PROCESOS POLITICO-CULTURALES EN TORNO DEL TRABAJO
Enviado por bbastidasb • 26 de Septiembre de 2013 • 11.651 Palabras (47 Páginas) • 369 Visitas
Artículo publicado en Revista Sociedad N° 16
Facultad de Ciencias Sociales, UBA
ISSN 0327–7712
Buenos Aires, 2000
PROCESOS POLITICO-CULTURALES EN TORNO DEL TRABAJO. Acerca de la problematización de la cuestión social en la década de los 90 y el sentido de las “soluciones” propuestas: un repaso para pensar el futuro.*
Estela Grassi**
La cuestión de la pobreza (que remite a las condiciones de reproducción de la vida; es decir, a las limitaciones en el acceso a bienes y servicios y en la participación e integración socio-cultural), y la cuestión del trabajo (capacidad humana que, organizada por el mercado, viabiliza y legitima el acceso a los recursos, la protección y la seguridad de los sujetos y las condiciones de su participación en la vida socio-cultural), hacen a la cuestión social en el capitalismo e interpelan la legitimidad del Estado moderno democrático. Esta cuestión expresa la tensión fundante de tal formación político-social, entre la libertad de ciudadanos iguales y la dependencia derivada de la mercantilización del trabajo de sujetos desposeidos de otros recursos para la realización de tal capacidad.
Sin embargo, ésta es en sí una referencia abstracta, pues no se presenta como tal (como contradicción y virtualidad de fractura), sino que se particulariza y es puesta en escena en la forma de problemas sociales que son, a la vez, la expresión hegemónica del modo como se interroga, interpreta, resuelve, ordena y canaliza la misma. El problema es, así, dependiente de su definición como tal en los procesos de hegemonización. La aflicción de un grupo social no es por sí un problema social a menos que sea instituida como tal, por la acción eficaz de sujetos interesados de distintas maneras en imponer un tal estado de cosas (perjudicial desde algún punto de vista), como una situación problemática para la sociedad en su conjunto. En el proceso, se imponen los términos con que se lo nomina y las variables que lo describen, se especifica el contexto de referencia (económico, cultural, etc.) al cual es remitido y se perfilan, también, las soluciones. Por la misma razón, un problema social no es tal por su dimensión absoluta, aunque el “número de afectados” devenga parte de la disputa por su significación y, muchas veces, el único argumento de validación del mismo. Un problema no se define aislado, sino inscripto en
* Este artículo sintetiza los argumentos centrales de la tesis de doctorado referida a “Política y problemas sociales en la construcción del Estado neoliberal asistencialista (1990-1998). Aportes a la antropología política en la Argentina”. FFyL, UBA, 1999.
** Antropóloga; Doctora de la UBA; Profesora titular regular de la Facultad de Ciencias Sociales; integrante del Instituto de Investigaciones Gino Germani.
una red de problemas que mantiene continuidad en el tipo de argumentación, explicaciones, etc. Por lo tanto, la disputa por su definición es también por la determinación de las causas, por la atribución de responsabilidades por su formación, por la determinación de ámbitos de competencia en las soluciones y por los alcances de la voluntad política de intervención. En torno a él se discute, se publica, se crean especializaciones y cuerpos burocráticos, que el Estado oficializa. El campo político y el de los expertos
(o los técnicos) son por excelencia campos de producción de problemas sociales , en la medida en que sus agentes son quienes gestionan la cuestión social. Las explicaciones y argumentos que ellos esgrimen y que confrontan entre sí suponen una concepción de la tensión subyacente “desposesión / igualdad-libertad”. En el proceso contribuyen, a la vez, a la manera en la que se constituye tal cuestión social en cada época.
Dicho esto se entiende la atención en los procesos político-culturales de problematización de la cuestión
social en el período durante el cual se consolidó un proyecto político que incluyó entre sus objetivos el desmontaje de las instituciones políticas de protección de los sujetos dependientes de su capacidad de trabajo. Lo que sigue es la reconstrucción empírico-analítica de los términos con los que, en tales procesos, se produjeron las definiciones de los problemas de la pobreza y aquellos del ámbito del trabajo, en los años 90 en nuestro país. La fuente son las expresiones públicas de agentes diversos del campo político (tanto las de circulación masiva como las restringidas al campo de los especialistas). Es decir que se considera parte de dicho campo a la producción discursiva de la política propiamente dicha, de las especialidades técnico-disciplinarias y a la producción académica.
Para el período considerado, lo que caracterizó fundamentalmente a la producción referida a tal cuestión, ha sido la fragmentación y la disociación de los problemas. Mientras la pobreza fue constituida y abordada como problema social que admite la posibilidad de acciones de asistencia estatal o de beneficencia privada, dirigidas a quienes se hallen en estado de carencia, los problemas de la esfera del trabajo (la ilegalidad en las contrataciones, el desempleo, la crisis de los sistemas proteccionales y el nivel de los salarios) fueron tratados estrictamente como un problema económico (del mercado). Esto es, de la mera inadecuación entre oferta y demanda, tanto en términos cuantitativos (puestos de trabajo en relación a las personas activas); como cualitativos (cualificaciones requeridas por los puestos respecto de la oferta disponible); y de costos de este factor para la competitividad de la producción.
Se analiza en primer lugar el contexto de producción de la pobreza como carencia del sujeto. Esta es una interpretación característica del conocimiento corriente de la vida cotidiana; pero lo propio de este período ha sido su legitimación por el saber técnico-político que orientó las definiciones del problema social, las descripciones correspondientes, la determinación y categorización de los sujetos y las decisiones de intervención política, así como las prioridades a ese nivel. A continuación, el objeto es el discurso referido a la cuestión del trabajo. El objetivo es reconstruir la relación entre los diversos tópicos comprendidos en tales cuestiones, partiendo del supuesto de que, en nuestra sociedad, el trabajo (aquel consumado en un empleo remunerado y socialmente reconocido como tal, asalariado o autónomo) es aún el medio de provisión principal de los recursos materiales y simbólicos de la reproducción de los grupos sociales. Respecto de los recursos materiales, porque es el medio socialmente legitimado de acceso a los bienes y servicios de
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