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Mente y adicciones


Enviado por   •  8 de Julio de 2022  •  Apuntes  •  1.975 Palabras (8 Páginas)  •  80 Visitas

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Mente y adicciones

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la adicción es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.

Los estudios sobre adicciones han aumentado y clarificado mucho en las tres últimas décadas y es la OMS que recoge y elabora un informe recopilatorio de avances en este tema: Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas, en el que se basa el presente monográfico. Y aunque la mayoría del texto haga referencia al consumo de sustancias psicoactivas se debe entender la inclusión implícita de los “Trastornos no relacionados a sustancias” incluidos en el DSM-V llamados también adicciones comportamentales.

Los avances en la investigación neurocientífica han revelado que la dependencia de sustancias es un trastorno crónico recidivante, con una base biológica y genética, y que no se debe únicamente a la falta de voluntad o de deseo de abandonar el consumo. Aún hoy en día entre la población lega se piensa que con solo voluntad se puede tratar la adicción pero, teniendo en cuenta que el área cerebral implicada en la motivación está dañada precisamente por el consumo de sustancias psicoactivas, adherirse a un tratamiento sería el mejor afrontamiento.

Los principales avances han sido posible gracias al desarrollo y uso de técnicas de neuroimagen como la resonancia magnética (RM), tomografía por emisión de positrones (PET) o resonancia magnética funcional (RMf), que permiten visualizar la estructura y función cerebral in vivo pudiendo observar los efectos de sustancias sobre las funciones cerebrales normales. Con dichas técnicas se han identificado regiones específicas de la corteza cerebral y del sistema límbico que se ven severamente afectadas por el consumo de sustancia psicoactivas y este es el reto de la ciencia, conocer al máximo el mecanismo de la adicción.

Fue con el premio Nobel al doctor Santiago Ramón y Cajal y su descubrimiento sobre el tejido neuronal compuesto por células individuales que permitió avanzar sobre la comunicación neuronal. Las neuronas se comunican a través de sustancias químicas llamadas neurotransmisores. Los neurotransmisores más estudiados implicados en el consumo de sustancias psicoactivas y también en conductas adictivas son la dopamina, la serotonina, la noradrenalina, el GABA, el glutamato y los opioides endógenos. Las sustancias psicoactivas pueden simular los efectos de los neurotransmisores naturales, o endógenos, o interferir la función cerebral normal, bloqueándola, o alterando el almacenamiento, la liberación y la eliminación de los neurotransmisores. La OMS clasifica las sustancias psicoactivas más comunes como depresores (el alcohol, los sedantes/hipnóticos y los disolventes volátiles), estimulantes (nicotina, la cocaína, las anfetaminas y el éxtasis), opioides (morfina y heroína) y alucinógenos (fenciclidina-PCP-, la dietilamina del ácido lisérgico-LSD- y el cannabis). Todas estas sustancias actúan sobre la motivación, activando la vía dopaminérgica mesolímbica relacionada con el sistema de placer y recompensa. Dos regiones muy importantes dentro de esta vía son el área tegmental ventral y el núcleo accumbens; en la primera interviene el neurotransmisor dopamina afectando a regiones implicadas en la emoción, el pensamiento, la memoria y la planificación y ejecución de comportamientos; la segunda está implicada en la motivación y el aprendizaje, así como en el valor motivacional de los estímulos. Esto quiere decir que la persona dependiente responde ante las sustancias psicoactivas como si fuesen vitales y biológicamente necesarias. Como se ha mencionado, a la persona dependiente se le pide que utilice la voluntad para dejar de consumir pero con estos datos vemos que es precisamente la toma de decisiones y la voluntad las que están dañadas neuronalmente. Si el dependiente valora como vital el consumo, su toma de decisión irá dirigida cognitiva y comportamentalmente a la consecución de la sustancia, por mucha voluntad que le ponga.

La relación que establece la persona con la sustancia psicoactiva puede ser de tres tipos, de uso, abuso o dependencia. La característica diferencial es la posibilidad de interrumpir el consumo con mayor o menor dificultad, durante un tiempo prolongado sin que aparezcan síntomas de abstinencia. Dentro de un proceso en el que la persona empieza consumiendo de una manera social, lúdica y experimental, a través de un consumo repetido, las estructuras cerebrales y neuroquímicas van modificándose en lo que se llama una neuroadaptación de la conducta al consumo de sustancias. Es un proceso silencioso donde la persona no es consciente del paso de un uso a una dependencia, pasando o no por periodos de abuso en el consumo. Normalmente la persona se da cuenta de que se encuentra en un estado de dependencia al tener dificultades para no consumir en situaciones en las que la propia persona decide no hacerlo. Su voluntad no le funciona.

La dependencia

Puede considerarse como parte de un proceso de aprendizaje donde la persona que consume sustancias psicoactivas va asociando estímulos internos y externos como lugares, personas, circunstancias, horas del día, etc., a una experiencia  recompensante o reforzante que activa circuitos cerebrales donde se aumenta la probabilidad de que ese comportamiento se repita. Es un aprendizaje asociativo donde la motivación se activa en presencia de dichos estímulos, tanto externos como internos, porque los procesos emocionales y de pensamiento también han sido asociados a una respuesta de consumo. Pero este mecanismo neurológico por sí mismo no explica que personas pierdan su trabajo, su familia y hasta su vida con tal de conseguir estas sustancias. La explicación es más compleja e intervienen factores psicológicos, neurobiológicos y sociales donde la toma de decisiones del individuo va dirigida al consumo de sustancia y/o conductas adictivas como respuesta.

En el momento en que la persona intenta controlar sus consumos y/o conductas y fracasa cuando empieza un proceso silencioso de intentos fallidos, donde la persona todavía no es consciente de haber adquirido una enfermedad. Si una persona no es consciente de que tiene una enfermedad no puede pedir ayuda para tratarla. Pueden pasar meses y años desde que la persona empieza a darse cuenta de que algo falla en su voluntad hasta que se pone en tratamiento. En la mayoría de casos es el entorno del paciente el que da la voz de alarma de que algo va mal.

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