Navegar En Un Barco A La Deriva
Enviado por terapeutafamilia • 17 de Noviembre de 2013 • 574 Palabras (3 Páginas) • 274 Visitas
NAVEGAR EN UN BARCO A LA DERIVA
Navegar en un barco a la deriva será siempre un asunto muy peligroso, toda vez que podría ocasionar en daños irreversibles para todos los viajeros, pues si nadie tiene el control de la embarcación, mente un milagro puede facilitar que la nave sea encontrada a tiempo para salvar a todos de una tragedia segura, o por lo menos de un gran susto.
En ese escenario de miedo, todas las miradas apuntan a lo que haga el capitán, quien tiene el vital compromiso de señalar las pautas para salir de la crisis, pues la tripulación a su mando junto a los viajeros requieren de su orientación para salir bien librados del conflicto, y su confusión o silencio pueden significar graves pérdidas, incluso de vidas humanas.
Cuando estos momentos críticos, que nadie los desea llegan, ya no quedan los espacios para lamentarse o repartir culpas, es la hora de tomar con presteza las grandes decisiones, y en esas circunstancias cuenta muchísimo el sano criterio de los padres, que sin ser magos, les toca ser la luz orientadora para superar juntos, como equipo, aquellos acontecimientos que puedan dañar a la familia.
La primera responsabilidad en tiempos críticos es de los capitanes, papá y mamá, contando mucho el entrenamiento promovido a tiempo con sus hijos, y cómo fluya la información pertinente con el de riesgo, pues éstos son los más sensibles y caerían en desesperación, si no se puntualizan urgentemente los caminos para salir del problema.
Lo peligroso y casi moda es que en muchas instituciones, entre ellas la familia, se empiece a hablar de la crisis solamente cuando ésta se presenta, quedando los capitanes desarmados, impotentes y sin la palabra justa para orientar a su gente sobre el cómo actuar en situaciones de grave riesgo, suponiendo ingenuamente que ellos tienen todo fríamente calculado, que nunca les va a suceder nada negativo.
No es recomendable para ustedes padres y madres de familia dejar de practicar una cultura preventiva, que no necesariamente significa hacer una lista de eventualidades siniestras, lo que significaría trabajar en base al miedo, viviendo todos a la defensiva.
Cuenta mucho para ustedes fortalecerse como sistema familiar, con la cálida y firme conducción vuestra, identificando los grandes recursos de cada uno de los integrantes del grupo familiar, pues ahí está el capital para los tiempos de vacas flacas.
Se debe potenciar en el equipo el pensamiento positivo, para que juntos sean capaces de avanzar hacia nuevas utopía, a pesar de la magnitud de las dificultades que les toque enfrentar, reconociendo que vuestra primera fortaleza como familia es estar unidos, con sanos canales de comunicación y afecto.
Las estadísticas señalan con bastante precisión que, en los eventos críticos, cuando cunde el pánico y la desesperación, especialmente por desconocerse cómo actuar en esas circunstancias,
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