MIS Los 500 locos de Antonio Zaglul
Enviado por juansp • 26 de Marzo de 2015 • 949 Palabras (4 Páginas) • 420 Visitas
SEP
21
Los 500 locos de Antonio Zaglul
Los 500 locos de Antonio Zaglul
Por Pedro Conde Sturla El Caribe
En los 42 capítulos de “Mis 500 locos”, lúgubremente subtitulado “Memorias del director de un manicomio”, Zaglul describe su lucha por dignificar la condición de los pacientes del manicomio de Nigua, situado para colmo de males en las inmediaciones del leprocomio de Nigua, hasta su posterior traslado al kilómetro 28 de la autopista Duarte, junto al hospital de tuberculosos.
La gran influencia que ejerció este libro en los años sesenta y setenta se explica por varias razones.
Zaglul, en primer lugar, logró promover, fomentar como fenómeno de masa el interés de los profanos por la siquiatría, y capturar de paso como discípulos a otros que hoy son profesionales de prestigio en el área.
Zaglul descorrió, ante los ojos atónitos de una generación, las compuertas del submundo de la locura y el espectáculo nos sacudió provocando reacciones encontradas.
Pero nadie fue indiferente a ese libro que reviste además notable valor documental y literario.
De ahí su importancia.
Andrés L. Mateo, en su artículo “Mis 500 locos como novela”, reseña la obra con inapreciable lucidez: “El libro comienza con la llegada del Director, quien como Dante en EI infierno, se dispone a descender al centro mismo del suplicio más temido por el hombre y la mujer.
El pequeño capítulo de ‘La llegada’ es, sin embargo, antológico.
Luego de una descripción que por momentos se detiene en los detalles, el ‘menordomo’ le entrega al flamante director el informe más preciado del hospital:
‘-Señor Director- le dice- aquí está el censo de la mañana de hoy: Reporta 500 locos.’
De esas quinientas vidas el autor nos relatará vicisitudes que tipifican sus martirologios personales, escogiendo algunas de ellas; pero la idealidad de un mundo atravesado por la locura será solo un pretexto para juzgar a la sociedad en su conjunto.
En realidad, desde el principio, son los ‘cuerdos’ los que preocupan al personaje director:
‘Desde los primeros momentos de mi llegada -dice en el segundo capítulo- comprendí que mi gran problema no iba a ser mis quinientos locos, sino mis veinte loqueros’.
¿No era acaso el país millones de locos maniatados por un loquero, o un loco oprimiendo a millones de cuerdos?
Ninguna de las numerosas historias que se entrecruzan en esta novela tendría sentido, si no se las arroja contra el telón de fondo de la historia inmediata.
Los enfermeros con sus macanas son la expresión de la mano férrea que gobernaba el país.
La trementina, el clerén y el bongó, más que esa expresión sintética de la personalidad atormentada de Julito González Herrera, era la apertura siniestra al totalitarismo que el mismo intelectual enloquecido había ayudado a construir.
La aventura de los mellizos que se encuentran es el habla en imágenes de exilio del espíritu que el poder absoluto propicia. Y así las narraciones del venezolano, la de
...