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Psicologia del Trabajo tema 3


Enviado por   •  16 de Diciembre de 2015  •  Apuntes  •  5.788 Palabras (24 Páginas)  •  281 Visitas

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PSICOLOGIA DEL TRABAJO

TEMA 3

PROCESOS PSICOSOCIALES EN EL TRABAJO:

INTERACCION, INTERCAMBIO, LIDERAZGO Y CLIMA

LA INTERACCION EN CONTEXTOS LABORALES

Antes de analizar la interacción y que conocer lo que se entiende por acción. Las acciones son las cosas que hacen las personas, por tanto acción es todo aquello que hacen los seres humanos cuando existe en ellos intención, es decir, cuando las acciones son ejecutadas intencionalmente  para realizar o producir cualquier otra cosa o cuando las acciones poseen metas, lo que hace que sean significativas o tengan un sentido y haga ver que los actores parezcan tener algún propósito. El término acción es en consecuencia similar al de agencia humana  utilizado por Bandura para explicar el comportamiento humano; así, este se encuentra condicionado por tres elementos: la conducta, los factores personales y el ambiente. Dicha conducta no está determinada por los factores ni personales ni ambientales, sino que las personas son agentes de su propio comportamiento al actuar de modo intencional y con  ciertos propósitos, los cuales pueden ser transmitidos, entendidos y compartidos por otros agentes mediante el lenguaje. Por tanto la acción es una actividad significada, significación que surge y se construye en los procesos psicosociales implicados en las relaciones humanas.

Interacción

Se entiende por interacción  la sucesión de acciones entrelazadas de dos o más personas en las que, como mínimo, una persona A (supervisor) presenta una conducta X (realización de una tarea) ante una persona B (trabajador), la cual responde con una conducta Y (ejecuta la tarea) que a su vez, provoca una conducta X1 (valora negativamente el trabajo realizado) de A, conducta que conllevara a una respuesta Y1 (repetir la tarea por otro procedimiento) de B, y así sucesivamente. Uno de los factores claves de la interacción es que la conducta de las personas que la protagonizan se encuentra bidireccionalmente determinada, es decir, la conducta X1 de A depende de la conducta Y de B, mientras que esta dependía de la conducta inicial X de A.

Otro aspecto importante para entender la interacción social es el referido a su principal cualidad: el significado o la creación de sentido, significado que no es una propiedad psicológica e individual sino convencional (puesto que es negociado), aunque nunca arbitrario ya que es el resultado de las deliberaciones y de las influencias mutuas ejercidas por los participantes en la interacción social.

Las interacciones pueden ser de dos tipos:

  1. Conexiones en el trabajo. Las cuales se definen como el tejido vivo y dinámico que existe entre dos personas cuando hay algún tipo de interacción que implica el conocimiento mutuo. Mientras que las relaciones se refieren a una asociación duradera entre dos personas, la definición de las conexiones no supone que tienen una historia previa o un vínculo establecido entre ellas. En suma explorar las conexiones consiste en adoptar un enfoque micro que atiende a las unidades de interrelación en el trabajo que son importantes en sí mismas, aunque con el tiempo pueden contribuir al establecimiento de una relación. Las conexiones de alta calidad  son interacciones diádicas a corto plazo que son positivas en términos de la experiencia subjetiva de los individuos conectados y de las características estructurales de la conexión. La calidad de la conexión está marcada por tres experiencias subjetivas:
  1. Calidad: es detectada por los sentimientos de vitalidad en la conexión. Los implicados son más propensos a sentir una excitación positiva y una mayor sensación de energía positiva.
  2. Sentido positivo de consideración: el ser considerado de modo positivo denota un sentimiento de conocer y amar, o de ser respetado y cuidado por la otra persona en la conexión.
  3. Experiencia subjetiva de la calidad: la cual está marcada por el grado de reprocidad sentida. La mutualidad captura la sensación de movimiento del potencial de la conexión, así como la confirmación de la mutua vulnerabilidad y la capacidad de respuesta de ambos, experimentando la plena participación y el compromiso de la conexión en el momento que se produce.

