NO ME GUSTA EL NOVIO DE MI HIJA
Enviado por terapeutafamilia • 27 de Abril de 2012 • 869 Palabras (4 Páginas) • 2.265 Visitas
NO ME GUSTA EL NOVIO DE MI HIJA
Dr. Benjamín Reyes Carrión
Magister en Psicoterapia Familiar.
Email: baremo2000@yahoo.com
Cel. 097367604
Le entiendo pero no le comprendo, que no le gusta el novio de su hija, y cuál es el problema?, digo en este tiempo, no en la edad de la chispa, pues hoy las parejas no se hacen o deshacen por mandato de la cúpula, se deciden, bien o mal, entre iguales, y los jóvenes a la hora de las grandes decisiones necesitan de sus padres mucha capacidad de escucha y tolerancia, no simplemente prohibiciones, especialmente si las mismas no se sostienen con argumentos válidos.
A usted no le gusta el candidato a yerno, pues ni modo, ese no es su asunto, especialmente si sus razones son simplemente de antipatía por alguna situación secundaria, por ejemplo racial o económica. No quisiera pensar que todavía hay personas que se hacen lío por asuntos de apellidos o por procedencias sociales. Buen amigo, usted tendría todo el derecho del mundo a armar un sindicato si el susodicho candidato tiene serios cuestionamientos morales, carece de un proyecto de vida, pertenece a grupos antisociales, es un violento confeso u otros asuntos de esa magnitud.
Si carece de estos argumentos en qué sustenta su frontal oposición? no le parece que está invadiendo un derecho que le corresponde solamente a su hija, incluso a riesgo que se equivoque, considero que usted junto a su compañera deberían tender puentes de afecto y comprensión para su hija, ella les ama de verdad, pero necesita sus propios espacios de realización personal y unos padres que juzguen menos y escuchen más.
Si usted mantiene esa conducta confrontacional está precipitando que los tortolitos pisen el acelerador, se lancen al vacío, sin haber vivido cada etapa de su proceso de enamoramiento, eludiendo la urgente paciencia que requiere el constituirse en pareja, y por tanto con el riesgo posible de fracasar como tales.
Usted y su esposa pueden ser acompañantes muy calificados para estar junto a vuestra hija, entrando y saliendo según la circunstancia, teniendo la palabra justa en el momento exacto, es decir practicando el dialogar sin invadir, orientar sin imponer y facilitando las mejores condiciones para que la “chiquita” vaya tomando el mando de su vida junto a la persona que ella juzgue idónea para ser el compañero de su vida.
Más adelante, cuando las aguas se aquieten y usted valore el buen sentido de su hija, encontrará nuevas razones para reconocerle como un gran ser humano, pues ella, sin dejar de valorarle como padre, luchó por su proyecto de vida, y de seguro usted será un feliz abuelo.
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