¿Por qué tantos pasar por tanto la interrupción en la mediana edad?

¿Por qué tantos pasar por tanto la interrupción en la mediana edad?

¿Por qué entonces? ¿Por qué consideramos que sea una crisis?

¿Cuál es el significado de una experiencia así?

La crisis de los cuarenta, que yo prefiero llamar la travesía del Atlántico, nos presenta una oportunidad de volver a examinar nuestras vidas y pedir a la a veces aterradora, siempre liberadora, pregunta: "¿Quién soy yo, aparte de mi historia y los papeles que he pagados" Cuando descubrimos que hemos estado viviendo lo que constituye un falso yo, que hemos sido la promulgación de una adultez provisional, impulsado por las expectativas poco realistas, a continuación, abrimos la posibilidad de que la segunda edad adulta, nuestra verdadera personalidad.

La travesía del Atlántico es una ocasión para redefinir y reorientar la personalidad, un rito de transición entre la adolescencia prolongada de la primera edad adulta y nuestra cita inevitable con la vejez y la mortalidad aquellos que viajan el paso conscientemente hacer sus vidas más significativa. Aquellos que no lo hacen, permanecen prisioneros de la infancia, por mucho éxito que pueden aparecer en la vida externa.

Mi práctica psicoanalítica en la última década ha sido predominantemente compuesta  por personas de la travesía del Atlántico, y he visto el patrón una y otra vez. La travesía del Atlántico representa una maravillosa, aunque a menudo dolorosa, oportunidad de la revisión de nuestro sentido de sí mismo. En consecuencia, este libro se abordará las siguientes cuestiones:

¿Cómo se adquiere el sentido original de uno mismo? ¿Cuáles son los cambios que anuncian la travesía del Atlántico? ¿Cómo podemos redefinir nuestro sentido del yo? ¿Cuál es la relación entre el concepto de Jung de individuación y de nuestro compromiso con los demás? ¿Cuáles son las actitudes y cambios de comportamiento que apoyan la individuación y nos mueven, a través de la travesía del Atlántico, de la miseria a significado?

Psicólogos profundos saben que la capacidad de crecimiento depende de la propia capacidad para internalizar y tomar responsabilidad personal. Si nos vemos para la historia de nuestra vida como un problema causado por otros, un problema que es "resuelto", entonces se producirá ningún cambio. Si somos deficientes en valor, no se puede producir revisando. En una carta de 1945, hablando del trabajo de crecimiento personal, Jung escribió:

La obra consta de tres partes: la visión, la resistencia, y la acción. Se necesita la psicología sólo en la primera parte, pero en las partes segunda y tercera fuerza moral desempeña el papel predominante.

Muchos de nosotros tratar la vida como si fuera una novela. Se pasa de una página a otra de forma pasiva, suponiendo que el autor nos dirá en la última página de qué se trataba todo esto. Como dijo una vez Hemingway, si el héroe no muere, el autor acaba de hacer sin terminar la historia. Así, en la última página de morir, con o sin iluminación. La invitación de la travesía del Atlántico es llegar a ser consciente, acepta responsabilidad por el resto de páginas y el riesgo de la amplitud de la vida a la que estamos llamados.

Dondequiera que el lector puede estar en su vida, la citación para nosotros es el mismo que para el Ulises de Tennyson:

Al día largo mengua las subidas lentas luna: los hondos lamentos con muchas voces. Ven, mis amigos, no es demasiado tarde para buscar un mundo más nuevo.

La Personalidad provisional

La mayor parte desde la sensación de crisis en la mediana edad es ocasionada por el dolor de esa fracción. La disparidad entre el sentido interno de uno mismo y la personalidad adquirida se convierte en sí grande que el sufrimiento ya no se puede suprimir o compensados. Lo que los psicólogos llaman se produce una descompensación. La persona continúa operando fuera de las viejas actitudes y estrategias, pero ya no son eficaces. Los síntomas de angustia mitad de la vida, de hecho, de agradecer, porque ellos representan no sólo un yo instintivamente a tierra debajo de la personalidad adquirida sino una poderosa imprescindible para la renovación.

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