Los Cuatro Acuerdos

Los cuatro acuerdos

El libro “los cuatro acuerdos” del Dr. Miguel Ruíz, es una obra muy interesante que te invita a reflexionar un poco sobre cómo estamos llevando nuestra vida. Se habla de la conciencia como un juez que nos dice que es lo que está bien y lo que está mal, algo que transgrede a las reglas y que tantas veces y con tanto odio ha sido puesto como el pecado, conocido como la “Victima”.

1. La domesticación y el sueño del planeta

Primer capítulo se nos habla sobre la domesticación de los seres humanos; como es que desde que nacemos no nos dan la oportunidad de elegir que creer y que no creer, nuestra lengua, religión, etc., pues las cosas ya están desde que uno nace, y no por eso nuestros padres tienen la culpa de cómo nos enseñaron, no lo podían hacer de otra forma si de esa misma manera les enseñaron. Nunca escogimos ni el más insignificante de los acuerdos.

Así es como nos van domesticando desde el núcleo familiar como nuestra sociedad. De esta manera vamos aprendiendo desde niños, pues solo creemos que los adultos son los que tienen la razón y es ahí cuando ya no somos libres al tomar nuestras decisiones. Lo que queremos hacer, lo que queremos jugar y más aun como que nombre se le asignan a las cosas y como se tienen que hacer estas. Así mismo todo este sistema de creencias nos ha ido controlando el sueño de nuestra vida, pues solo de esta manera se nos enseño que tipo de nuestro comportamiento es aceptable, que está bien y que está mal. Para esto el Dr. Ruiz habla de una ley que gobierna nuestra mente, esta no es más que un simple complejo de creencias que desde niño se nos inculcaron y que tienen gran influencia social y familiar, lo grave en esto es que estas creencias adquiridas nos perturban mental y emocionalmente que nos pueden llevas a ser infelices.

Sin embargo en esta obra se nos brinda un cambio para dejar todas esas creencias erróneas que tenemos muy adentradas y que nos dejan avanzar como seres humanos. Para esto hay que saber que como seres humanos podemos aprender, desa-prender y re-aprender. Aquí el Dr. Ruiz menciona que se necesita modificar ese sistema de creencias para conseguir el maravilloso equilibrio interior en nuestra vida. Para esto propone cuatro acuerdos que no son nada fáciles, pero es el camino para llegar a la felicidad, y es que el habernos adaptado de una forma abrupta a esta sociedad, nos provoco traumas, que fueron creciendo por la necesidad de más aceptación pero con la mayor carencia de aptitudes, para lograr entrar a un mundo lleno de estereotipos.

2. El primer acuerdo: Se impecable con tus palabras

En este primer acuerdo, se llega a la conclusión de que es muy importante la forma en que nos expresamos, ya que las palabras tienen una fuerza que podemos descargar sentimientos ó energía de tal forma que se puede afectar a quien recibe tales palabras. Principalmente es “el poder de la palabra “.

Así mismo hace referencia a las consecuencias que puede esta causar debido a la forma o intención con que sea mencionada, ya se positiva o negativa pero más importante aun la forma en que el receptor la tome. Por ejemplo ya sabemos que ofender o decir groserías es malo, sin embargo aun más malo sería aceptar la ofensa y creerla es la materialización que se busco al ofender. Cuantas veces no le decimos algo a alguien con esa misma intención y lo decimos de una manera tan dura y directa que no nos damos cuenta que tanto estamos afectando a la persona. Algo que me llamo la atención de este acuerdo, es en este mismo ejemplo, pues una vez leído esto me puedo dar cuenta de muchas cosas, una de ellas es que yo no puedo evitar que las personas me digan algo que me duela o me hagan sentir mal, sin embargo puedo evitar que esas palabras me hieran. Es lo maravilloso de este acuerdo. Y claro también yo misma dejar de cometer estos actos que como se sabe, que tanto una persona me puede hacer sentir mal por alguna frase o palabra, como yo misma también lo puedo hacer y muchas veces no me doy cuenta de cuánto puedo herir a una persona, y que después venga la culpa y el remordimiento, lo más curioso en esto es que muchas veces nos damos cuenta de la reacción negativa de la persona y ni así dejamos de hacerlo, pienso que esto poco a poco nos hace encontrar en el infierno y no en la felicidad, porque no solo afectamos a la otra persona, si no también a uno mismo, guardándonos ese rencor, coraje, remordimiento y culpa. Como lo menciona el autor en el aquí y ahora, en este momento en nuestra vida estamos en el cielo y el inferno, solo es cuestión de que uno escoja en cual decide permanecer.

3. El segundo acuerdo: No te tomes nada personalmente

No permitir que las ofensas nos afecten en nuestra vida, nos dice el autor que es bueno no tomar la ofensa como algo personal, debe de pasar por nosotros sin afectarnos, hace una reflexión y menciona que el hecho negativo o la ofensa en sí misma, proviene de una persona que sufre o fue acondicionada por no soportar o para rechazar la situación o a la persona que ofende.

Por ejemplo cuando alguien nos dice; estas feo, gordo, chaparro etc. Simplemente la persona se refiere a sus propios sentimientos, creencias y opiniones con las que fue domesticado. Y si uno se lo toma muy personalmente simplemente está cediendo a su ofensa que la recoge y se puede parte de él. En ocasiones no entiendo a las personas y coincido con el autor, muchas veces somos tan egoístas con nosotros mismo, y me incluyo porque yo también en ocasiones me eh tomado las cosas tan personalmente que no nos damos cuenta del grado de afectación que nos causamos a nosotros mismos, si a caso fuéramos un poquito más reflexivos nos daríamos cuenta que esta actitud no nos lleva a nada, ni siquiera al cambio.

Pero desgraciadamente así somos los mexicanos no cuesta reflexionar, nos cansa cuestionarnos, y nos tomamos las cosas tan a pecho que terminamos afectándonos a nosotros mismos. Pero esa es la cuestión de este acuerdo, sé que no es nada fácil, pero tampoco imposible. Los seres humanos lamentablemente estamos tan condicionados que funcionamos tan bien ante un estimulo, porque inmediatamente tenemos que dar una respuesta, por ejemplo si alguien nos dice estúpido, inmediatamente pensamos que no somos estúpidos y buscamos la forma en devolver la agresión, en ves dejar desapercibidos esos comentarios porque sabemos lo que somos. Pienso que eso es lo que nos falta como seres humanos, conocernos a nosotros mismos.

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