Los primeros brotes de la nueva psicología a mediados del siglo xix

La década de 1850 define un importante punto de inflexión en Europa en el desarrollo de las ciencias de la vida su objetivo principal era la reflexión historiográfica y un contexto positivista, donde se encontraban los saberes y las artes que se ocupaban del cuerpo en esta misma década no se supieron apreciar las virtualidades experimentalistas que la estrategia diseñada Sin embargo, fue ya aquella década la que vio aparecer la primera forma de experimentación sistemática para medir la velocidad del impulso nervioso que se tenía para la experimentación psicológica, Hacia 1860 el panorama germinal de nuevas ideas era ciertamente amplio funcionaban con diversas líneas de reflexión científicas psicológicas que competían por conseguir a su modo el objetivo naturalista de ese conjunto de nuevas ideas y se unió pronto la original perspectiva de la evolución orgánica, que los diversos tipos de transformismo terminaron por generalizar a mediados del siglo como principio explicativo para todo el mundo orgánico, animal y humano, individual y social. Cuando, a partir de la década de 1850, el ideal de reforma naturalista de la psicología comenzó a contar con resultados concretos, particularmente a partir de la fisiología experimental, del idealismo trascendental alemán apenas si quedaba ya rastro perceptible, hubo, muchas debilidades y limitaciones que lastraron la pretensión de cientificidad de aquellas primeras formas de psicología científica de mediados del siglo XIX. Estas décadas de 1850 y de 1860, su objetivo principal era la reflexión historiográfica del

capítulo presente, un abigarrado conglomerado científico, técnico y filosófico, rico en realizaciones psicológicas concretas.

Bian introdujo modificaciones muy importantes basadas en el cuerpo doctrinal de la psicología asociacionista y elaboró un sistema psicológico completo, el cual apareció en sus tratados estas ideas iban en una dirección cientificista su psicología era empírica y fenoménica, en efecto, asumió la tesis de que el sistema nervioso constituye la condición de la vida mental, también introdujo en sus textos descripciones detalladas de sus partes fundamentales y concluyó que el sensorium se asienta en todas las partes del organismo donde hay corrientes nerviosas, y no sólo en el cerebro, y que la asociación mental se halla enraizada en la dimensión sensomotora de la función cerebral, del resto de sus innovaciones destaca el intento, algo heterodoxo, de superar la concepción sensista, pasivista y mecanicista, inherente al núcleo duro del asociacionismo clásico, la psicología spenceriana está presidida por el siguiente principio teórico: “si la doctrina de la evolución es verdadera resulta de ella necesariamente que no puede comprenderse el espíritu, más que por su evolución” El hecho de que la mente dependa del sistema nervioso, tal como había dicho la fisiología experimental de la primera mitad de

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