Psicologia Social
Enviado por klapatric • 12 de Junio de 2013 • 9.288 Palabras (38 Páginas) • 325 Visitas
HISTORIA DE LA PSICOLOGIA COMUNITARIA EN COLOMBIA1.
Autor: Carlos Arango Cálad. (carlango@telesat.com.co)2
Contar la historia de la Psicología Comunitaria en Colombia es, por una parte contar la historia de las comunidades colombianas y, por la otra, contar lo que hemos hecho los psicólogos comunitarios en nuestro trabajo con ellas. Esto no puede objetivarse fácilmente a partir de escrituras y publicaciones. La historia no puede reducirse a un balance de las publicaciones existentes sobre el tema. La circunstancia histórica de que se haya convocado a la realización de esta Primera Conferencia Internacional de Psicología Comunitaria, es una oportunidad para actualizar los balances presentados por otros hace más de quince años en el Congreso de la SIP en Costa Rica (Granada, 1991) y en el Congreso Iberoamericano de Psicología en Madrid (Arango, 1992). Igualmente difundido ha sido el capítulo sobre “La construcción social del rol del psicólogo comunitario” (Arango, 1995) que recogió esta historia hasta el año 1995. En estos balances ya se perfilaba un trabajo significativo en el desarrollo de la Psicología Comunitaria colombiana. Al realizar el ejercicio de actualización quince años después me llama profundamente la atención la ausencia de reconocimiento de las experiencias e investigaciones en la comunidad psicológica colombiana y me pregunto porqué razón se cuenta con mejor información sobre la psicología comunitaria en los eventos internacionales que entre los mismos psicólogos colombianos. Indudablemente hay ausencia de difusión y de publicaciones al interior del país, pero allí también se han realizado numerosos eventos y en ellos desaparecen igualmente las realizaciones previas de los demás. Dan ganas de sentarse a llorar después de revisar el estado de la psicología comunitaria presentada en el principal libro de consulta titulado La Psicología en Colombia (Ardila, 1993), después de treinta años de existencia de la misma. Para contrarrestar esta ausencia de información decidí realizar vía Internet un ejercicio de construcción colectiva entre los psicólogos sociales y comunitarios colombianos con quienes comparto intercambios profesionales encontrando una gran colaboración en la identificación de publicaciones e informaciones locales y accediendo a un panorama de la Psicología Comunitaria que contradice la mirada oficial sobre el asunto. Esta realidad es tan rica y diversa que he llegado a plantearme la hipótesis de que existe un fenómeno de invisibilización de la psicología comunitaria por parte de la academia. Haré seguimiento a esta hipótesis buscando entender lo que está sucediendo en las relaciones entre la psicología académica y la psicología comunitaria.
Toda narración es una construcción parcial de la realidad, hecha desde un punto de vista particular por lo que este ejercicio seguramente deja por fuera otros importantes desarrollos de la psicología comunitaria que no han tenido aun oportunidad de ser reconocidos. Por tal motivo este es solo un aporte en espera de que otros desarrollos se lleguen a hacer visibles en un futuro ojala cercano y permitan construir otras interpretaciones más completas y ajustadas a la realidad. Como habíamos dicho inicialmente, haremos en primer lugar, un seguimiento en el tiempo de la situación de los sectores comunitarios de Colombia y, en segundo lugar, un recorrido por las maneras como los psicólogos y otros profesionales han enfrentado estas situaciones. Esta historia es la siguiente:
1 Quiero expresar mis agradecimientos a Esther Julia Sarria, Maria Eugenia Delgado, Angela María Estrada, Faber Alzate, Nelson Molina, Álvaro Díaz, Oscar Navarro, Edgar Barrero, Consuelo Vela y Francisco Javier García por las importantes contribuciones en la elaboración de esta historia.
2 Grupo de Educación Popular, Instituto de Educación y Pedagogía, Universidad del Valle. Cali. Colombia. 2
Érase una vez un paraíso en la zona tórrida del planeta tierra que llegó a llamarse Colombia. Este paraíso creció entre sus hermanos Panamá, Venezuela y Ecuador, y sus vecinos Perú y Brasil. Contaba con amplias playas en los océanos atlántico y pacífico, con todos los ecosistemas, con selva amazónica, con la mayor diversidad de flora y de fauna del mundo y excelentes recursos naturales. Estas condiciones paradisíacas, más que convertirse en oportunidad para la construcción de una sociedad ideal, se volvieron el punto de mira de los intereses particulares que orientaron sus formas de poblamiento.
Desde la época de la conquista española, la codicia y la ambición de poder orientaron las exploraciones de los conquistadores españoles quienes con ejércitos de excarcelados dominaron los territorios en la búsqueda de El Dorado, esa ciudad mítica llena de oro y piedras preciosas que iba a permitir llenar las arcas de las nacientes aristocracias europeas. Con los procesos de colonización, se introdujo el mercado de esclavos negros para la explotación de las minas de oro, plata y esmeraldas y el trabajo en las plantaciones, configurándose un proceso de mestizaje entre blancos, indios y negros, que se encuentra en la base de la formación sociocultural colombiana. Se formaron tres grandes grupos socioculturales de acuerdo al tipo de poblamiento resultante de la conquista. Las sociedades indígenas sedentarias altamente organizadas y jerarquizadas que pagaban tributos al imperio Inca fueron fácilmente sometidas, conformándose un sistema sociocultural basado en el minifundio propio de los altiplanos. Por otra parte, las culturas indígenas poco organizadas, nómadas y guerreras fueron exterminadas y sus mujeres fueron secuestradas y forzadas a ser las compañeras de los señores conquistadores, instaurándose un sistema de amplios latifundios, trabajados por los esclavos, desarrollándose una cultura patriarcal, ganadera y agrícola donde el gamonalismo y el cacicazgo ha imperado hasta el momento presente. Adicionalmente se dio en la zona montañosa un proceso de poblamiento ordenado y regulado por la primera reforma agraria de Colombia, consistente en la asignación de parcelas a un contingente de soldados españoles, los cuales debían casarse con una india, trabajar en su parcela, formar un hogar y producir unos hijos trabajadores que en el momento de entrar a la adultez, debían salir de casa y reproducir el mismo esquema en una nueva parcela, instaurándose así el proceso de la colonización antioqueña que gestó una cultura emprendedora y expansionista. Estas tres formaciones socioculturales, la cultura minifundista del altiplano cundi-boyacense y pastuso, la cultura latifundista de las costas y valles colombianos y la cultura expansionista de la parcela antioqueña, configuraron el entramado de un complejo proceso psicosocial centrado en las luchas intestinas por el poder político y la explotación
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