Preadolescencia

Apuntes de Cátedra

PREADOLESCENCIA

ETAPA DE LA PREADOLESCENCIA

Va de los 11 a los 13 años.

Se caracteriza por las profundas transformaciones fisiológicas que afectan al sujeto, tanto en su configuración corporal como en su maduración sexual. Estas transformaciones fisiológicas incluyen, a su vez, transformaciones psíquicas como el cambio de actitud frente a su propio cuerpo (modificación en la percepción de su esquema corporal, en las actitudes hacia su propia imagen, modificación de su yo, etc.), así como la transformación de las actitudes del ambiente hacia el individuo transformado físicamente.

Se distinguen 3 períodos en los cambios fisiológicos:

1. Prepuberiano: caracterizado por crecimiento y la aparición de algunos caracteres sexuales secundarios, como la aparición del vello pubiano y axilar, el crecimiento más rápido de los testículos y el pene, y el comienzo del desarrollo de los senos.
2. Puberiano: donde el crecimiento se aminora y se desarrollan los caracteres sexuales primarios: la menarquía (primera menstruación en la chica) y la primera eyaculación (o polución nocturna en los chicos), junto con los cambios de voz.
3. Postpuberiano: donde las glándulas sexuales y los órganos genitales adquieren su desarrollo y funcionamiento completo, extendiéndose a la adolescencia.

La preadolescencia se caracteriza también por cambios de naturaleza cognoscitiva (tales como el paso progresivo del pensamiento concreto al formal), social (descubrimiento y exaltación de sí y afán de independencia) y actitudinal (aparición de nuevos valores e intereses).

1. DESARROLLO FISIOLÓGICO

1. Regulación endocrina y desarrollo de caracteres primarios y secundarios

Todas las transformaciones fisiológicas y funcionales de este estadio son en gran parte activadas y controladas por las glándulas endocrinas, en particular la hipófisis. Esta, estimulada por el hipotálamo, produce 2 tipos de hormonas: las metabólicas, entre las que destaca la somatotropa, y que constituye un factor muy importante en el crecimiento; y las gonadotrópicas, que estimulan la maduración de las glándulas sexuales (testículos en los varones y ovarios en las mujeres). Por efecto del estímulo hipofisiario se producen los espermatozoides en los testículos y los óvulos en los ovarios. La estimulación de las glándulas sexuales y de una serie de hormonas provocan una tensión o excitación sexual en todo el sistema nervioso, en particular en las porciones correspondientes a las zonas erógenas (órganos genitales, mamas, etc.).

Desarrollo de los órganos sexuales primarios:

En el varón estos órganos son internos (los conductos deferentes y los órganos anexos, como próstata y uretra) y externos (el pene y los testículos). El individuo es capaz de erección no sólo en respuesta a una estimulación local, sino ante pensamientos y sensaciones sexualmente provocativos. La edad promedio de estas primeras eyaculaciones en el adolescente se extiende entre los 11-14 años, y de modo más acentuado entre los 13-14 años.

Los órganos sexuales femeninos se encuentran en su mayor parte dentro del organismo. Los más importantes son los ovarios, que dan origen a los óvulos. Además, como consecuencia de la dilatación del útero y de los cambios cíclicos en el endometrio, comienza la menstruación.

Desarrollo de los órganos sexuales secundarios:

En los chicos lo primero que aparece es el vello púbico, y 2 años después el vello axilar. También comienza a aparecer el vello facial. Es también característico un cambio de la voz y la falta de control sobre ella.

En las chicas el carácter más visible es el crecimiento de los senos, que se da frecuentemente entre los 11-14 años. El comienzo de su desarrollo se da con la aparición del vello pubiano.

Se da también una aceleración del crecimiento:

La preadolescencia es un período de crecimiento acelerado.

