Mas Alla De La Escuela: Consumo Y Practicas Juveniles I
Enviado por veroti • 7 de Noviembre de 2012 • 1.058 Palabras (5 Páginas) • 2.900 Visitas
REPORTE DE LECTURA: Más allá de la escuela: consumos y prácticas juveniles 1
Silvia Duschatzky
La problemática de los consumos y prácticas culturales resulta relevante para nuestro estudio teniendo en cuenta las diferencias detectadas entre la población de jóvenes escolarizados y los que permanecen fuera de la experiencia escolar.
Distinguiremos consumos de prácticas con el objeto de introducir una diferencia entre la apropiación (por cierto, activa) de productos culturales acabados y la producción de artefactos culturales propios.
Es aquí donde la experiencia escolar retorna nuevamente como posibilidad. Las actividades de autogestión detectadas en nuestro universo de indagación (centros de ex alumnos, producción de revistas y de una radio local) escapan de la determinación escolar, se arraigan en la comunidad y por lo tanto extienden su radio de influencia hacia otros grupos de jóvenes.
Pero no es un dato menor que la iniciativa de gestión de estas actividades haya surgido de la inquietud de jóvenes que asisten a la escuela. En este sentido es posible advertir que la experiencia escolar funciona como motorizadora de proyectos.
La vida escolar, lejos de monopolizar la experiencia juvenil, estimula la proliferación de nuevas redes de intercambio. Por el contrario, el campo de los consumos culturales es un terreno de disputa entre los jóvenes que van a la escuela. Al mismo tiempo si la escuela fuera sólo “institución total”, en palabras de Goffman (1984), decrecería la probabilidad de producir otros discursos.
Los consumos culturales son una fuente de distinción de la población joven de la zona. “Él rock no es una música que mueva por aquí, casi todos se prenden con la cumbia”, agrega Lío. Antes sólo quería ver Jurassic Park; Amadeus no la entendía y ahora me encanta verla”
Los consumos de los jóvenes que asisten a la escuela se circunscriben centralmente a la radio y a la televisión. Las preferencias se reparten entre la música tropical, el folklore, los cantantes melódicos y el rock.
El consumo musical es un signo de polifonía de las identidades, en la mezcla de estilos se juegan referentes de identificación locales y globalizados.
La música tropical, así como también la folklórico, lleva impresa la marca del lugar.
Las razones que interpelan la adhesión de grupos juveniles a la música tropical son las mismas que despiertan el rechazo de otros jóvenes. La música tropical nombra las penurias cotidianas en un lenguaje familiar.
3 Véase Paul Yonnet: “Rock, Pop, Punk” en Juegos, modas y masas, Barcelona, Gedisa, 1988.
Sin embargo estos signos de interpelación también circulan como estigmas de identificación de los que muchos jóvenes desean escapar.
“Yo puedo bailar una cumbia pero jamás escucharía, el rock arma bardo, la cumbia no”, afirma Lío.
La pertenencia al rock les permite a estos jóvenes participar de estilos contraculturales y sumarse a un imaginario juvenil que traspasa las fronteras de la clase social o la cultura local. “¿Entonces, cómo te bancás la escuela?”, le pregunto. “Es que en la escuela no me mandan, en la escuela me enseñan”, responde. La familia y la escuela, instituciones consideradas como violatorias de la libertad individual por el movimiento punk,3 quedan aquí fuera de toda impugnación absoluta.
El rock constituye, para
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