Mediación en conflictos familiares
Enviado por María Jesús López Goitia • 15 de Noviembre de 2023 • Práctica o problema • 1.942 Palabras (8 Páginas) • 46 Visitas
MARIA JESUS LOPEZ GOITIA
DNI 20251898F
CURSO UNIVERSITARIO DE ESPECIALIZACIONEN MEDIACION NACIONAL: FAMILIAR, CIVIL Y MERCANTIL : EDICION ABOGADOS/AS
Curso Universitario de Especialización en Mediación Nacional:
Familiar, Civil y Mercantil
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ÍNDICE
- Introducción………… 3-4
- Desarrollo caso práctico……5-9
- Conclusión personal……….. 9
4 Bibliografía………………… 9
INTRODUCCION
Trabajar con adolescentes nunca ha sido tan necesario como en los tiempos actuales. Los y las jóvenes son el futuro de nuestra sociedad y no se lo estamos poniendo fácil. Los adultos nos quejamos mucho de ellos, pero les estamos dejando una sociedad imperfecta e injusta. De todas formas, y ciñéndonos a los retos de los/as propios/as adolescentes, el camino del crecer está lleno de trampas. Tienen que sortear dificultades de todo tipo y es obligación de los adultos, más de los que nos dedicamos a cuestiones educativas y sociales, ayudarles a que hagan su camino con valentía y determinación. Que a la equivocación siempre le siga la perseverancia al estilo del profesor Keating.
La mediación es una necesidad de las propias familias. Conflictos que antes no se daban o que en caso de producirse eran resueltos por los propios integrantes de la familia ahora precisan de la intervención de agentes externos a la misma. En los tiempos que corren no solamente han cambiado la tipología de algunos de sus problemas, también lo hacen los procedimientos de resolución que se prefieren para su acuerdo. Lo que antes era apropiado y justo, ahora nos parece equivocado e inaceptable.
El utilizar la palabra para resolver conflictos facilita el conocimiento de la “otra persona”, por tanto la mediación como procedimiento ayuda a los litigantes a conocer mejor los intereses y necesidades de la otra parte, ya sean estos progenitores o madres y padres con sus hijas e hijos. Incluso, y en contra de todas las ideas preconcebidas sobre la adolescencia, facilita el que los/as más jóvenes entiendan las posturas y necesidades de sus padres y madres.
Si las razones expuestas parecen insuficientes, hay una tercera, la mediación es un procedimiento menos temido, menos “prejuiciado”, por los/as personas, adultos o jóvenes, que otro tipo de intervenciones basadas en la identificación del “paciente” o de la persona que tiene el problema. La “salud familiar” no solo puede estar relacionada con el mayor o menor número de conflictos que suceden dentro de ella sino, también, con las formas que se utilizan para su resolución, y sobre todo, con la calidad de las relaciones que tienen sus integrantes. A mejorar estas relaciones, ayuda, y ayuda mucho, la mediación familiar.
Esta acentuación en las “formas” de resolución de los conflictos más que en la cantidad y el contenido de los mismos hace que la mediación de alguna manera “normalice” los conflictos, su presencia no incapacita a la familia, y ayuda a sus integrantes a que sean ellos mismos quienes tomen las decisiones y soluciones a los problemas. La familia es la encargada y la responsable de las decisiones, el/la mediador/a da poder (el realidad nunca lo tiene), “cree en las capacidades de la familia” para hacer frente a sus retos y dificultades. Se produce un proceso de “empowerment”, al que Vinyamata denomina “empoderamiento” sobre las decisiones y soluciones familiares.
Por todo ello, desde nuestra concepción del trabajo con parejas, familias y adolescentes, lo fundamental del mismo siempre será la propia familia. Entendemos la mediación desde una óptica psicosocial, esto es, como una fantástica herramienta para trabajar con familias teniendo siempre en cuenta los factores s
CASO PRACTICO
“La mediación es un procedimiento que consiste en la intervención de terceras personas imparciales y expertas, quienes ayudan a las partes a alcanzar por sí mismas soluciones amistosas a sus conflictos. El profesional o la profesional mediadora no adopta ninguna decisión por sí misma, sino que son las partes quienes deciden y alcanzan o no acuerdos sobre el conflicto que mantienen. Es decir, la persona mediadora familiar se perfila como una figura profesional especializada, imparcial e independiente, cuya actuación es requerida, por iniciativa de las partes, a efectos de posibilitar la apertura de vías de comunicación entre ellas, proporcionándoles, a este fin, un procedimiento que permita alcanzar soluciones satisfactorias para sus situaciones de conflictos familiares sin necesidad, por tanto, de atribuirle necesariamente facultades decisorias o dirimentes” (Ley 1/2008, de 8 de febrero, de Mediación Familiar)
La diferencia fundamental entre mediación y arbitraje radica en quién encuentra la solución para el conflicto. En el arbitraje, el árbitro es quien decide cuál es la solución, como si fuese un juez. En la mediación, son las personas afectadas por el conflicto las que encuentran la solución al mismo y firman un acuerdo.
Se trata de poner encima de la mesa lo que cada uno espera de los otros y lo que está dispuesto a realizar y a cambio de qué. Ir recogiendo los acuerdos por escrito Se utiliza la herramienta básica de los y las mediadores/as: El Retropapel.
CARACTERÍSTICAS DEL PROCEDIMIENTO DE MEDIACIÓN FAMILIAR En cuanto al propio procedimiento 1. La Mediación es un Procedimiento Estructurado 2. La Mediación es un Procedimiento Breve 3. La Mediación es un Procedimiento Confidencial 4. La Mediación es un Procedimiento Voluntario En cuanto al/a la Mediador/a y las reglas que rigen su comportamiento 5. El/la mediador/a se incorpora a una relación existente y que está marcada por algún grado de discrepancia y/o conflicto. 6. El/la mediador/a debe ser imparcial y neutral 7. El/la mediador/a no tiene poder de decisión En cuanto a las partes intervinientes en el mismo (los mediados) 8. En primer lugar, las partes del conflicto deben aceptar al/a la mediador/a 9. La decisión sobre los acuerdos es de la única competencia de las partes. 10. La mediación tiene un carácter personalísimo y de “buena fe”
PAPEL DEL MEDIADOR
Sobre lo anteriormente explicado, se puede resumir en un pequeño esquema a tener en cuenta…, así a la hora de intervenir en una negociación, utilizaremos las siguientes tácticas: ¬ Ignorar comentarios hostiles ¬ Cambiar comentarios hostiles ¬ Escribir lo que se habla ¬ Pedir que lo que se exprese sea en positivo ¬ Hablar con calma ¬ Escuchar y hablar más tarde ¬ Utilizar el humor ¬ Cambiar de tácticas. Flexibilidad ¬ Plantear descansos ¬ Demostrar por qué una cosa es justa ¬ Reformular, redefinir, recontextualiza
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