POSITIVISMO, CUESTIÓN DE DECISIÓN Y ACCIÓN.

En el transcurso de nuestras vidas, experimentamos momentos de grata felicidad que quisiéramos nunca tuvieran fin; más sin embargo, por nuestra condición humana, en ocasiones el ambiente se nos hace aburrido, complicado, estresante, sin sentido; es por esto y mucho más que nuestro destino se empieza a ver marcado por el pesimismo, y es ahí cuando todo empieza a jugar una mala pasada.

Muchas veces creemos que la vida nos da la espalda, que nuestro destino está ya marcado por una serie de sucesos que lo único que traen consigo son desgracias, tristezas, fracasos, incluso enfermedad, pero en realidad no notamos que todo esto se debe a la mala costumbre que tenemos de llevar todo al concepto de negatividad, al afán de obtener todo en un abrir y cerrar de ojos sin realizar algún esfuerzo.

El hombre es pesimista por naturaleza; tiende a marcar como imposible aquellas acciones que intenta una y otra vez, y es tan débil que termina por conformarse con lo poco que alcanza a lograr. Por lo general, esto se debe a la falta de buenos hábitos en nuestra vida cotidiana; si tan solo dedicáramos un pequeño rato de nuestro día a analizar las acciones realizadas, y a mirar en lo que nos hemos equivocado; tal vez no cometeríamos a menudo los mismos errores.

Nuestra vida es como un edificio en construcción; si no lo hacemos con las mejores bases y materiales, paso a paso, con paciencia y dedicación, muy probablemente no podrá brindarnos la satisfacción que esperamos, y que esperan los demás; así mismo, si no limpiamos nuestra mente de temores, prejuicios, pensamientos negativos y destructivos, las metas que nos tracemos irán en declive.

Una muy buena forma de aprender a ser positivos es tratarnos a nosotros de la mejor manera posible, siendo conscientes de nuestros errores, más no echándonos en cara las equívocas acciones y decisiones del diario vivir; así mismo, buscar el lado bueno a todas las personas, situaciones y cosas que nos rodean, sin necesidad de quejarnos y hacer el papel de víctimas que lo único que logra es estancarnos y evitar que nuestras metas se cumplan a cabalidad.

Para concluir, se puede decir que los seres humanos somos capaces de realizar infinidad de actividades que ni podemos imaginar; nuestra mente es un gran aliado, y si sabemos tener buenos pensamientos, decir palabras agradables, implementar buenos hábitos de convivencia con nosotros mismos, con los demás, y además contamos con muy buena autoestima, lo más probable es que aprendamos a manejar nuestras emociones, y de ésta manera, mejorar nuestro estado de ánimo y el de los demás.

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