Los hospitales psiquiatricos
Enviado por Fabiola Gonzalez • 5 de Mayo de 2019 • Ensayo • 1.589 Palabras (7 Páginas) • 359 Visitas
¿Todos los que son admitidos a hospitales psiquiátricos realmente necesitan ser internados?
El trastorno mental se define como una alteración de tipo emocional, cognitivo y del comportamiento en el que quedan afectados procesos psicológicos básicos, como lo es la emoción, la motivación, la cognición, la conducta, la conciencia, la percepción, el aprendizaje y el lenguaje, lo cual dificulta a la persona su adaptación al entorno cultural y social en el que vive y crea alguna forma de malestar subjetivo. Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cuatro personas presenta un trastorno mental a lo largo de su vida. Al una persona sentir que es peligro para su vida y para los que se encuentran a su alrededor es referido a un hospital psiquiátrico.
Un hospital psiquiátrico es un lugar de salud, el cual se dedica al diagnóstico y tratamiento de enfermedades psiquiátricas el cual cuenta con un internado dentro de sus facilidades. Los hospitales psiquiátricos fueron instituciones en un principio diseñadas para ocultar los trastornos de conductas, perceptivos o del pensamiento. Al ser estas manifestaciones movilizadoras para el grupo familiar o el grupo social de origen, se construyeron edificios con fines restrictivos más que terapéuticos, pagado por la caridad y personas con un humanismo basado en la fe religiosa, más que en la comprensión desde lo científico y social.
Durante los años mil novecientos sesentas, se decía que personas sanas eran internadas en hospitales psiquiátricos ya que los psiquiatras se dejaban llevar por el DSM[1] y no por su conocimiento, es ahí cuando el profesor de psicología de la Universidad de Stanford, David Rosenhan tuvo la idea de realizar un experimento para comprobar si esto era cierto ya que le preocupaba esta situación.
“Un científico es alguien que mira a su campo de estudio con escepticismo y ve cuáles son los problemas. Mi temor principal era que la psiquiatría no cumpliera con el fin de ayudar a las personas, sino todo lo contrario, que las terminara dañando” (Rosenhan, D.).
En el 1969 Rosenhan junto a 8 amigos realizaron el experimento llamado El estar sano en lugares insanos. Dentro de los 8 pseudopacientes, como Rosenhan los nombró, se encontraban tres psicólogos, un psiquiatra, un pediatra, un estudiante graduado de psicología, un pintor y una ama de casa. El objetivo principal de Rosenhan y su equipo era cuestionar la capacidad de la psiquiatría para distinguir entre una psicosis[2] y la cordura[3]. Los 8 amigos con los cuales Rosenhan realizo este experimentos deberían a ir a distintos hospitales psiquiátricos a la oficina de admisión y decir cual era su problema. Estos pseudopacientes le describían a los médicos que escuchaban una voz que les decía vacío, hueco, ruido sordo, es aquí cuando a los 8 pacientes los diagnostican con esquizofrenia[4] y con trastorno bipolar, pero realmente eran pacientes sanos.
Una vez fueron admitidos, los participantes de la investigación afirmaron que no tenían síntomas, ya es desde ahí que comenzaron a comportarse normal.
El pseudopaciente hablaba con los pacientes y con el personal como lo haría normalmente. Debido a que hay muy poco de un pabellón psiquiátrico, he tratado de involucrar a otros en la conversación. Cuando el personal le preguntó cómo se sentía, indicó que estaba bien, que ya no tenía síntomas. He respondido a las instrucciones de los asistentes, a las llamadas para la medicación (que no se tragó), y a las instrucciones del comedor. Más allá de estas actividades, ha dedicado su tiempo a anotar sus observaciones sobre el pupilo, sus pacientes y el personal.
A pesar de que el personal médico no se percató de que eran pseudopacientes, los auténticos pacientes si notaron la diferencia. A Hank ‘O Laura, quien era alumno de Rosenhan y participante del estudio, mediante su estadía en el hospital psiquiátrico los pacientes le decían “tu no estás loco, debes ser un maestro , un periodista o algo así. Debe ser que estás estudiando este hospital”.
El pseudopaciente, al igual que un verdadero paciente psiquiátrico, entró al hospital sin tener conocimiento de cuándo sería dado de alta. Cada uno fue dicho que él tendría que salir por sus propios dispositivos, esencialmente convenciendo al personal que él era cuerdo. La duración de la hospitalización de los pseudopacientes duró de 7 a 52 días, donde 19 días fue la media. Cada uno de ellos fueron dados de alta con un diagnóstico de esquizofrenia “en remisión”. Este diagnóstico Rosenhan lo consideraba como evidencia de que la enfermedad mental se percibe como una condición irreversible que crea un estigma para toda la vida antes que como una enfermedad curable. Las tensiones psicológicas asociadas con la hospitalización fueron considerables. Por lo tanto, estaban motivados no sólo a comportarse de manera sana, sino a ser paragones de cooperación. Su comportamiento no fue en modo alguno perjudicial, esto es confirmado por los informes de enfermería, que Rosenhan obtuvo en la mayoría de los pacientes. Estos informes indican uniformemente que los pacientes eran amigables, cooperativos y no exhibían indicaciones anormales.
...