Memoria Y Atención
Enviado por catitate • 1 de Julio de 2014 • 1.880 Palabras (8 Páginas) • 312 Visitas
Memoria y Atención
La memoria y la atención son consideradas funciones psicológicas superiores, por lo cual, no se las puede desvincular de la inteligencia de la que sin duda son un instrumento.
La memoria es fundamental en el procesamiento de la información en sus etapas iniciales y en el aprendizaje.
El concepto de memoria ha variado en el tiempo, pero existen características que se repiten según los autores que la definen.
Meulders y Boisacq definen la memoria como la facultad que permite al sujeto encargarse de la información, conservarla y evocarla, para una mejor adaptación de su comportamiento en función de sus experiencias anteriores, a su vez, Féssard plantea que el rol de la memoria es favorecer la adaptación de los seres vivos a su medio, lo que lleva a que se construya en ellos una especie de modelo interno del ambiente.
En ambas definiciones se encuentran las principales características de la memoria.
Se puede decir que la memoria es la retención de información a través del tiempo, la cual implica una serie de procesos: codificación, consolidación, almacenamiento y recuperación.
La codificación es el proceso por el cual se atiende y procesa la nueva información, para persistir y ser bien recordada, es necesario atender y asociar en forma significativa esa nueva información, a conocimientos que ya se han memorizado y a los cuales puede integrarse.
Es importante en este primer proceso la atención, entendida como la concentración y el enfoque de los recursos mentales siendo selectiva en la adquisición de la información.
La codificación es seguida de la consolidación, que es el proceso por el cual la información nueva se almacena, siendo al comienzo lábil y después se hace estable. Después que se codifica y consolida la información, es necesario almacenarla, se retiene por un tiempo ilimitado.
Existen tres tipos de almacenes, que varían según el tiempo de retención: memoria sensorial, memoria de trabajo (corto plazo) y memoria a largo plazo.
La memoria sensorial, es aquella que retiene la información del mundo a través de los sentidos solo por un instante, se refiere a los almacenajes más breves de la memoria que duran fracciones de segundos.
Por otro lado, se encuentra la memoria a corto plazo, también denominada de trabajo. Es aquella de capacidad limitada en donde la información es retenida por un periodo de 30 segundos. Comparada con la memoria sensorial es limitada en capacidad, pero relativamente más larga en duración.
Y por último, la memoria a largo plazo, que tiene la capacidad de almacenar enormes cantidades de información por un periodo largo de forma relativamente permanente, esta dura toda la vida. Dentro de esta memoria se encuentra la declarativa o explícita y la memoria procedural o implícita.
La memoria declarativa tiene dos variedades: episódicas y semánticas. La primera se refiere a los hechos de la vida del individuo, por lo que es una memoria autobiográfica y personal, es decir, la retención de la información acerca de dónde y cuándo tienen lugar los acontecimientos de la vida.
En cuanto a la segunda, no es individual sino colectiva, pues se refiere a conocimientos de diferente tipo históricos, geográficos, biológicos que son compartidos por numerosos individuos. Se jerarquiza en ella la significación, es la memoria de los hechos y los conceptos. Es el conjunto de conocimientos adquiridos que hacen posible la comprensión del medio ambiente incluyendo la sociedad. Según Peretz puede ser concebida como un sistema que permite inferir la significación funcional y las características asociativas de los objetos. Se considera que comienza siendo episódica, por lo que podría no hacerse la separación de ambos tipos de memoria. En cuanto a la memoria procedural o implícita ubicada dentro de la memoria a largo plazo, es la que se relaciona con el aprendizaje de actos motores, habilidades perceptivas y habilidades cognitivas.
Podemos encontrar una clasificación diferente de tipos de memoria propuestos por Fúster. En primer término, acepta la existencia de una memoria individual y una memoria filogénetica. Esta última, es heredada y adaptativa, ya que trae aquello que ha perdurado y se ha ido modificando a través del tiempo para lograr una mejor adaptación. En cuanto a la memoria individual, no es heredada sino que representa lo que el individuo va adquiriendo en su contacto con otros seres humanos y con el ambiente físico.
En la memoria individual Fúster distingue la memoria perceptual y la motora. La primera es la que se adquiere y evoca a través de los sentidos, abarca de lo más concreto a lo más abstracto. En cambio la segunda representa los actos motores en todos sus aspectos. Este tipo de memoria corresponde a la que se ha denominado memoria procedural.
Finalmente, por último, tenemos el proceso de recuperación de la memoria que permite recordar y usar la información almacenada. Esta recuperación puede ser automática o que requiera de un esfuerzo mayor.
En la memoria humana es también importante mencionar el olvido que Baddeley reconoce como olvido a corto y a largo plazo, o sea lo que se pierde en la etapa de procesamiento de la información en la memoria a corto plazo y lo que se pierde en la memoria a largo plazo.
El olvido se ha explicado de diversas maneras. Existe la teoría de la interferencia según la cual las imágenes anteriores están cada vez más cubiertas por las posteriores. También se ha enunciado la teoría del decaimiento de la huella, que supone que con el tiempo las huellas pueden “gastarse”, erosionarse. Una tercera posibilidad es el desmenuzamiento y la pérdida de diferentes componentes.
Baddeley da importancia tanto a la interferencia de aprendizajes previos como posteriores. Este autor destaca que en la vida cotidiana el
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