Los Coristas

Todo cambio aplicado en cualquier ámbito genera un cambio, y casi siempre lo nuevo o innovador llama la atención o mantiene el interés de las personas en algo o alguien. Lo anteriormente mencionado es lo que se puede observar en la mayoría de la trama de la película “Los coristas”, donde un músico y prefecto desempleado llega a un internado donde se rehabilitaban a niños con problemas de conducta o de actitud.

En la película se evidencia claramente la aplicación de dos maneras de educar, una era la establecida y se aplicaba en el internado desde siempre “acción- reacción” (conductismo) donde se trataba de que toda conducta inapropiada o que se considerara así recibía una consecuencia negativa o castigo; esta era la forma de intentar corregir los problemas de conducta que presentaban los niños pero más que corregir o encaminar a la solución del problema, se creaba un ambiente de rebeldía por las reglas, resistencia al cambio, así como de indignidad humana pues los alumnos en lugar de manifestar actitudes positivas en ellos se magnificaban los sentimientos de odio, baja autoestima, agresividad, ausencia de valores, venganza, etc. En cambio la otra forma de educar es la que se observa que aplicó el prefecto, pues la manera de ser y de ver las actitudes de los alumnos era totalmente diferente a lo que se había hecho en el internado para corregir o cambiar conducta, él a partir de la propia conducta o expresión del alumno ya fuese negativa o positiva generaba algo nuevo o inesperado creando una forma diferente o conocimiento diferente en los alumnos a partir delo que ellos hasta ese momento conocían o habían manifestado en las situaciones cotidianas en el internado (constructivismo), logrando así formar a los alumnos sin aplicar castigos, lo que el utilizaba eran los compromisos o negociaba la consecuencia para generar un cambio de conducta en el niño, dejando de lado los encierros, trabajos forzados o golpizas hasta entonces aplicadas en la escuela.

La forma innovadora de intervenir del prefecto generó incomodidad para los tradicionalistas existentes en el internado, pues no eran aceptadas con agrado las actitudes o decisiones que tomaba con los alumnos y a su vez eran refutadas por el director. En la película el prefecto utilizó la música que era lo que el más conocía o dominaba para intervenir en los alumnos, pero un maestro o un encargado de la educación puede utilizar cualquier medio conveniente o de apoyo para generar la atención, el interés y al final el cambio positivo en los alumnos principalmente y después en la planta docente, que fue lo que ocurrió en la película, pues los alumnos al conocer que existía otra forma de solucionar los problemas a los que se enfrentaban y también al darse cuenta que en la vida había cosas que lograr y no solo el no conseguir que te castiguen, les gustó tanto el cambio que ellos mismos procuraban hacer las cosas de forma positiva y el control

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