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Pneurosis de transferencia y cura psicoanaalitica


Enviado por   •  4 de Agosto de 2015  •  Apuntes  •  15.160 Palabras (61 Páginas)  •  71 Visitas

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INTRODUCCIÓN

En nuestro país la salud mental se ha convertido en una prioridad del sector Salud en estos últimos años.

Por primera vez, el Gobierno Nacional, tras largos debates y discusiones con colegios profesionales y especialistas en el tema, han considerado incluir en el Presupuesto Nacional de la República, una importante partida económica para abordar esta temática con mayor profundidad.

Hay que tener en cuenta que el monto destinado a la atención de problemas relacionados con la salud mental en la última década fue 0.37% del presupuesto nacional para las 24 regiones del país, una cantidad de dinero ínfima para desarrollar estrategias de prevención y atención psicológica oportuna en los diferentes sectores de la sociedad, incluyendo las escuelas.

Sir ir muy lejos, en Apurímac, según un estudio efectuado por el Instituto de Salud Mental Honorio Delgado - Hideyo Noguchi, las enfermedades relacionadas con la neurosis ha reportado síndromes clínicos más frecuentes como la depresión (14.8%), el trastorno por estrés post traumático (10.4%), la fobia social (4.4%) y el trastorno de ansiedad generalizada (2.0), mientras que la esquizofrenia ocupa el cuarto lugar en la carga de enfermedad (5.3%) en la población de 15 a 44 años.

Así tenemos que regiones como la nuestra, presentan los más altos niveles de estrés relacionados con la familia, dinero, trabajo y consumo de alcohol, así como menos integración familiar y poca participación en actividades sociales, factores que son marcados por las condiciones económicas y calidad de vida.

 

PRESENTACIÓN

La neurosis es una enfermedad social de nuestros tiempos que en sus múltiples manifestaciones está presente en el quehacer diario de las personas y cuyos efectos se condicionan a determinados estados emocionales.  

  1. LA CONCEPCIÓN DE  NEUROSIS

El origen del término neurosis se encuentra a finales del siglo XVIII aunque su máximo uso se circunscribe al XIX, en pleno apogeo de la especialidad psiquiátrica, siendo empleado originalmente para describir cualquier trastorno del sistema nervioso.

Propuesto por el médico escocés William Cullen en 1769, en referencia a los trastornos sensoriales y motores causados por enfermedades del sistema nervioso. En psicología clínica, el término se usa para referirse a trastornos mentales que distorsionan el pensamiento racional y el funcionamiento a nivel social, familiar y laboral adecuado de las personas.

Existe una confusión generalizada sobre el término neurosis. Por un lado se aplica, como síntoma, a un conjunto heterogéneo de trastornos mentales que participan de mecanismos inadaptativos ligados a la ansiedad. Por otra parte, su uso popular (como sinónimo de obsesión, excentricidad o nerviosismo) ha provocado su extensión a terrenos no estrictamente ligados a la enfermedad mental.

Entonces conocido el origen y el  concepto de neurosis  la concepción o lo que explica la neurosis  de transferencia  es el objetivo de  este tema, que a continuación  desarrollamos

  1. Neurosis de transferencia

El grupo de neurosis sobre las que específicamente trabajó siempre el psicoanálisis y sobre los que más logros terapéuticos consiguieron. La neurosis obsesiva, la histeria de conversión  y la histeria de angustia o fobia. Dichas neurosis son producidas como efecto de la represión secundaria, que realiza el yo inconsciente. Ante las pulsiones del ello. Como sabemos  la represión secundaria no es totalmente eficaz, las pulsiones (los impulsos psíquicos propios de la especie humana), del ello a veces consiguen retornar de lo reprimido y propio de un disfraz (formación sustitutiva) generan los síntomas, «exteriores interiores» para el yo, que no conseguimos  dominarlos, por lo que se producen compulsivamente.

Por esto Freud señala un mecanismo de defensa que ante todo conflicto psíquico existen defensas que emanan del yo, por consiguiente, los polos de conflicto siempre son el yo y la pulsión. Sabiendo esto se puede afirmar que las representaciones inconciliables con el yo, son displacenteras o penosas. Tiene en cuenta no sólo el destino de dichas representaciones, sino también, el afecto al que están ligadas. Muy tempranamente se da cuenta que cada una de las neurosis usa un tipo de defensa particular, o sea, que la manera en que el yo se desembaraza de una representación inconciliable condiciona el tipo de perturbación neurótica.

Por tanto, El yo busca protegerse de la amenaza interna que representan las mociones pulsionales. La pregunta que surge es: ¿Por qué la descarga pulsional qué debería procurar placer, se vuelve displacenteras y peligrosa para el yo? A partir de El yo y el ello, la diferenciación de instancias en el aparato psíquico permite precisar que lo que es placentero para un sistema puede no serlo para el otro, el yo en este caso.

Lo fundamental es que el objeto real del deseo sexual está prohibido, por lo que se torna imposible y, por ende, frustrante. Lo que se reprime es algo que está representado en la pulsión como prohibido y que pone en juego la defensa por la angustia frente al superyó.

Dice el psicoanálisis o mejor dicho las interpretaciones  que se hacen de el, por supuesto que cada intérprete lo hace desde su punto de vista, que este mecanismo consta de tres fases. La primera es un proceso hipotético descrito como primer tiempo de la operación de represión que está constituido por la fijación que la precede y la condiciona. La represión primaria fija la pulsión a una representación inconsciente, lo que tiene como efecto la formación de un cierto número de representaciones o reprimido originario, que produce la separación entre actividad consciente y actividad inconsciente.

Antes de esta separación que comporta una división subjetiva, los mecanismos de defensa se hacían por transformación en lo contrario y por la orientación hacia la persona propia. En Las pulsiones y sus destinos Freud dice que la transformación en lo contrario se observa, por ejemplo, en la transformación del sadismo en masoquismo o del voyerismo en exhibicionismo. En cuanto a la orientación hacia la persona propia, es un proceso que sustituye al objeto de la pulsión por la propia persona, de manera que la meta pulsional inicial pasa de la actividad a la pasividad.

Volviendo entonces al tema de neurosis, el nombre de «neurosis de transferencia» proviene de la clínica, ya que merced a que lo reprimido busca retornar lo hace transfiriéndose a las representaciones del preconsciente que se ofrecen, la representación del analista es una de ellas. Se produce entonces durante el tratamiento un reavivamiento artificial de los fenómenos originadores de la neurosis. Se repiten en el vínculo analítico. A veces como resistencia del yo a la prosecución del tratamiento, lo que Freud llama una repetición. Repite para no recordar.

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