Movimiento Social.
Enviado por leydiserse • 13 de Noviembre de 2016 • Trabajo • 1.552 Palabras (7 Páginas) • 213 Visitas
ACTIVIDAD INDIVIDUAL
PSICOLOGÍA POLÍTICA
Tutor:
MÓNICA BOLAÑOS
Grupo:
403033_90
UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA
ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES, ARTES Y HUMANIDADES
PROGRAMA DE PSICOLOGÍA
VALLEDUPAR
MAYO/2016
Movimiento Feminista O Movimiento De Mujeres En Colombia
Aportes importantes
Este movimiento centra su importancia en la lucha por la obtención de derechos humanos, en este caso ligados a la mujer. Existente de manera concreta y explícita desde fines del siglo XIX, el feminismo adquirió especial fuerza en la segunda mitad del siglo XX cuando las mujeres empezaron a hacerse parte de una sociedad que históricamente se había caracterizado por dejarlas afuera de las decisiones importantes, así como también de la consecución de sus derechos más básicos.
El Movimiento Feminista Político, Social e Ideológico plantea temas importantes como: que la mujer debe tener en la sociedad actual el mismo rol que el hombre, tener el derecho a participar políticamente, a trabajar, a estudiar, a decidir sobre su cuerpo y su vida, a construir su identidad de manera autónoma y sin imposiciones ni de otros hombres como tampoco de instituciones formales que dominaron a la sociedad en otras épocas como la Iglesia o que la siguen dominando hoy en día como el Estado. Este tipo de movimientos es esencial para asegurar que sectores desprotegidos de la sociedad puedan acceder a derechos de todo tipo que hasta el momento puedan estar negados o incluso anulados.
El feminismo resulta ser importante especialmente a la hora de concientizar a la población sobre la existencia de un sinfín de situaciones en las cuales las mujeres sufren de algún tipo de violencia, ejercicio del poder o dominio sobre sus cuerpos, mentes y elecciones, ya sea tanto a manos de hombres o incluso a manos de otras mujeres, lo cual habla de que aún las sociedades occidentales pueden tener todavía rastros de machismo ocultos o no tan evidentes que dañan y perjudican a la construcción de la identidad de cada una de las mujeres. Es por esto que el feminismo logra romper en numerosas ocasiones con esas pautas establecidas que suponen que una mujer sólo es tal cuando se convierte en madre o esposa y que en muchos casos están completamente enquistadas en sociedades de todo tipo, y de ahí su importancia crucial.
El tiempo que tiene de creación
Este movimiento surge a fines del siglo XIX y ha pasado por tres etapas: la primera (hasta mediados del siglo XX) se centró en la reivindicación del derecho al voto para la mujer (sufragismo); la segunda (décadas del sesenta y el setenta del siglo XX), se centró en la liberación de la mujer; la tercera desde fines del siglo XX, hasta la actualidad), abre sus horizontes en diversos campos culturales y sociales.
Como en la mayoría de naciones, el siglo XX se inicia en Colombia sin que las mujeres tengan el derecho al voto y a la participación política. Sin embargo, en contraste con otros países latinoamericanos, el voto se aprueba después de la Segunda Guerra Mundial, en lo que se puede ver como la tercera ola sufragista (1945-1955). Mientras en la segunda ola que se desenvuelve del final de la primera guerra mundial hasta 1944 se encuentran países como Ecuador, Chile, Brasil, Uruguay, Cuba o Panamá, Colombia se ubica casi al final de la tercera ola, luego de países como Argentina, México, Guatemala y Venezuela. Es por esta razón que se puede confirmar que el país, a pesar de tener una de los sistemas democráticos más ininterrumpidos del continente, fue de las últimas naciones latinoamericanas en aprobar el sufragio femenino. ¿Por qué la resistencia a incorporar a las mujeres en la competencia electoral? La respuesta reside en los arreglos institucionales y las confrontaciones partidistas que caracterizaron la vida política hasta ‘La Violencia’, y que a su vez marca la estructura de las iniciativas feministas que se emprendieron durante ese período. Es este el sentido que aquí tiene la noción de subversión estigmatizada en el contexto colombiano por su asociación con los grupos guerrilleros-, noción que implica el poder de la ruptura, de la trasgresión y de la invención. De estas transformaciones sociales, culturales y en la subjetividad que renovaron el siglo XX, son artífices significativas las mujeres. Ello marca el (re)nacimiento del feminismo en la versión conocida como la Segunda Ola. Este movimiento se amplía y fortalece a lo largo de la década de los 80, se consolida en los 90 y, de manera sostenida, llega al siglo XXI.
Formas de participación evidenciado
Las feministas participan, desde sus inicios, en los nuevos espacios de movilización social, ya crítica al modelo capitalista. Sin embargo, estos espacios, horizontales y participativos, en muchos casos comparten la lógica patriarcal y continúan sin reconocer que el sistema actual se erige sobre la explotación del trabajo no remunerado y los cuerpos de las mujeres.
Si comparamos las distintas oleadas feministas lo que tienen en común sus demandas es que se basan en la constatación de que el sexo biológico se convierte en género social. Es decir, el hecho de ser mujer no es sólo un fenómeno biológico; sobre la biología se le construye un rol social y unos ámbitos de participación que constituyen su género. A este género se le asigna un estatus inferior que se traduce luego en la discriminación. Las sociedades y su organización social, económica y cultural han cambiado históricamente. Sin embargo, en cada caso se ha mantenido esta jerarquía entre los géneros y esta discriminación. Por eso el feminismo reaparece a través del tiempo. Como la expresión en cada período histórico es diferente, las mujeres se han encontrado con discriminaciones de diferente tipo y en cada uno de los períodos de "resurrección" del feminismo se plantean reivindicaciones específicas.
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