Mi Ángel Y La Eutanasia
Enviado por GuadalupeReyna • 14 de Enero de 2013 • 2.752 Palabras (12 Páginas) • 365 Visitas
Ensayo: Mi Ángel y la Eutanasia
Por Ma. Guadalupe Reyna Martínez
Psicóloga terapeuta de la Universidad Autónoma de Coahuila
Enero 2013
¿Si escuchará a mi ángel el me aconsejaría la eutanasia en caso de que yo tuviera muerte cerebral o lo tuviese un familiar muy querido?
¿Por qué hablaría un ángel conmigo para aconsejarme lo que tengo que hacer respecto a este tema?
¿ La eutanasia es una buena alternativa para una muerte digna ?
¿ Cada día nos debemos de preguntar si yo estuviera en el lugar de un paciente con un enfermedad terminal, estado vegetativo, o en un estado de inconsciencia que me gustaría hacer con mi vida si se le puede llamar vida a ello?
Cuando se habla de Perdón es una expresión de amor y se basa en la aceptación. Aceptar no significa que debe gustarte, significa que estás dispuesto a de apoyar la decisión de la otra parte. Liberar es la clave para perdonar. Para perdonar debes de desprenderte del dolor, el resentimiento, la ira, la culpabilidad, el deseo de venganza, el sentirte mal ante una situación de toma de decisiones para aplicar la eutanasia.
Las diversas posturas y mascaras que cada quién juega ante esta situación:
La madre y el padre.- ¡No como es posible que yo le pudiera quitar la vida si yo se la di me estaría arrepintiendo toda la vida, prefiero tenerlo de esa manera ya nos tocaba cuidarlo toda la vida hasta que Dios quiera!
El médico.- Cuya postura le hicieron jurar que es la de mantener la vida
El psicólogo.- quién trabaja todas las cuestiones emocionales, sentimentales, psicológicas y secuelas mentales que ello implica.
El sacerdote.- que esta totalmente diciendo que es pecado el quitarse la vida porque es “pecado”.
Los abogados.- En México poco lo aplican por tantas negligencias medicas que hay y por cuestiones de ley, más sin embargo lo podrían llevar a cabo bajo un notario, siempre que cuando se realice el paciente este en su total facultad mental cuando toma esta decisión.
El gobierno por cuestiones de políticas sociales y tradicionales.
Tú que tienes tiempo en estos momentos haz una lista de deseos y estoy segura que nunca podrías mi deseo es estar postrado en una cama sin poder moverme, que me estuvieran atendiendo todo el tiempo, causando lastima o molestando, quitándoles el tiempo de los demás, para que me atiendan.
Es por ello que considero que la eutanasia debe ser considerada legalmente como una alternativa para un muerte digna que todos merecemos.
En lugar de estar artificialmente en este mundo con tubos, desfibriladores, respiradores, y otros equipos de resucitación para conservar una vida.
Es posible ahora, por medios artificiales de respiración y alimentación, mantener viva por mucho tiempo a una persona que ha quedado en estado vegetativo o con muerte cerebral irreversible. Una persona que habría fallecido de modo natural porque su cuerpo ya no estaba en condiciones para conservarla consciente y con las capacidades suficientes para continuar su vida. La intervención humana interrumpió el ciclo natural de vida y conserva vivo un cuerpo que no tiene consciencia de su antinatural situación.
Una sola razón justificaría el hecho de conservar con vida ese cuerpo, que sus órganos internos sean preservados para ser donados a otras personas en un intento por salvar sus vidas. Pero para ello sería indispensable tener el respaldo legal para que al "muerto en vida" se le aplique la eutanasia con el fin de proceder a la donación de sus órganos.
Muchos argumentan que la vida humana es un regalo precioso e invaluable y que debe ser vivida en toda su intensidad y disfrutar al máximo cada segundo de ella, por lo que, en caso de riesgo de muerte, debe hacerse todo lo humanamente posible para preservarla y prolongarla el mayor tiempo posible.
Una persona en estado vegetativo o con muerte cerebral irreversible ya no puede vivir la vida en toda su intensidad ni disfrutar de un sólo segundo de vida, puesto que ya no tiene consciencia de su propia existencia. Si un ser humano ya no puede vivir conscientemente su vida, este argumento pierde por completo el sentido.
Si los adelantos en la ciencia médica y la tecnología nos garantizan una vida digna, la eutanasia para casos extremos debe darnos la posibilidad de, ante la imposibilidad de prolongar con dignidad nuestra vida, garantizarnos una muerte digna.
Si bien es cierto que una persona con muerte cerebral o en estado vegetativo ya no siente dolor, es un acto de piedad acabar con la pena inútil de los familiares y allegados, quienes en virtud de la ilegalidad de la eutanasia, son condenados vivir una situación terriblemente dolorosa al verse obligados a prolongar la vida de su familiar, causándoles éste dilema un gran dolor moral y una altísima carga económica.
En 1988, el Estado australiano de Victoria se convirtió en la primera jurisdicción anglo-parlante en legalizar la eutanasia. La cámara baja del parlamento alemán aprobó en el año 2009 la eutanasia. Una ley holandesa aprobada en el año 2000 permite la eutanasia bajo estricto control médico.
Si otros países han despenalizado la eutanasia para casos extremos e irreversibles, deberíamos nosotros también avanzar al respecto y profundizar en la comprensión de las verdaderas razones morales, psicológicas y económicas que influyen en otros gobiernos y sociedades para superar añejos tabúes y ofrecer a sus ciudadanos verdadera calidad de vida... y de muerte.
Para concluir, resulta muy oportuno el pensamiento de Epicteto: "La muerte en modo alguno es un mal; no obstante, opinamos todo lo contrario, y esto sí que es un verdadero mal." Debemos de una vez por todas encarar la muerte como el corolario de nuestra vida, y permitir a nuestra sociedad transitar dignamente por ella, teniendo la posibilidad de hacernos cargo de ella con piadosa responsabilidad. Por ello, la eutanasia debe ser considerada legalmente como una alternativa para una muerte digna.
La eutanasia es una buena alternativa para una muerte digna
En el último tiempo se ha generado un gran revuelo en torno al tema de la “Eutanasia”, en donde públicamente se han dado a conocer diversos casos en relación al tema. Tal es el caso de la anciana Laura Guajardo de 84 años, quien en Noviembre del año 2006 llega al Hospital San Juan de Dios de los Andes por una herida que, dada la diabetes que la afectaba, obligó a la amputación de una de sus piernas, falleciendo el 20 de Noviembre del mismo año por una sobredosis de insulina suministrada por la técnico paramédico Ana Quiroz Rojas y la estudiante de enfermería Aileen Torrealba Farías.
Este caso ocurrido en Chile nos incita a reflexionar sobre
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