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Psicologia Social


Enviado por   •  14 de Octubre de 2014  •  5.114 Palabras (21 Páginas)  •  171 Visitas

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ANA MARÍA DEL CUETO ANA MARÍA FERNÁNDEZ

(Este material es de uso exclusivamente didáctico.)

EL DISPOSITIVO GRUPAL

A. Introducción

Es indudable que las teorizaciones sobre "Lo Grupal" se encuentran en déficit con respecto al nivel de formalizaciones alcanzado por otras disciplinas "Psi". Asimismo parecería ser que uno de los mayores méritos de los profesionales que trabajan con grupos ha sido la creatividad de innumerables y novedosos recursos técnicos. Durante los últimos años en la Argentina, hubo un apagamiento en el trabajo de elaboración teórica de lo grupal, como así también una disminución de los profesionales dedicados a esta actividad, especialmente en el área hospitalaria, aunque también en el ámbito del ejercicio privado de la profesión. Por supuesto, no ha sido ajena a este estado de cosas la caracterización de "subversivas", que tales actividades obtuvieron por parte de las autoridades de la dictadura. No podemos obviar la pregunta: ¿qué fantasmas levantaron los grupos para obtener tal calificación? A su vez, esa pléyade de nuevas técnicas que surgieron en los '70, al ser "suprimidas" no pudieron perfeccionarse o abandonarse en su espontáneo devenir, con lo que quedó cortado un interesante proceso técnico-teórico- institucional que ahora, en mejores condiciones, debemos recuperar, revisar, re-pensar (1)*. Es en esta orientación que presentamos algunas de nuestras reflexiones. Ahora bien, lo planteado en estas primeras líneas se refiere a una coyuntura inmediata, pero en un sentido más general, quisiéramos señalar dos aspectos que nos parecen relevantes; esto obviamente, sin excluir muchos otros que sin duda, confluyen en esta cuestión. Por una parte, las psicoterapias grupales sé realizaron siempre desde un lugar de marginalidad y sanción respecto de las instituciones psicoanalíticas. Esta marginalidad le ha marcado al movimiento grupa lista en la Argentina muchos de sus mejores logros, pero también parte de sus limitaciones. Por otro lado, creemos que el propio objeto real a estudiar, "el grupo", ofrece una serie de dificultades en tanto focalicemos su abordaje desde los criterios epistemológicos con los que tradicionalmente nos hemos manejado en nuestro medio. Una eventual "Teoría en los Grupos" no ha podido constituir su objeto teórico: No ha podido, ni podrá, dadas las características específicas: de los "acontecimientos" de los que deberá dar cuenta. Creemos que los grupos constituyen, a nivel de la teoría, más que un "objeto teórico" un Campo de problemáticas, donde se producen múltiples atravesamientos imposibles de abordar desde una sola disciplina. En los grupos reales se producen permanentemente efectos de atravesamiento de inscripciones deseantes, institucionales, históricas, sociales, políticas, etc. Por lo tanto pensamos que podremos avanzar en su teorización si enfocamos ésta desde una transversalidad (2), lo cual implica renunciar a dar cuenta de los acontecimientos grupales desde un solo cuerpo teórico: el psicoanálisis, la sociología, la teoría de la comunicación, etcétera. Planteamos más bien, abordar este campo de problemáticas en el seno mismo de su complejidad y atravesamiento. Si indagamos en la etimología de la palabra grupo, el término es de origen reciente. Proviene del italiano Groppo o Gruppo cuyo sentido fue, en un primer momento "nudo" y sólo más tarde va a hacer alusión a conjunto -reunión. Los lingüistas lo derivan del antiguo provenzal gropinudo, y

* Estas llamadas se refieren a la "Bibliografía citada"; ver págs. 55 y 56.

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suponen que es un derivado del germano occidental Kruppo-Masa redondeada, originándose éste último significado en la idea de "círculo". Es decir que la etimología de la palabra proporciona dos "líneas de fuerzas" al decir de Anzieu, por un lado "nudo" y por otro "círculo". Deriva su existencia en el lenguaje cotidiano de un término técnico empleado en las artes para designar a un conjunto de individuos esculpidos o pintados que conforman un tema. Los artistas franceses, entre ellos Massard, lo importaron hacia la mitad del siglo XVII; aparece así en Francia, el término groupe, pero recién hacia mediados del siglo XVIII designará una reunión de personas. El término círculo derivaría de una tradición celta: los Caballeros de la Mesa Redonda, que con la Orden de los Templarios retoma en su acepción la idea de igualdad: todos deben estar a la misma distancia del centro (3). Esta referencia etimológica es para nosotros algo más que una remisión a la historia de un vocablo. Si rescatamos esta imagen de nudo es porque nos resulta elocuente para el recorrido epistemológico que pensamos podría permitir un avance en la teorización de lo grupal. Estamos aquí en presencia también de nudos teóricos. Anudados campos de problemáticas, necesarios de teorizar en el centro mismo de su complejidad. Múltiples hilos de diferentes colores o intensidades, forman un "nudo"; pero son sus anudamientos los que constituyen su "Realidad". En esta idea lo efectivamente registrable, no son los hilos sino el nudo; por lo tanto, si bien en su constitución están presentes hilos deseantes, económicos, socio-históricos, políticos, etc., no nos orientamos a encontrar el Objeto teórico de los grupos, sino más bien hacia los nudos problemáticos caledoscópicamente atravesados por las múltiples inscripciones que los constituyen. En el mismo sentido, se vuelve necesario desdibujar la vieja antinomia Individuo-Sociedad; por otra parte quisiéramos eludir eclecticismos o pach-work teóricos, pensamos más bien Que deberemos recurrir a las diferentes disciplinas presentes en tal atravesamiento, operando con ellas como, al decir de Foucault, con una "caja de herramientas" (4). Así pensaremos a los grupos como espacios tácticos donde se da la producción de efectos singulares e inéditos. Intentaremos desarrollar nuestro pensamiento con respecto a los grupos en un doble movimiento: Los grupos no son islas, ésto es, tienen siempre una inscripción institucional, sea dicha inscripción real o imaginaria. Aquí nos diferenciamos de una larga tradición de la llamada “dinámica de los grupos”, que ha concebido los acontecimientos grupales como fenómenos en sí mismos, aislándolos de inscripciones más amplias. En este sentido, consideramos que el llamado contexto, sea institucional y/o social, es en rigor, texto del grupo. Es decir, no hay una realidad externa que produce mayores o menores efectos de influencia sobre los acontecimientos grupales, sino que son parte del propio texto grupal, en sus diversas modalizaciones; son, por ende,

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