Piromania
Enviado por joshla • 3 de Septiembre de 2014 • 1.663 Palabras (7 Páginas) • 591 Visitas
Empezando en 1850, ha habido variados argumentos para la causa de la piromanía. Ya sea en cuanto a si la condición surge de una enfermedad mental o de una deficiencia moral ha cambiado dependiendo en el desarrollo de la psiquiatría y el cuidado de la salud mental en general. (Geller JL, Erlen J, Pinkus RL 1986)
Conceptualización histórica de la piromanía
Isaac Ray (1844) define la piromanía en A Treatiseonthe Medical
Jurisprudence of Insanity (Un tratado sobre la jurisprudencia médica de la locura)
como una forma diferenciada de demencia que anula la responsabilidad sobre los
actos que lleva a cometer. Sin embargo, aceptar que la conducta incendiaria
representaba un trastorno mental fue motivo de grandes controversias, de forma que
la mayor parte de la comunidad médica y psiquiátrica de la segunda mitad del siglo
XIX rechazó el hecho de que la piromanía pudiera ser considerada como un trastorno
mental diferenciado (Hales, 2002:787-788).
Posteriormente, algunos autores asocian la piromanía a conflictos de carácter
psicosexual, así Stekel (1924) indica que la sexualidad incipiente y no gratificada
empuja al individuo a buscar una solución simbólica a su conflicto entre el instinto y la
realidad a través de la conducta incendiaria (Vallejo, 2006:649). Sigmund Freud (1932
[1931]/1964) llega más lejos aún, planteando la teoría de que la provocación de
incendios en los varones estaba relacionada con problemas de homosexualidad,
describiendo que para poder controlar el fuego, los hombres tuvieron que renunciar al
deseo de carácter homosexual de apagarlo con un chorro de orina (Hales, 2002:788),
venía a considerar de esta forma que la provocación de incendios era equivalente a la
masturbación con rasgos homosexuales. Fenichel (1945) consideró la piromanía como
una forma específica de fijación uretral-erótica, destacando al mismo tiempo el fuego
por su simbolismo destructivo y sádico (Vallejo, 2006:649).
Geller (1987) plantea que la provocación del fuego podría entenderse, desde
una perspectiva conductual, como un modo de comunicación patológico en individuos
con escasas habilidades sociales. En este sentido, define que el acto incendiario es
una forma de dar salida a la ira ante la frustración causada por los sentimientos de
inferioridad social, física o sexual. En ocasiones los individuos que sufren del trastorno
de la piromanía, además de la atracción que sienten por el fuego, pueden llegar a
provocarlos para demostrar así su valor y liderazgo frente a otras personas, o disfrutar
de su propia capacidad o poder al extinguirlos (Vallejo, 2006:649), lo que mantiene
una cierta vinculación entre su padecimiento y la pertenencia a determinados cuerpos
profesionales o voluntarios relacionados con la extinción de los incendios. Un
compañero de profesión y experto en investigación de incendios forestales me relata
un caso ocurrido en las proximidades de Ourense, provincia en la que trabaja como
Agente Forestal: Se trata de un varón de unos 35 años de edad, expulsado de dos
agrupaciones de Protección Civil, del que se sabe que prendió fuego en varias
ocasiones, siendo siempre el primero en llegar con el uniforme puesto y con la propia
furgoneta de reparto de la empresa en la que trabaja; en otra ocasión llamó a la
universidad por amenaza de bomba y ordenó, él solo, el desalojo con el uniforme de
Protección Civil (Rafael Cudeiro, 2008:com. pers.).
Sin embargo, la consideración de la piromanía como un trastorno mental no
queda exenta de polémica a lo largo en las diferentes ediciones del DSM. En el DSM-I
queda clasificada como reacción obsesivo-compulsiva, en el DSM-II es omitida,
reapareciendo en el DSM-III (1980) que la define como una incapacidad recurrente de
resistir el impulso de provocar incendios. En la actualidad, el DSM-IV-TR la define en
Definición y características diagnósticas de la piromanía
Para López-Ibor y Valdés la piromanía se caracteriza por un patrón de
comportamiento que lleva a provocar incendios por puro placer, gratificación o
liberación de la tensión (López-Ibor, 2002:741). En semejantes términos se expresa
Vallejo Ruiloba, que la describe como la repetida conducta de planear y provocar
incendios sin motivación y como respuesta a un impulso no controlable, basando su
definición en los estudios realizados por Koson y Dvoskin (1982) (Vallejo Ruiloba,
2006:648). Según Moore y Jefferson, el trastorno mental de la piromanía se distingue
por la provocación repetida de incendios, sin embargo a diferencia del acto incendiario
premeditado y con un objetivo determinado, no parece existir en estos casos otra
causa para prender fuego que la fascinación por éste (Moore, 2005:242).
Hales y Yudofsky, inciden igualmente en la necesidad de distinguir entre
incendiario y pirómano: se debe distinguir entre aquellas personas que provocan
incendios intencionadamente y las que cumplen los criterios de diagnóstico para la
piromanía, añadiendo que la conducta incendiaria suele definirse como la provocación
voluntaria y maliciosa de un incendio, existiendo numerosos motivos para provocar
incendios que son independientes de la piromanía, e incluyen la ira o la sed de
venganza hacia un individuo o institución, un fraude de seguros, vandalismo, el
encubrimiento de delitos o un intento fracasado de suicidio (Hales, 2002:788).
Siguiendo el esquema propuesto por los criterios del DSM-IV-TR, podríamos
definir la piromanía como un trastorno del control de los impulsos, que se caracteriza
por la provocación recurrente
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