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Mutismo Selectivo En La Escuela


Enviado por   •  19 de Octubre de 2012  •  2.663 Palabras (11 Páginas)  •  669 Visitas

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Pautas para mejorar las condiciones personales y sociales

Intensificar el vínculo afectivo positivo con el niño. Con este fin se pueden realizar diversas estrategias: destinar momentos concretos a lo largo del día (2 ó 3) para estar con él e interesarse por sus “cosas”; establecer contacto físico cariñoso frecuente con él, utilizar el elogio privado y público por las tareas bien realizadas, contar con él en las situaciones que se produzcan en el aula, hacerle consciente de la atención del profesor con sonrisas y guiños, realizar juegos en el aula y hacer pareja de juego con él…

Favorecer las interacciones entre los niños y entre éstos y los adultos en el centro. Para ello se diseñarán actividades en parejas y pequeño grupo. Se pueden realizar actividades de trabajo escolar tales como realizar murales, hacer construcciones, juegos de ordenador que exijan dos participantes…; y actividades de juego libre y juego dirigido (juego social, juego cooperativo…). La elección de los grupos será realizada siempre por el profesor, igualmente programará las ayudas que el niño necesita y estará muy pendiente del desarrollo de las actividades.

Evitar actuaciones, tanto de los compañeros como de los profesores, que puedan mantener el comportamiento de mutismo, tales como dar por válidas respuestas gestuales del niño, darle la posibilidad o sugerirle que responda de otras formas distintas a la verbal, permitir que otros niños pidan algo o respondan por él, realizar comentarios que justifiquen o expliquen el comportamiento del niño (“No habla porque…”…).

Evitar la sobreprotección. Ante situaciones sociales en las que es visible la incomodidad del niño, y en las que se manifiesta la tendencia del adulto a sobreprotegerlo, conviene resolver la situación actuando de manera general, sobre todo el grupo, y no centrándola en el niño. No conviene justificarlo ante los demás, ni expresarle comprensión, ni insistirle en que responda verbalmente… Tampoco se le harán las tareas que el niño puede hacer por sí solo.

Asignar pequeñas tareas de responsabilidad dentro del aula y del centro educativo ajustadas a la edad (hacer recados, repartir/recoger material, borrar la pizarra, pedir fotocopias al conserje…)

Aumentar el control del adulto, sobre las interacciones entre los iguales, con el fin de evitar el aislamiento del alumno y, sobre la existencia de tiempos de trabajo en los que la actividad escolar depende de su propia iniciativa.

Evitar que el alumno pase desapercibido en las actividades que impliquen la participación de todos (responder a preguntas, cantar, representar con mímica…), respetando escrupulosamente su turno y asignándole un tiempo de participación.

Incrementar dentro de la programación de aula las actividades que impliquen movimiento corporal y contacto físico entre los niños (hacerse cosquillas, formar “montones”, darse abrazos…).

Introducir o incrementar en la programación de aula actividades de relajación para realizar en grupo ( borrar la pizarra, repartir materiales, llevar algo a otro profesor, recoger fotocopias en conserjería, acompañar a un niño...).

Reforzar con frecuencia los comportamientos y actuaciones que el niño realiza bien (trabajos escolares, atención a las explicaciones, disposición al trabajo, ayuda a compañeros…).

Crear un clima de seguridad, aceptación y confianza en el aula favorable a la comunicación verbal.

Programar tiempos de coordinación de todo el profesorado que interviene en la atención educativa del grupo al que pertenece el alumno, para dar coherencia y consistencia a la intervención educativa. Es fundamental que todo el profesorado que tiene relación con el aula y con el niño, junto con la orientadora, comprenda los objetivos y estrategias a llevar a cabo, diseñe y planifique las actividades a realizar en sus sesiones y ponga en común los resultados y dificultades encontradas. La coherencia y consistencia de las intervenciones de todos contribuirá positivamente a que tenga resultados positivos.

Se les dará instrucciones a los padres para que hagan “vida social” dentro del entorno escolar. Siempre que sea posible, les llevarán a la escuela, les recogerán, y permanecerán en el patio escolar fuera del horario fomentando el juego del niño con sus compañeros. Los padres deberán establecer interacciones sociales con otros adultos ofreciendo al niño modelos adecuados de relación interpersonal.

Mantener estrecha relación con la familia para el trasvase de información y el ajuste de las pautas y estrategias a implantar en el ámbito familiar.

En primer lugar, y antes de presentar el modelo de intervención, es necesario explicitar una serie de premisas básicas que deben ser tenidas en cuenta para la elaboración de las pautas de intervención. Éstas son:

(1) Las actitudes de sobreprotección para evitar el sufrimiento del niño y, las que tienden a minimizar o ignorar el problema no hacen más que reforzar e incrementar el mutismo.

(2) Las situaciones comunicativas “naturales” no son suficientes para superar el mutismo. Es necesario planificar y diseñar otras situaciones, garantizando siempre el éxito del niño.

(3) En cada momento de la intervención, se partirá de lo que el niño es capaz de hacer con ayuda.

(4) La exigencia de respuesta verbal se ajustará a una progresión y se mantendrá a lo largo de todo el proceso. Se evitará la tendencia natural a la acomodación en el nivel alcanzado, tanto de los niños como de los adultos responsables.

(5) La necesidad de rigor y sistematicidad y la diversidad de ámbitos afectados exige la coordinación de todos los implicados (Familia-escuela)

ACTIVIDADES:

Desarrollar pautas específicas para la estimulación del habla

Qué HACER Qué NO HACER

Modelar y enseñar al niño formas adecuadas de iniciar y mantener interacciones verbales con otros (cómo saludar, cómo pedir jugar, cómo acercarse…).

Reforzar las aproximaciones verbales y no verbales del niño hacia otras personas tanto iguales como adultos. Comentar con él el agrado y las ventajas de jugar con otros, de tener amigos, invitar a amigos a casa…)

Fomentar la interacción social (y verbal) con iguales y con adultos:

- Adaptando el procedimiento de los juegos a las necesidades del niño: p.e. juegos de mesa habituales tales como el parchís, la oca, el dominó, juegos de cartas… que exigirán realizar producciones verbales cortas (indicar el número del dado, pedir una carta,

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