PSICOANALISIS EN EL TRABAJO SOCIAL
Enviado por solmaria2013 • 22 de Septiembre de 2013 • 1.542 Palabras (7 Páginas) • 1.348 Visitas
Desde hace un tiempo el PSICOANÁLISIS tuvo una honda preocupación e interés por las Cuestiones Sociales y, en general, por los problemas que hoy venimos llamando de salud mental. De hecho, FREUD SIEMPRE CONSIDERÓ EL PSICOANÁLISIS COMO UNA FUERZA DE CAMBIO EN LA SOCIEDAD y vaticinó los importantes desarrollos a los que la teoría y la técnica que el comenzaba a diseñar habrían de hacer frente en el futuro.
Señaló, asimismo, que serían tres los factores de dicha ampliación:
• El progreso en los conocimientos
• El incremento de la autoridad o prestigio del psicoanálisis
• El efecto que sobre la sociedad ejercería la labor de los psicoanalistas
Historia
En los últimos 20 años se han venido produciendo en Occidente progresos importantes en la asistencia a los problemas de salud y a las cuestiones sociales. No es difícil hallar las huellas del psicoanálisis y la labor de los psicoanalistas en los sistemas de salud mental en Occidente. Hubo psicoanalistas que abanderaron el movimiento anti psiquiátrico inglés (Cooper y Laing), que junto a otros psiquiatras llevaron adelante el sector en Francia (Tosquelles), que impulsaron La psiquiatria norteamericana y que llevaron a cabo la reforma psiquiátrica en España.
Y desde hace décadas participan activamente en las instituciones asistenciales y docentes en Argentina y otros países de América Latina, cuya influencia sobre nosotros ha sido altamente positiva. No se puede entender el desarrollo de la salud mental en éstos y otros países sin la fértil aportación del psicoanálisis y el esfuerzo, no exento de riesgo, de los psicoanalistas por poner a trabajar el instrumento psicoanalítico en diversos espacios.
Para los psicoanalistas esto ha supuesto ponerse a prueba en un campo nuevo, lo cual implica la necesidad de forjar una herramienta técnica nueva, que puede ser considerada como una creación y todo ello salvaguardando de manera precisa.
El psicoanálisis como disciplina, y los psicoanalistas como profesionales, fueron impulsores comprometidos en el importante proceso que fue desde la asistencia psiquiátrica a la atención a la salud mental con una concepción interdisciplinaria (Leal y Roig, 1990) y globalizadora.
Tal vez las aportaciones más conocidas del psicoanálisis se refieran a su influencia sobre los procesos de desinstitucionalización que han constituido una parte importante de la reforma psiquiátrica y también de otras desinstitucionalizaciones como son las producidas en el campo de la asistencia a los menores (Mannoni, l980). De hecho el psicoanálisis, en el último medio siglo, ha intervenido muy frecuentemente en las instituciones criticando sus efectos perturbadores (Kaes, 1987) o haciendo propuestas para paliar tales efectos y para que cumplan sus funciones contenedoras (Menzies, 1982).
El psicoanálisis aporta elementos para estudiar los fenómenos psicosociales que inciden en el campo de la subjetividad humana y se expresan en los comportamientos individuales, grupales, institucionales y comunitarios.
La realidad es que los psicoanalistas reciben encargos de instituciones y demandas de sujetos en busca de alivio al sufrimiento esperando, con frecuencia, a que el mismo sea aliviado sin su concurso porque así les fue enseñado desde siempre en una dialéctica asistencial donde las soluciones venían siempre de fkera.
Uno de los rasgos esenciales del psicoanálisis es que allí donde la demanda exige una respuesta el analista instala una interrogación y acompaña al sujeto en la búsqueda. Asimismo, cada vez est6 siendo más frecuente la aparición de trabajos que dan cuenta de la participación del psicoanálisis y los psicoanalistas en el campo de la salud mental, de los servicios sociales, de la educación, etc.
Su fundador definió el psicoanálisis (Freud, 1922) con una triple caracterización: como un procedimiento para la investigación de los procesos mentales, como un método para el tratamiento de los trastornos neuróticos investigados y como un sistema teórico que se reclama científico.
El gran hallazgo freudiano es el descubrimiento de la existencia de una instancia psíquica escondida que escapa al control consciente del sujeto y que, en gran medida, marca y conduce su comportamiento. Que dicha instancia se expresa a través de los síntomas, de los actos fallidos, los lapsus del lenguaje y a través de los sueños.
En el desarrollo del psicoanálisis hay que diferenciar lo que corresponde a una disciplina clínica y científica y lo que pertenece a un nuevo paradigma de la comprensión del mundo y del sujeto humano.
La teoría y el método freudiano significan una contribución a la tarea de la libertad individual. Unas veces mediante el tratamiento, otras proporcionando nuevos instrumentos para realizar una crítica de las formas de vida alienada.
En tanto disciplina
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