer es un estorbo o un castigo?
Posponer. La palabra puede asociarse a alguna imagen. ¿Cuál se le ocurre?. ¿Es una persona disfrutando, acostada en una hamaca paraguaya y tomando una cervecita?. O bien es un escritorio tapado de papeles, los amigos a los que hace años no llamo por teléfono, exámenes o presentaciones preparados a último momento, un proyecto que todavía espera por su realización (arreglo doméstico, carrera profesional, tarea laboral, tratamiento médico, etc.).
¿Qué respondería a la pregunta del título?. Si a mi me preguntaran, contestaría que las dos cosas.
¿Cómo puedo saber si estoy postergando?
Cualquier persona puede ser postergadora. Puede ser joven o vieja, talentosa o mediocre, exitosa o no en su profesión. Esta conducta no discrimina en virtud de raza, credo o sexo.
Postergar, según el diccionario, es “aplazar una acción, demorar, posponer hasta otro día u otro momento. La postergación es la conducta de posponer o postergar. Lo que diferencia a la postergación inofensiva de la problemática es cuán pesado a uno le resulta su posponer.
Existen dos maneras en las cuales la postergación puede ser conflictiva: 1) el demorar asuntos puede tener consecuencias externas, leves o severas. Desde una multa por devolver tarde un libro a la biblioteca hasta perder un trabajo o arriesgar un matrimonio. 2) las consecuencias internas para personas postergadoras se refieren a sentimientos que van desde una ligera irritación hasta una profunda autocondena, desprecio y baja autoestima.
Las personas que conocen sus límites no corren el riesgo de angustiarse cuando no pueden cumplir con todo. Se hace lo mejor que se puede, pero no se puede hacer todo. Por el contrario, hay personas para las cuales el hábito de postergar ha tenido consecuencias nefastas. Por dentro, se sienten desdichados. Se sienten frustrados y enojados consigo mismos porque su postergación, que puede ser un secreto bien guardado, les ha impedido hacer todo lo que ellos creen que son capaces de hacer. En consecuencia, aunque parece que hacen las cosas bien, sufren.
Para aquellos o aquellas que se sienten a merced del hábito de postergar, la cuestión no es broma. Ejemplo 1: Henry, un contador de 45 años de edad, ya perdió dos trabajos y está a punto de perder un tercero. En uno de ellos esperó tanto tiempo en empezar un complejo trabajo de auditoría que para conseguir una semana extra de tiempo le dijo a su cliente que su esposa se encontraba enferma en el hospital. El cliente, ansioso por el trabajo llamó a casa de Henry, con tanta mala suerte que atendió la esposa. Ignorando la mentira de su marido, contestó con sorpresa las preguntas sobre su salud. El cliente informó de la situación al jefe de Henry. Nuestro contador fue despedido.
Ejemplo 2: La esposa de Brian, llamada Linda, le inicia juicio de divorcio después de 14 años de casados. Linda se cansó de esperar que Brian encaminara su vida. Él estaba siempre ocupado pensando en nuevas ideas que lo harían progresar como comerciante independiente, a pesar de que nunca llevó estas ideas a la práctica.
Ejemplo 3: Susan, una abogada que fue demandada por un cliente porque no preparó el caso a tiempo para comparecer ante el tribunal. “No sé qué me pasó. Sabía la fecha de presentación, pero me demoré recopilando material. Finalmente, esa mañana hice unas pocas anotaciones, pero no había hecho investigación de fondo”. Por problemas similares con otros clientes, Susan corre el peligro de ser excluida del ejercicio de la profesión para siempre”.
EL CICLO DE LA POSTERGACIÓN
Muchas personas comparan la experiencia de la postergación con vivir en una montaña rusa emocional. Su humor sube y baja. Al comenzar un proyecto y trabajar en su ejecución, los postergadores se someten a una serie de pensamientos, sentimientos y conductas tan comunes que se lo denomina Ciclo de la Postergación. La duración del ciclo es muy variable según la persona, pueden ser momentos, semanas, meses o años.
1) “Comenzaré temprano esta vez”. Al principio, la esperanza. Esta vez se hará de manera sistemática y sensata. A pesar de sentirse incapaces o renuentes a empezar ya mismo, creen que el inicio ocurrirá espontáneamente, sin esfuerzo de su parte. Sólo después de transcurrido cierto tiempo, la esperanza se transforma en aprensión.
2) Tengo que comenzar pronto. Las ilusiones de realizar el proyecto bien esta vez se van desvaneciendo. Los postergadores se sienten ahora empujados a hacer un esfuerzo para hacer algo pronto. Pero, como la fecha límite todavía no es cercana, queda un poco de esperanza.
3) ¿Qué ocurre si no empiezo?. El tiempo transcurre y el postergador sigue sin comenzar. El postergador, imaginando que tal vez nunca comience, puede imaginar consecuencias horribles que arruinarán su vida para siempre. En este momento, la persona puede paralizarse, con una serie de pensamientos dando vueltas en su cabeza que llegan a aturdirla.
• “Debí haber comenzado más temprano”: Aparece la culpa, un acompañante permanente del postergador. Se toma conciencia de que el tiempo es irrecuperable. Puede haber constantes lamentos.
• “Estoy haciendo todo, pero...”: Se hace de todo excepto el proyecto en cuestión. Ciertos trabajos previamente obviados y
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