MATONEO
Enviado por veega • 17 de Mayo de 2013 • Informe • 242 Palabras (1 Páginas) • 388 Visitas
Pimera: el acoso es sutil y parece un juego. Segunda: el grupo se da cuenta y suele ponerse en contra del afectado. Tercera: la víctima se siente culpable. Cuarta: el niño ya está dominado hasta con la mirada del otro. Quinta: la situación se vuelve extrema, la víctima puede atentar contra ella o contra su agresor.
¿Cómo identificar a un niño víctima y a uno acosador?
El afectado tiene el síndrome del domingo a las 7 p.m.: no quiere ir al colegio y somatiza. Siente dolor de estómago, fiebre, vómito o diarrea. Hay extremos como los problemas alimenticios (anorexia o bulimia), pesadillas, insomnio, caída del pelo, no puede controlar sus esfínteres.
Un niño acosador disfruta de la violencia, la justifica y le gusta inspirar miedo.
Niñas crueles
"A mi mejor amiga y a mí nos molestan desde hace cuatro años. Estábamos en séptimo cuando todo comenzó. Creímos que podíamos controlarlas porque eran solo dos niñas, pero la situación empeoró porque después eran cinco: nos armaban chismes, nos decían groserías y nos esperaban a la salida para tirarnos piedritas y hacernos encerrona.
Mis papás hablaron con las directivas. Las niñas firmaron un pacto para no volvernos a molestar y fue peor porque nos amenazaron. Acabo de retirarme del colegio (estoy en décimo) y mi amiga no quiere volver a estudiar. Ellas siguen estudiando sin problema".
Violencia en los colegios
"Las dos pruebas de competencias ciudadanas (alumnos de quinto y noveno grado) dejan ver que hay un alto grado de agresión".
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