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Monografia de la fobia social


Enviado por   •  2 de Marzo de 2020  •  Monografía  •  1.998 Palabras (8 Páginas)  •  454 Visitas

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Introducción

El presente trabajo se centrará en la fobia social, también denominada trastorno de ansiedad social, el cual es considerado frecuente en la comunidad adolescente.

 La fobia social es el segundo trastorno fóbico más frecuentemente visto en la población adolescente, sólo superado por la agorafobia. La forma de comienzo de este problema puede ser progresiva, con antecedentes de timidez en la infancia y de aislamiento en la adolescencia, o bien repentina, tras una experiencia traumática.  Baja autoestima y sentimientos de inferioridad son rasgos característicos de las personas que presentan este problema.

El objetivo de esta monografía es dar a conocer las causas de la fobia social, el comportamiento de las personas que padecen esta enfermedad y así también el tratamiento adecuado para quienes lo padecen.

La hipótesis que guiará este trabajo es que la fobia social puede llevar a las personas a estados de pánico, los cuales pueden ser muy graves, la persona fóbica – socialmente hablando, vive condicionada y limitada para su vida normal.

Las fuentes que se consultarán serán propias de internet basándonos en páginas seguras y con datos recientes en relación a la información que contienen.

Desarrollo

Fobia Social, un trastorno de ansiedad

Según un informe sobre los trastornos de ansiedad, dice que existe una lista extensa de perturbaciones como ataques de pánico, agorafobia, fobia específica, trastorno obsesivo-compulsivo, etc.

En  este trabajo trataremos en profundidad la ansiedad o fobia social. Se encuentra ubicada dentro de los llamados trastornos de ansiedad que se trata en el libro DSM-IV. Los mencionados anteriormente tienen fenómenos en común propios como ser la angustia, ansiedad y miedo. Dichas emociones están relacionadas a la anticipación ansiosa y a la angustia de  exposición.

Las condiciones que debe tener una persona para declarar que lo que está padeciendo es patológico son cuando las emociones o experiencias hacen que el individuo se prive de desarrollarse como alguien normal.

El temor y la ansiedad son producidos en situaciones de interacción con otro individuo, ya sea cuando se encuentra en una situación de observar y ser observada por la otra persona, se encuentra en la naturaleza del ser humano. En general para la mayoría, estos temores son leves, temporales e incluso sirven como aprendizaje, ya que les permiten ir creando nuevos métodos para resolver los episodios que antes le generaban inquietud, haciéndolos más llevaderos. Pero para otros individuos que padecen, tienden a sentir un miedo intenso, invasor, poco manejable, que genera que la memoria vaya recreando las situaciones en las que alguna vez se sintieron miserables.

Teniendo en cuenta dichos factores cognitivos, el modelo sustenta la idea de que éstos…

…influencian a los individuos para que consideren las situaciones sociales como peligrosas, para que predigan que van a fallar al intentar lograr el nivel de actuación social que desean, y para que interpreten algunas señales sociales inofensivas o ambiguas como signos de evaluación negativa de los demás. Por tanto, cuando una situación social es considerada de esta forma, los fóbicos sociales se ven sumergidos en la ansiedad. (Calderón y Blázquez, 2014: 138).

De esta manera podemos ver como en las personas se perjudica la confianza y el respeto en el otro u otros, las cuales son necesarias a la hora de tener un encuentro exitoso.

Se dice que entre los  10 y 19 años es cuando se puede desarrollar la fobia social. Porque es cuando se produce el cambio de pensamiento infantil hacia un pensamiento abstracto, en el cual se tratará de tener mayor independencia personal para buscar personas de su edad y así compartir sus ideas y valores.

Los cambios producen en el adolescente inseguridad, y a medida que avanza va desarrollando su identidad personal.

Es común que el joven presente sentimientos de inferioridad en frente a los demás, se cree que estos van desapareciendo cuando se encuentra cerca del cierre de la adolescencia.

Según estudios esta condición de vulnerabilidad en relación a la edad, se produce con mayor intensidad en los primeros años de la adolescencia para disminuir gradualmente hacia los veinte años. Es en ese momento, que la fobia social o trastorno por ansiedad social encuentra un ambiente oportuno para hacer sus primeras apariciones cuando el terreno biológico lo permite o facilita.

Después de lo explicado anteriormente se puede comprobar que la fobia social es un cuadro que afecta a todas las edades. Debemos tener en cuenta que en los jóvenes, los síntomas propios de la fobia social se mantienen ocultos y pueden incluso desvanecerse, para reaparecer con intensidad cuando el adolescente debe enfrentar situaciones de desafío personal, como por ejemplo el ingreso a la universidad, el comienzo de su vida laboral, la integración a un nuevo colegio, la adaptación a otra ciudad, el matrimonio o la conformación de una pareja.

La edad promedio en que los jóvenes sienten una grave acumulación  de estos síntomas es a los 26 años, es decir, cuando deben aportar todo lo aprendido en la adolescencia para enfrentar con éxito los desafíos de la madurez, es decir,  contar con capacidad para establecer una relación de pareja estable y enriquecedora, ser capaces de dar y recibir afecto, desenvolverse con una sociabilidad fluida, y tener un desempeño laboral creativo. Comúnmente si un adolescente de por ejemplo 15 años inicia una fobia social, muchas veces no consulta hasta los 26 años que es cuando se ve agobiado o francamente limitado e interferido por síntomas agudos de ansiedad social.

En un estudio citado por B. Sandín, realizado por Strauss y Last en 1993, en niños y adolescentes, diagnosticados con fobia social, encontraron que la mayoría presentaba un intenso miedo a las situaciones escolares (64%), y a situaciones que requieren hablar en público (57%), 15 mientras que a ruborizarse (25%), comer o beber frente a otros (18%), vestirse frente a otros (14%), y usar los aseos públicos (7%). Sandín cita otro estudio que muestra a niños y adolescentes, que padecen de fobia social, con dificultades para asistir a fiestas o reuniones (27,6%), escribir en público (en el pizarrón) (27,6%), hablar con personas que ostentan autoridad (20,7%), y a desempeñarse en situaciones informales de hablar en público, interactuando con iguales y con amistades de los padres (13%).

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