Politica Para Amador Cap L-V - Monografia

Pre-monografía

Libro: Política para amador

Autor: Fernando Savater

Alumno: Gustavo Ibarra

Profesor/a: Victoria Belaustegui

Año: 2011

Capítulo I: “Henos aquí reunidos”

Síntesis:

En el primer capítulo, el autor habla acerca del hombre y sus pasos para integrarse a la sociedad. La sociedad nos da forma con el tiempo, pero esa sociedad no se compone de personas, objetos y edificios. La sociedad es una red de lazos compuesta de lenguaje, de memoria compartida, de costumbres, de leyes, etc. La sociedad guarda mucha información, y eso hace que, desde que nacemos, empecemos a incorporar toda la información que pudiéramos. “La sociedad está pensada para hombres como nosotros y para hombres como nosotros”.

La diferencia entre los animales y humanos es que nosotros tenemos razón además de instintos. Pero la diferencia entre la sociedad de los hombres y las sociedades del resto de los animales es que los animales evolucionan para preservar por más tiempo la especie, en cambio nosotros pretendemos ser inmortales. Nosotros no estamos contentos con la supervivencia, anisamos la inmortalidad.

Reflexión:

Desde mi punto de vista, estoy de acuerdo con Savater en este capítulo, ya que yo mismo reflexiono acerca de lo que dice sobre la sociedad y los humanos.

Estoy de acuerdo cuando el autor explica que cuando nacemos lo primero que vemos son los rostros y rasgos humanos, y que eso nos hace empezar a integrarnos a esta sociedad.

Claramente explica el autor que una sociedad está compuesta de edificios, personas y objetos, pero también está compuesta de algo muy importante, que nos permite comunicar entre cada individuo para formar una sociedad y ese algo es el “lenguaje”. En este mundo, a cada país le corresponde un idioma. Muchos países utilizan el mismo pero con otro acento, o algunos usamos un lenguaje incorrecto y modificamos el lenguaje original para crear uno nuevo. Por eso es importante el lenguaje, para poder comunicarnos entre los individuos.

También Savater habla sobre la infinita información que guarda la sociedad, porque desde que nacemos vamos incorporando información, en la casa, en la escuela, en la universidad, en los distintos medios de comunicaciones, vamos incorporando toda la información que podamos. La televisión es una gran fuente de información. En los noticieros, cada vez que lo vemos, incorporamos información importante acerca de lo que pasa en el país. Lo mismo en internet, que es una de las mayores fuentes de información a nivel global. Cada vez que entramos a internet, absorbemos toda la información que podamos recibir.

Por último, cuando Savater habla sobre la diferencia entre los humanos y los animales, tiene razón al decir que nosotros siempre ansiamos la inmortalidad, aunque ya sabemos que vamos a morir, siempre deseamos ser inmortales, en cambio los animales preservan su especie, pero estos no saben que algún día van a morir. Los humanos nunca estamos contentos con la supervivencia, siempre estamos pensando que en algún día vamos a morir, y nunca disfrutamos el presente como se debe.

Somos animales ciudadanos, seres de naturaleza política. Por eso estamos aquí reunidos.

Capítulo II: “Obedientes y rebeldes”

Síntesis:

En el segundo capítulo, Savater explica sobre los obedientes y los rebeldes que existen en la sociedad. Los hombres nos estamos sublevando a cada paso, obedecemos siempre un poco a regañadientes.

Immanuel Kant dice que los hombres somos “insocialmente sociables”, entonces que nuestra forma de vivir no es solo obedecer y repetir, sino también rebelarnos e inventar. Pero revelarnos contra una sociedad determinada, no contra la sociedad.

El autor hace una comparación sobre las personas individualistas y las personas sociales y aclara que los más peligrosos enemigos de lo social son los que se creen lo social más que nadie, los que convierten los afanes sociales en pasiones feroces de su alma, los que quieren colectivizarlo todo, los que se empeñan en que todos vayamos a una aunque seamos muchos.

Reflexión:

En este capítulo tuve acuerdos y desacuerdos con el autor.

Estoy de acuerdo cuando habla acerca de revelarse no para contradecir las cosas ni desobedecerlas, si no para crear nuevas ideas, para dejar de hacer siempre lo que corresponde, sino que también al revelarse, se pueden crear nuevas ideas.

Más adelante, Savater habla sobre la anarquía, cuya postula una sociedad sin razones para obedecer a otro y por tanto también sin razones para rebelarse contra él. Entonces los jefes sostienen que nos mandan por nuestro bien y los anarquistas responden que nuestro verdadero bien seria que nadie mandase. El autor analiza que los anarquistas tienen desde luego razón al menos en una cosa: “una sociedad sin política seria una sociedad sin conflictos”. En este punto no estoy de acuerdo, debido a que una sociedad sin política seria una sociedad sin conflictos políticos ni económicos, pero no sin conflictos sociales. Una sociedad sin política seria un descontrol en la sociedad, aunque los anarquistas digan que no es así, es así. Cuantos delitos, crímenes, abusos se cometerían en la sociedad sin política? Miles y millones. No habría seguridad, no habría leyes, no habría derechos humanos que protejan a un individuo. Por eso estoy en contra de los anarquistas y de que una sociedad sin política seria una sociedad sin conflictos.

Terminando el capítulo Savater opina sobre las personas sociales y los individualistas. Comparto la opinión que tiene Savater sobre los individualistas que la mayoría de los verdaderos individualistas son tolerantes con los gustos ajenos porque les traen sin cuidado y, como tienen sus propios valores, no chocan frontalmente con los diferentes a ellos. En cambio los más peligrosos enemigos de lo social son los que se creen lo social más que nadie, los que convierten los afanes sociales en pasiones feroces de su alma, los que quieren colectivizarlo todo, los que se empeñan en que todos vayamos a una.

Los socialistas en algún punto tienen que oponerse. En vez de tener sus propias ideas, a veces se deja influir por los demás, mientras que el individualista es él mismo, con sus propias ideas.

Capítulo III: “A ver quién manda aquí”

Síntesis:

En el tercer capítulo, Savater habla sobre el trono de la sociedad y sus cuestiones políticas.

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