En cuanto a la capacidad estructural de la conexión de calidad se identifican tres características:

  1. Una mayor calidad de la conexión implica una mayor capacidad de carga emocional, que se pone de manifiesto por la expresión de más emociones como por la expresión de emociones (positivas o negativas).
  2. La textura de  la conexión se refiere a la capacidad de la conexión para doblar y resistir la tensión y para funcionar en una variedad de circunstancias; es la característica de la conexión que indica su capacidad de resistencia (resilience) o la capacidad de recuperarse después de los reveses.
  3. Su conectividad, se refiere al nivel de apertura de la conexión a nuevas ideas e influencias.

Las tres características estructurales permiten especificar porqué las conexiones de mayor calidad entre dos personas proporcionan resultados positivos para ambas.

  1. Relaciones sociales en el trabajo. El carácter acumulativo de las interacciones da lugar al establecimiento de relaciones sociales. Las propiedades o características de las relaciones sociales son:
  1. Las interacciones diarias no son un simple intercambio inmediato de conductas, dependiendo tanto de las personas como del tipo de conductas  puede ser que el efecto se prolongue en el tiempo.
  2. Las interacciones no se encuentran determinadas solo por las conductas que han mostrado las personas implicadas sino que habitualmente, la expectativa, o probabilidad subjetiva de que algo ocurra puede ser mucho más determinante que la conducta que en realidad se produce en la interacción. La mayor parte de las interacciones cotidianas en los lugares de trabajo se basan más en las expectativas que tenemos en relación con las conductas esperadas de las personas que en las propias conductas, esto es debido a que esas expectativas determinan cómo y con quién vamos a interaccionar con mayor o menor frecuencia.
  3. Las interacciones que se mantienen a lo largo del tiempo no constituyen simples elementos que se van sumando en una especie de contabilidad interpersonal, sino que dan lugar a fenómenos de características emergentes o distintas de las interacciones de las que están conformadas. Dichos fenómenos se denominan relaciones interpersonales y sociales. Así es como se forman las relaciones sociales en el trabajo, a través de la orientación que van adoptando las interacciones repetidas, formales e informales entre los miembros que forman parte de una organización o de un contexto laboral, interacciones de las que surgen unas normas o unos patrones que hacen que las relaciones sean independientes hasta cierto punto de interacciones puntuales y concretas. Proporcionan una sensación de continuidad en el tiempo, donde de nuevo vuelven a influir las expectativas acerca de las interacciones futuras, lo que no significa que las personas tengan que llevar a cabo interacciones diarias, sino que muchas relaciones sociales se mantienen a pesar de que las interacciones se produzcan de forma intermitente o entre intervalos prolongados, lo fundamental es que las expectativas de conducta entre A y B se cumplan o se confirmen en cada interacción.

Por último una relación social es mucho más compleja que una interacción, pues mientras que la interacción se define por un único tema, la relación suele definirse por un conjunto de interacciones en actividades y contextos diferentes.

  1. Estructura social: es derivada de las relaciones sociales y se definen como el conjunto de relaciones sociales entre personas y la red de normas, reglas y jerarquías que proporciona un marco dentro del cual puede llevarse a cabo la acción conjunta con facilidad.  Las organizaciones y los contextos de trabajo cuentan, además de con sus estructura organizacional-operativa con una estructura social, fruto de las relaciones sociales, formales e informales, establecidas entre sus miembros. Es cierto que la estructura organizacional influye sobre la estructura social, pero en ningún caso la determina, ya que las interacciones y las relaciones sociales poseen un amplio rango de espontaneidad e imposibilidad de predicción, lo que las hace tan ricas como complejas.

En resumen, al ser los lugares de trabajo escenarios sociales, su trama se encuentra tejida con un elevado número diario de acciones individuales, interacciones sociales y relaciones igualmente sociales con un significado construido a partir de dichas interacciones e influido también por los factores culturales, políticos y sociales del contexto organizacional más amplio en el que se insertan. Estas relaciones pueden adoptar una gran variedad: amistad, de poder, de influencia, hostiles. Etc. Dejando claro que el denominado comportamiento laboral no puede ser explicado a partir exclusivamente de factores individuales y que solo un enfoque psicosocial permite una comprensión de dicho comportamiento.

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