Niños De Padres Divorciados

HIJOS DE PADRES DIVORCIADOS

REPERCUSIÓN DEL DIVORCIO EN EL AMBIENTE FAMILIAR

INTRODUCCIÓN

Mucho se ha hablado de la naturaleza solitaria del ser humano, diversos autores han tocado el tema del ser humano en incompletud y en soledad, sin embargo la sociedad ha sido la clara muestra de que esto no es posible, o la contemporaneidad lo ha hecho ver de este modo, en pocas palabras: La naturaleza del hombre consiste en sentirse incompleto en soledad (Jorge Bucay, 2000).

Así pues, al hablar del encuentro, entre dos humanos, que en este caso de la pareja, se podría asociar con la idea del descubrimiento, la construcción y la repetitiva revelación, de un nosotros que trasciende la estructura del yo. A esto aunándole la simple aritmética del Tu y Yo. Al hablar de los planos de la soledad del individuo, es importante rescatar la poca tolerancia a la sociedad del mismo, ya que al no hablar de algún encuentro y de un nosotros, se habla de una existencia bacía, aun contando con riquezas de tipo material.

Las relaciones humanas son un proceso que cobran sentido trascendente sólo cuando los seres humanos se revelan unos a otros para compartir la manera de entender la vida. No es posible vivir aislado, se necesita convivir con otros, motivo por lo cual lo más correcto sería prestar mucha atención al cuidado y cultivo de una relación humana afectiva y constructiva, pero no es así, pareciera que la personas son incapaces de vivir juntos sin estar en conflicto. Esto no es raro si se reflexiona en que los mismos mensajes de la sociedad son absurdamente contradictorios: se habla de la conveniencia de vivir en armonía social, y a la vez se dice que es inevitable el conflicto, el dolor en la vida y en el trato con los demás (Armendáriz, 2002).

La mayor parte de los humanos basa sus relaciones dentro de un plano individual en primera instancia, centrados en las expectativas propias mismas que hacen que la relación sea vivencial, adquiriendo así una independencia psicológica y emocional. Esto podría ser entendido como, el individuo permanece relacionado con alguien, en el plano consciente o inconsciente, en medida que las satisfacciones, gratificaciones y logros le brinden un refugio. Este tipo de relación diádica que la pareja actual ha decidido adoptar, crea un vínculo típicamente de carácter posesivo: ya que se está dependiendo del otro para tener seguridad, apelando a una clase de control y posesividad para no perderlo. Mientras se sigue desarrollando esta dependencia del otro, se verán desarrollados sentimientos de miedo, ansiedad, apatía: mismos que generarán a su vez dolor y agresión.

Con base en esto, me atrevo a deducir que las fricciones dentro del vínculo de la pareja causadas por la sujetacion y dependencia hacia el otro, no depende del mismo, sino del individuo que ha decidido ser dependiente. La relación será sana en gran medida siempre y cuando, se lleve dentro de un camino de armonía, respeto y amor, pero sobretodo de independencia, sin perder la conexión dentro de cada ser humano, esa conexión que los ha hache tomar un camino, llegar al encuentro.

Lo esencial para estar en una autentica relación con el otro, es primero estar conscientes y en armonía consigo mismo (Armendáriz, 2002). En el momento que dos adultos, se unen con el propósito de formarla, este vinculo no necesariamente debe gozar de validez legal, principalmente deben estar unidos bajo la voluntad de ambos, mismo vinculo que tendrá como objeto unir valores y expectativas que de forma inconsciente van desde la independencia en las decisiones como en la unidad de las mismas. Es muy importante que este fin quede claro al principio de la relación para evitar desacuerdos posteriores que podrían deteriorar la unión.

El divorcio es sin duda una experiencia dolorosa y costosa no solo para los que han decidido disolver el vínculo del matrimonio, sino para todos los miembros de la familia, en primera instancia se afecta la pareja que se disolverá en vínculo, por consiguiente los mediatos afectados son los hijos de ese vínculo que ahora se rompe. Los hijos; sufren las consecuencias de un hecho que ellos no decidieron como lo son: los cambios de horarios, las rutinas, cambios de escuelas y domicilios, diferentes amistades, vecinos, etc. La adaptación a nuevos estilos de vida con padres separados, así también se ven presionados a desempeñar una serie de funciones que difícilmente pueden comprender como lo son los conflictos de lealtad o las presiones de los padres que pueden utilizarlos como intermediarios, palomas mensajeras, misiles, testigos silenciosos, etc. Los padres también sufren las consecuencias de la ruptura. Sin embargo, éstas van a ser diferentes para el adulto que tomó la decisión y para el adulto que tuvo que aceptar el divorcio, sin que ésa fuera su primera opción. Motivo por el cual todos los integrantes de la familia se verán sometidos (Gómez y Weisz, 2005).

Así pues, es preciso plantear la siguiente pregunta que dará pauta para indagar en el tema de los Hijos de Padres Divorciados, ¿Cómo se ve afectada la institución de la familia a causa del Divorcio?

DESARROLLO

La palabra matrimonio en una simple definición de diccionario; viene del latín matrimoníum. Unión de hombre y mujer concertada de por vida mediante determinados ritos o según la ley y las costumbres y que confiere a las personas interesadas determinados derechos y obligaciones (Dicc. Enciclopédico).

El vinculo del matrimonio es realmente una gran institución dentro de la sociedad actual, ya que los matrimonio son un acontecimiento muy importante en la vida de la personas y la comunidad; el unión conyugal trae consigo grandes cargas significativas, las cuales serán diversas dependiendo de cada cultura, existiendo así una expectativa muy poderosa, todo joven de una edad considerable debe tener una pareja con la cual haya un compromiso para así después procrear. Psicológicamente el matrimonio es tomado como la forma más o menos disfrazada de esclavitud, que ofrece una cierta seguridad que calma los nervios y angustias ya que la naturaleza humana incluye el miedo a la soledad por lo que trata de evadirla a cualquier precio. Desde el punto de vista de las emociones, parece más adaptativo tener una pareja con quien confirmar nuestra existencia día con día, tener a alguien que nos acompañe en nuestro proceso de crecimiento

Como un interlocutor, un contenedor donde podamos depositar todos los sentimientos; todo esto cimentado en las bases de un matrimonio y complementado con los hijos que darán trascendencia al ser humano (Gómez y Weisz, 2005).

Sin duda el matrimonio podría ser considerado como un vinculo de carácter superior a otros

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