Los «mitos de origen» o «mitos de creación»
Enviado por peorrera • 12 de Febrero de 2013 • 591 Palabras (3 Páginas) • 465 Visitas
Los «mitos de origen» o «mitos de creación» representan un intento por hacer comprensible el universo en términos humanos y explicar el origen del mundo.1 El relato más ampliamente aceptado del comienzo de las cosas tal como lo recoge la Teogonía de Hesíodo empieza con el Caos, un profundo vacío. De éste emergió Gea (la Tierra) y algunos otros seres divinos primordiales: Eros (Amor), el Abismo (el Tártaro) y el Érebo.2 Sin ayuda masculina, Gea dio a luz a Urano (el Cielo), que entonces la fertilizó. De esta unión nacieron, primero, los Titanes (Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Jápeto, Tea, Rea, Temis, Mnemósine, Febe, Tetis y Crono), luego los Cíclopes de un solo ojo y los Hecatónquiros o Centimanos. Crono («el más joven, de mente retorcida, el más terrible de los hijos [de Gea]»)2 castró a su padre y se convirtió en el gobernante de los dioses con su hermana y esposa Rea como consorte y los otros Titanes como su corte. Este tema de conflicto padre-hijo se repitió cuando Crono se enfrentó con su hijo, Zeus, que persuadido por su madre le desafió a una guerra por el trono de los dioses. Al final, con la ayuda de los Cíclopes (a quienes liberó del Tártaro), Zeus y sus hermanos lograron la victoria, condenando a Crono y los Titanes a prisión en el Tártaro.3
El pensamiento griego antiguo sobre poesía consideraba la teogonía como el género poético prototípico —el mythos prototípico— y le atribuían poderes casi mágicos. Orfeo, el poeta arquetípico, era también el arquetipo de cantante de teogonías, que usaba para calmar mares y tormentas en las Argonáuticas de Apolonio, y para conmover los pétreos corazones de los dioses del inframundo en su descenso al Hades. Cuando Hermes inventa la lira en el Himno homérico a Hermes, lo primero que hace es cantar el nacimiento de los dioses.4 La Teogonía de Hesíodo no es solo el relato sobre los dioses conservado más completo, sino también el relato conservado más completo de la función arcaica de los poetas, con su larga invocación preliminar a las Musas. La teogonía fue también el tema de muchos poemas hoy perdidos, incluyendo los atribuidos a Orfeo, Museo, Epiménides, Abaris y otros legendarios profetas, que se usaban en rituales privados de purificación y en ritos mistéricos. Hay indicios de que Platón estaba familiarizado con alguna versión de la teogonía órfica.5 Unos pocos fragmentos de estas obras se conservan en citas de filósofos neoplatónicos y fragmentos de papiro recientemente desenterrados. Uno de estos fragmentos, el papiro de Derveni, demuestra actualmente que al menos en el siglo V a. C. existía un poema teogónico-cosmogónico de Orfeo. Este poema intentaba superar a la Teogonía de Hesíodo y la genealogía de los dioses se ampliaba con Nix (la Noche) como un comienzo definitivo antes de Urano, Crono y Zeus.6 5
Los primeros cosmólogos reaccionaron contra, o a veces se basaron en, las concepciones míticas populares
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