Mala Educacion

Es largo y prolijo mencionar la totalidad de los problemas de la educación. Pero vale la pena señalar algunos de los más importantes: la politización educativa, el convertirla en instrumento para obtener beneficios electoreros, es nefasta. A esto contribuye en mucho la actitud de los dirigentes magisteriales que, olvidando el verdadero fondo de la labor educativa, y enarbolando una bandera de supuestas reivindicaciones laborales, provocan la reducción del número de días y de horas de clase. Por esa causa, los teóricos 180 días de clases del ciclo lectivo disminuyen a veces hasta en una cuarta parte.

A este respecto es importante señalar también temas como el calendario de clases. Comienza tarde, a veces hasta en febrero, y termina a mediados o finales de septiembre. Es muy poco tiempo. Si a ello se agregan los constantes feriados y las ausencias de los maestros —sobre todo en el sector oficial— así como las actividades realizadas fuera de las aulas, común en el sector privado educativo, es fácil colegir que la educación será, además de todo, insuficiente. No existe un calendario oficial de fechas de comienzo y final del ciclo. Cada establecimiento educativo lo hace a su criterio.

En el sector público es imposible lograr una educación de calidad cuando son demasiados los casos de alumnos que se sientan sobre blocks de cemento, en aulas con piso de tierra o sin pizarrones. En esas circunstancias, la política de gratuidad se convierte en una burla y de hecho es un valladar para la educación, porque evita que los padres de familia puedan contribuir directamente al beneficio de las escuelas de sus comunidades para que sus hijos, al poder ser mejor educados, puedan acceder a un mejor futuro personal.

La mala calidad de la enseñanza primaria tiene efectos devastadores: quien escriba con faltas de ortografía o no maneje las matemáticas básicas —por ejemplo— lo seguirá haciendo en secundaria e incluso en la universidad, cuyos profesionales reflejarán esa situación. El globalizado mundo actual requiere de personas con niveles amplios de conocimientos. Cuando no se tienen, ocurre lo mismo que ocurre con las personas que han tenido mala alimentación y nutrición cuando son niños. Después no podrán competir en deportes con quienes sí lo han logrado.

El círculo vicioso se cierra cuando la educación es realizada por maestros que ya son producto de este sistema deficiente. Al ser ellos los educadores, afianzan ese túnel sin salida. Por ello el proceso de reversión no puede esperar, pero necesita de responsabilidad de las autoridades, así como de comprensión plena de que un maestro no es un empleado, sino un sembrador.

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