PEDAGOGÍA Y FORMACIÓN CIUDADANA

Universidad de San Carlos de Guatemala

Facultad de Humanidades

Departamento de Pedagogía

Lic. Alfredo Figueroa Choc

Derechos Humanos I

PEDAGOGÍA Y FORMACIÓN CIUDADANA

Katherine Daniella Fajardo Bernard      201315222

Guatemala 26 de Febrero de 2020

¿Aprender a ser ciudadanos y ciudadanas, y por qué?

Pedagogía y Formación Ciudadana

Para comenzar debemos tener en cuenta las comunes definiciones de ciudadanía, antes de empezar  con el tema por completo. María Reffino define “ser ciudadano” como una serie de reconocimientos a cada individuo expresados en derechos y obligaciones, tanto individuales como sociales. Thomas H. Marshall define la ciudadanía como el conjunto de derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, así como una serie de deberes derivados, atribuidos a los ciudadanos de una sociedad. Aristóteles define la ciudadanía como la decisión de vivir en común es la amistad. El fin de la ciudad es, por tanto, el bien vivir, y todo es está orientado a ese fin.

Y muchas veces nos centramos en una definición o en otra sin darnos cuenta que la ciudadanía es un conjunto de todos los conceptos anteriores y más.

Ser ciudadano es una persona dispuesta a exigir los derechos de cada ser humano como el propio, capaz de romper todos esos paradigmas que la sociedad o el gobierno pretende que tengamos o que nos quedemos callados ante las situaciones de nuestro país actualmente y ¿De qué manera rompemos estos paradigmas?

Fortaleciendo nuestro aprendizaje pero ¿Qué es aprendizaje?, según Carlos Aldana se define como “una realidad que nos afecta y que por tanto, tenga algún significado para nuestros pensamientos, sentimientos, emociones y sueños”. En pocas palabras el aprendizaje es una lucha constante por la vida por seres los protagonistas día con día en nuestro país.

Convirtiéndose en una parte fundamental en nuestra sociedad, para poder crear mujeres y hombres que tengan compromiso, pasión y amor por querer transformar o convertir a nuestra sociedad en un lugar de desarrollo y digno para la vida. Un mundo donde cada persona se sienta y asuma la responsabilidad obtenga ese compromiso de querer transformar a nuestra sociedad capaz de expresar su pensar sin limitaciones, alguien que se compromete y se esfuerza por hacer, sentir, pensar y vivir todo aquello que implica poder hacer un mundo mejor.

Pero seamos sinceros actualmente con la juventud todos estos temas son pasajeros como bien explica el autor una “moda” que sólo deja de ser mencionada en las redes sociales y los medios de comunicación y deja de importar. Pero como seres comprometidos debemos poder transmitirle a toda la juventud y a las nuevas generaciones como ser un “ciudadano que transforma” y esto no es una simple educación o algo que podemos encontrar en nuestro currículum, es nuestra forma de vida poder sentir y amar cada parte de ella.

Para lograr cada una de nuestras propuestas de cómo ser personas de transformación debemos comprender que la enseñanza es más importante que el aprendizaje, pero aún vemos actualmente a docentes creyendo firmemente que su preocupación debe ser enfocada en “cómo enseñar mejor” y no en “cómo facilitar el aprendizaje”. Tristemente esto está sucediendo no sólo en las instituciones públicas sino también en las instituciones privadas cumpliendo el único objetivo de dar temas no importando si ellos aprenden o no.

A los docentes se nos conoce como “facilitadores”, es decir, una persona capaz de ayudar a un grupo a comprender de mejor manera objetivos comunes, utilizando herramientas que le permitan alcanzar ese objetivo preexistente y con ello debemos de comprender que el aprendizaje que compartimos al momento de enseñar a nuestros estudiantes tiene un efecto para el resto de sus vidas ya sea positivo o negativo, por ese y muchos motivos más debemos reflexionar qué tipo de pasión, entrega y amor les estamos dejando a cada uno de ellos. Actualmente en nuestra sociedad al mencionar el mes de septiembre creemos que es ir a desfilar, enseñar las fechas establecidas previamente para conmemorar eventos, y ese es uno de los grandes errores que seguimos cometiendo porque nos enfocamos en hechos, personajes, anécdotas y fechas, no en juicios, responsabilidad e impunidad histórica. L os jóvenes saben más de los “símbolos patrios” que sobre los “problemas de la patria” según expresa del autor y tristemente acierta en este enunciado.

Pero como docentes debemos de ver todo ello desde una perspectiva diferente querer transformar todo aquello que nos dicen que no será posible de hacer y qué mejor herramienta que la pedagogía ciencia encargada de estudiar la metodología y las técnicas qué se aplican en la enseñanza y la educación, en ella “corresponde la búsqueda de todas las aportaciones éticas políticas y prácticas que la educación debe desarrollar en la formación de ciudadanos y ciudadanas”. E n este punto se trata que la educación de cada persona sea vivida plenamente de manera individual y colectiva ser capaces de poder transmitir un propósito y compromiso a cada uno de ellos.

“No estamos frente a una pedagogía neutral concentrada en “hacer lo que le piden”, sino en la pedagogía comprometida con las visiones y luchas concretas y reales”. Esto nos coloca en una posición donde decidimos si continuar de esta misma manera donde nuestra realidad es ignorada, rechazada, nuestra opinión no tiene valor o decidimos ponerle un alto y darle valor a la pedagogía crítica y ser colocada en donde corresponde. Pero para ello debemos proponer directrices de aprendizaje, conducción de procesos y las innovaciones educativas favoreciendo nuestra formación ciudadana, nunca perdiendo la realidad en la que vivimos. Con ello se quiere hacer notar que, para lograr una democracia de calidad, se requiere de una ciudadanía activa. Esto puede construirse desde las primeras etapas de la infancia. Pero esto debe ir acompañado de la inclusión social y la minimización de la desigualdad.

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