Neopsicoanálisis
Enviado por arlekinvaldivia • 5 de Agosto de 2011 • 2.469 Palabras (10 Páginas) • 714 Visitas
Neopsicoanálisis:
Las neurociencias son las ciencias del cerebro, las encargadas de estudiarlo a fondo, determinar todos los procesos que este realiza, encargadas de la totalidad de los procesos mentales, desde el punto médico-clínico, le dan una explicación a sus procesos inclusive al ámbito emocional pues siempre hay neurotransmisores encargados de esto, sin embargo como todo, posee complicaciones y mas hablando de la complejidad del propio ser humano, pues hay aun recovecos del cerebro que no han sido explorados y descubiertos del todo o explicaciones que aun no son satisfactorias, es aquí donde se necesita, como apoyo a la neurociencia, de algún otro camino que sirva para explicar lo que esta aun no puede hacer, como cuando los conductistas rechazaban la conciencia.
Psicoanálisis: Es la “Ciencia” del estudio de la mente cuyo padre; Sigmund Freud, siendo medico creo; sin embargo a mucha gente se le ha olvidado esta parte, que Freud era eso, un médico y que desde el principio deseó unir su naciente ciencia con el enfoque biológico, sin embargo al tratarse de eso una ciencia nueva no logro hacerlo o al menos verlo concretado.
El psicoanálisis es el arte del escuchar e interpretar, se diferencia de la psicología convencional punto aparte del tiempo de estudio que requiere, por manejar un contexto que va más allá de la interpretación de la psicología convencional, sin embargo para ojo de muchos, raya en la fantasía, y la idealización pues no ofrece demasiadas respuestas, si a eso le sumamos que sus partidarios aun luchan por crear un paradigma psicoanalítico para poder unificar la teoría Freudiana (Muy contradictorio con sus actos donde cada corriente afirma tener la razón y se vuelve intolerante hacia las demás en sus adeptos mas acérrimos) nos encontramos con una ciencia de carácter relativamente joven, que aun no puede ganarse su lugar y que pese a ser u ofrecer en contexto mas y mejores respuestas que la psicología convencional, esta mas devaluada en cuestión social.
Es aquí donde debería de considerarse el enfoque y los deseos de Freud, el fundirla con las ciencias del cerebro, las neurociencias, puesto que antes que ser enemigas (Ambas van de la mano de un conocimiento previo de psicología, eso las hace más hermanas que puntos en contra).
Es en este contexto, donde un grupo de mentes inquietas en ambas ramas (Psicoanálisis y neurociencias) se dieron a la tarea de crear una disciplina aún más nueva y joven, Neuropsicoanalisis.
Desde un punto de vista etimológico; el neuropsicoanalisis es la fusión de estas dos corrientes (Neurociencias y psicoanálisis) no para desacreditar a una o para sobrevaluar a otra sino con el simple propósito de complementarse, para mi punto particular, este podría ser el trampolín que Freud buscaba, la forma de unificar las teorías de las diferentes corrientes (llámese Lacan, Freud, Fromm etc.) el paradigma psicoanalítico, pero sin dejar de lado sus anhelos de fusionarlo con lo biológico, esto lo convertiría en un paradigma neuropsicoanalitico, una totalidad que englobaría un sinnúmero de corrientes, ideas, teorías y pruebas, que sin duda daría a ambas ciencias el carácter que se les ha negado, pues aunque las neurociencias poseen un carácter serio, exacto y comprobable, para mucha gente representan los anhelos bélicos de mecanizar al mundo para cual Huxley y el “Mundo Feliz” tener un control total; sin embargo con la fusión de ambas se le daría a la neurociencia el carácter de flexibilidad que para muchos no tiene, esto suena muy bonito en papel, sin embargo es más complicado de lo que parece.
A riesgo de la falta de información que esto puede reflejar; la información recopilada no ofrece un basto campo de pruebas sobre como dar esta fusión, paréntesis aparte de las estructuras del cerebro que parecen reflejar las estructuras de la personalidad según Freud donde si se hiciera un cuadro del cerebro y las funciones encargadas, asimilaría las estructuras ello yo y super yo según Freud.
Desde el debut en la vida, es indispensable entrar en comunicación con alguien del entorno “que conozca las claves”. Somos seres sociales. Nuestro patrón genético nos provee de una serie de recursos expresivos que nos permiten comunicar nuestros diferentes estados emocionales y necesidades. Son un conglomerado de sensaciones, gestos y movimientos, que, desde el inicio, muestran su naturaleza de unidad psicosomática en busca de organización en la comunicación con el entorno.
Comunicación, vínculo, psiquismo incipiente… son inicialmente cargas de energía que fluyen desde lo más profundo del soma, desde el momento mismo de nacer, con el primer llanto, con el primer contacto físico, con la primera mirada; con ellos entra en funciones el dinamismo relacional consigo mismo y con el entorno; punto de vista en el que coinciden psicoanálisis y neurociencia.
Durante años, el psicoanálisis ha basado la comprensión del funcionamiento de la psique en teorías relacionadas con el instinto -expresado como pulsión- poniéndolas en el lugar de motor de la organización del aparato psíquico y del comportamiento. Los instintos sexuales, de autoconservación y, posteriormente, unos no tan precisos instintos de muerte, serían la fuente, la esencia, el origen de los conflictos básicos, a los que contribuirían las formas e interacciones que la cultura, a través de la familia, ingresa en el psiquismo del infante, marcando, así, los senderos de su devenir en la vida. Es la cuota biológica, genética, de nuestra constitución como sujetos.
Y Freud erige el psicoanálisis desde allí, desde su formación como médico, como excelente fisiólogo y acucioso neurólogo clínico, desde la consideración de cargas somáticas que devienen en un psiquismo que se va organizando en el complejo entramado neural. Su trabajo “Proyecto de una Psicología para Neurólogos”[1] muestra, con una genialidad impecable, el recorrido de la organización neurofisiológica de la mente, adelantándose cien años a lo que ahora nos presenta la moderna neurociencia. Pronosticando, inclusive, el descubrimiento de los neurotransmisores y la futura importancia de la neuroquímica en el diagnóstico del comportamiento.
Los conocimientos y recursos de la época convirtieron al Freud del “Proyecto de una psicología para neurólogos” en el primer neuropsicoanalista, con una tesis neurofisiológica sostenida esencialmente por su increíble capacidad deductiva. En éste nos habla del “psi núcleo”, del “psi pallium” y del movimiento de cargas que interconectan corteza y cerebro basal; encontramos ya referencias a la “huella mnémica”, que ahora podemos emparentar con la memoria implícita, y una serie de fenómenos propios de la fisiología neural.
Es
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