-Estatura: el crecimiento difiere entre los sexos. En las niñas el estirón mayor suele darse en el año que precede a la menarquía y en el año que sigue. Después tiende a disminuir. En los chicos el crecimiento es rápido y no hay una detención brusca al lograr la madurez sexual. Hacia los 15 años las diferencias en el crecimiento entre los que se han desarrollado precozmente y los que se han retrasado empieza a desaparecer.

-Peso: el aumento se inicia después del aumento en estatura y se encuentra estrechamente vinculado a la maduración sexual. El mayor incremento se produce al final de la preadolescencia y continúa durante la adolescencia. Es común que los chicos y chicas atraviesen por un período de “gordura” al principio de la maduración sexual, el que persiste aproximadamente 2 años. Entre el final de la niñez y el comienzo de la preadolescencia el rápido crecimiento de la anchura de los hombros es característico en los varones, mientras que el rápido aumento del ancho de las caderas es característico de las niñas.

1. Repercusiones del desarrollo fisiológico

No se pueden pasar por alto los fenómenos psicológicos que van unidos a las transformaciones fisiológicas. Algunos son consecuencias directas de los cambios endocrinos; otros son más indirectos y representan reacciones personales ante el cuerpo transformado. Nos encontramos con la reelaboración del esquema corporal. Las transformaciones se dan hasta tal punto que según Ausubel la antigua imagen del cuerpo se hace incompatible con la nueva percepción de apariencia física y de las dimensiones corporales del yo. La imagen del cuerpo se modifica, e igualmente la importancia que se le concede. No siempre resulta fácil al preadolescente integrar todas las modificaciones corporales. A veces su cuerpo le parece algo extraño, está incómodo con su cuerpo, que no le resulta familiar. Ligadas a esta transformación de la imagen del cuerpo se encuentran ciertas conductas del preadolescente, como la necesidad de conocer los límites de resistencia de su cuerpo.

Relación entre la valoración del cuerpo, la valoración de sí y la constitución personal del sujeto:

Las profundas y rápidas transformaciones que se efectúan en el organismo del preadolescente son causa de un cambio notorio en su actitud total con respecto a sí mismo y a toda una serie de sentimientos significativos que caracterizan la personalidad de los preadolescentes. Los más importantes son:

1. Sentimiento de incertidumbre ante las nuevas situaciones: no informados o mal preparados, se sienten desbordados por lo que está pasando. Sorprendidos e inquietos, acogen las transformaciones de la pubertad con vergüenza, como si fueran anomalías, o con miedo, como si fuera una enfermedad. Hipersensible a los juicios de los que le rodean, le preocupa ser diferente a los demás compañeros.
2. Sentimiento de insuficiencia para integrar las diversas modificaciones puberales que le acontecen a ritmo rápido y que afectan al conjunto de su cuerpo: pronto alcanza a su padre en la talla e incluso lo supera. La fuerza muscular se acrecienta de modo vertiginoso. Hay una pérdida de la percepción unificada del propio cuerpo que hasta ahora le servía de punto de referencia. Se añade una timidez paralizante que le hace aún más torpe e inhábil, sobre todo cuando se siente observado, y encerrado en este cuerpo que cambia.
3. Sentimiento de extrañeza de sí mismo, de no reconocerse: los preadolescentes se sienten extraños de sí mismos, singulares, raros, no como los demás, a veces anormales. En medio del torbellino pasional de su sexualidad, se sienten como extraños a sí mismos.
4. Sentimiento de inquietud y soledad: se encuentra solo entre los suyos, extraño, diferente; no sabe ya qué es. Se da un sentimiento de carencia, de ausencia, de vacío inquietante. Junto a esta extrañeza, experimenta un intenso deseo de autonomía, busca librarse de sus ataduras infantiles. Rechaza en bloque a sus padres, educadores, ideologías familiares, etc. Para encontrarse y afirmarse, se centra en sí mismo, en un movimiento de repliegue narcisista.

1. DESARROLLO COGNITIVO

El desarrollo cognitivo en esta etapa es una situación de transición del pensamiento concreto del estadio anterior, a las competencias no consolidadas del pensamiento formal propias de la adolescencia.

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