Postulados de Charles Taylor sobre la identidad

Ana Elisa Anaya De la Peña, Ana Paola Flores Padilla, Danna Paola Loera Verdín, Dulce Lisset Gómez García, Jassai Madai Serna

Postulados de Charles Taylor sobre la identidad

En este trabajo se hablará sobre la identidad, la cual es un fenómeno subjetivo, de elaboración personal, que se construye simbólicamente en interacción con otros. La identidad personal también va ligada a un sentido de pertenencia a distintos grupos socioculturales con los que consideramos que compartimos características en común. También hablaremos sobre la teoría de Charles Taylor en donde define la identidad como una realización dentro de un marco cultural, mencionando así que tiene relación con otros significantes y que expresa una valoración de bienes en términos de elegir el mejor modo de ser y de vivir.

De acuerdo con el diccionario de la lengua española (2021), “la identidad es el conjunto de rasgos específicos de un individuo o colectividad que los caracterizan frente a los demás”, así como un sistema de símbolos y valores que les permiten afrontar diferentes situaciones cotidianas (Velasco, 2002).  Uno de sus rasgos principales es que es compuesta, puesto que integra los valores e indicadores de comportamiento transmitidos por el entorno según las características individuales y la propia trayectoria de vida. Así mismo, es cambiante, ya que con el paso del tiempo, comportamientos, ideas y sentimientos que la componen  se van viendo influenciados por transformaciones del contexto familiar, institucional y social. Su construcción se da mediante la interacción con otros, la cual depende del contexto en el que se produzca, y su evolución mediante los procesos de desarrollo individual y social del individuo. (Velasco, 2002).  

1.1. La identidad como construcción social

Charles Taylor enfoca su análisis y discusión respecto a la identidad en términos de una “construcción social” que parten desde los vínculos de otras personas como una narración social. Taylor sostiene  que no es el sujeto quien decide la estructura que toma su identidad, sino que las fuentes de identidad se van definiendo a través de nuestras relaciones interpersonales tanto sociales como políticas.

Charles Taylor (2006) define a los seres humanos como seres que se “auto interpretan” dando paso a que la forma en la que se construye la identidad es con base a las interacciones sociopolíticas con otros, así como del contexto particular de la comunidad en la que se participa.

1.2. Identidad Personal y bien.

Taylor se propuso "investigar el trasfondo de las percepciones morales y espirituales de algunos de nuestros pares sobre nuestra naturaleza y situación espirituales" a la luz de cuestiones más amplias que las que a menudo se describen como "morales" (Taylor 1996: 17-18). No se trata sólo de percepciones y respuestas a preguntas sobre la justicia y el respeto por la vida, el bienestar y la dignidad de los demás, sino también sobre nuestra comprensión de la base de nuestra propia dignidad o lo que hace que nuestras vidas sean significativas y satisfactorias. Algunas de estas preguntas espirituales son demasiado sentimentales o demasiado cercanas al material en el que se basan nuestros ideales para calificar como preguntas morales en el léxico de la mayoría de las personas. En cambio, se enfocan en lo que hace que la vida valga la pena" (Taylor 1996: 18). Para aquellos con dudas éticas, lo que tienen en común es que ambos involucran lo que Taylor llama juicio estricto, la distinción entre correcto e incorrecto, bueno y malo, alto y bajo y bajo, "sin aceptar su validez de nuestros deseos, tendencias y opciones, sino permanecer independientes de ellas y proporcionar criterios para su evaluación.

Desde esta perspectiva, nuestras respuestas intuitivas y morales se expresan de dos maneras. Uno es casi instintivo: actuamos de un modo u otro en presencia de los demás, atraídos o repelidos como nos sentimos cuando nos encontramos con cosas que nos gustan o nos disgustan. Pero al mismo tiempo -y este es el otro lado- lo hacemos para expresar vanidad y prudencia,en fin, respecto del estado de naturaleza y del hombre.Según Taylor, la forma en que pensamos, juzgamos, argumentamos y cuestionamos la moral requiere que nuestras respuestas morales tengan estas dos condiciones: no son simplemente sentimientos "intuitivos", sino que implican la afirmación de afirmaciones sobre sus objetos. "Varios argumentos ontológicos intentan formular estas afirmaciones. La tentación de negar este hecho de la epistemología moderna se ve reforzada por el modelo ampliamente aceptado y profundamente defectuoso de razonamiento práctico basado en las conclusiones ilegítimas del razonamiento científico" (Taylor 1996: 21). 31 Lo anterior se refleja en la tendencia observable de nuestro tiempos ignorar cualquier ontología moral que exprese o sustenta nuestras ideas y elecciones morales. Esta Omisión también está relacionada con la idea de pluralismo en la sociedad moderna, que promueve la posibilidad de vivir sin una base moral ontológica. Pues bien, en El origen del yo, Taylor se da a la tarea de reconstruir una ontología que exprese nuestras respuestas morales.

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