Psicologia del desarrollo, el adolescente iacc

La adolescencia II.

David Ruiz

Psicología del desarrollo.

Instituto IACC

20-07-2020

Desarrollo

1. Identifique a un adolescente que usted conozca y realice una descripción detallada de su desarrollo emocional y social, considerando los aspectos revisados en el contenido de esta semana.

Para el presente ejercicio, mi observación se basó en un adolescente llamado Vicente, joven de 14 años, hijo único de familia biparental.

Se observa a primera vista que el adolescente tiene un nivel de madurez distinto a los jóvenes de su edad, esto se denota en su nivel de lenguaje, de comprensión de temas generalmente asociados a los adultos y su capacidad de reflexión. El joven en general muestra una personalidad retraída con sus pares, y más abierta con los adultos, esto salvo con sus amigos y amigas de muchos años con los cuales se muestra muy ligado emocionalmente y los cuales son fuente de apoyo y contención respecto de algunos temas.

Como se ha observado al joven en la situación actual en la que nos encontramos, se logra visualizar que Vicente tiene mucho control de emociones, incluso actuando muchas veces como contenedor de los adultos a su alrededor, este control de emociones también lo hace tener un muy buen control de impulsos. Si bien como fue descrito anteriormente el joven posee un muy buen control de emociones e impulsos, no deja de presentar momentos donde realiza acciones impulsivas (como es natural) y aparece una cierta sensación de omnipotencia, más que nada a nivel de discurso. Esto sobre todo se denota cuando se evalúan riesgos, donde el adolescente le cuesta asumir que ciertas situaciones riesgosas también le pueden ocurrir a él, normalmente contestando “eso no me puede ocurrir a mí”.

Respecto de su autoconcepto, se observa que el joven tiene una visión muy positiva sobre el mismo, reconoce sus propias capacidades, se reconoce distinto y eso le agrada, lo ve de manera positiva. Su maduración sexual se observa tardía, al menos en la aparición de rasgos sexuales secundarios, por lo cual, la crisis respecto de su apariencia física aún no se observa. Si se visualiza una rigidez respecto de su visión en roles y estereotipos de género, principalmente en sus discursos.

En la relación familiar, se visualiza una dinámica fluida y respetuosa, no exenta de dificultades, pero fácilmente conversables, igual se observa con el padre una dinámica más de rebeldía, esto principalmente a que el padre es más rígido en su estilo de crianza ante lo que el joven se enfrenta verbalmente.

Para terminar, se advierte en el joven un incipiente acceso al pensamiento abstracto, esto se observa en los diálogos con el joven, donde es capaz de reflexionar, emitir juicios, profundizar en las temáticas y manejar opciones respecto de los aspectos tratados.

2. Describa la relación que se establece entre la maduración sexual y el desarrollo del autoconcepto en el adolescente.

El autoconcepto en la época de la adolescencia en un tema profundamente complejo, esto en gran parte por la gran cantidad de factores que influyen en el mismo y, durante la adolescencia, estos factores se encuentran en formación, en revolución y/o distorsión. La concepción del yo se ve profundamente atravesada, por los cambios físicos y psicológicos que ocurren naturalmente durante esta etapa de la vida, las creencias y opiniones sobre sí mismo entran en crisis, pues ya no dependen solo de la visión personal, sino que se encuentran influidas también por lo que el resto social piensa de él, cuestionándose y autoevaluándose. Barriga indica “es indudable que el concepto de sí mismo y el nivel de autoestima con el que nos valoramos como personas es algo que no construimos en solitario. Es muy importante la influencia de los padres y familiares, sobre todo en los primeros años de vida, la influencia de los compañeros, profesores, novio(a) o se otras personas significativas se deja sentir conforme crecemos” (F. Barriga, 1999). 

Los rasgos físicos y tangibles toman importancia en el autoconcepto, y la maduración sexual viene a transformar estos rasgos físicos, el crecimiento disarmónico, los cambios de voz,  el desarrollo y maduración de los rasgos sexuales primarios y secundarios pueden producir tergiversaciones y/o inseguridades en el autoconcepto asociadas al cumplimiento de roles y estereotipos de género, vinculados a los rasgos y aptitudes que se debiesen tener, o normas sociales que se entienden como apropiados (IACC, 2019). Además, y como parte de la maduración sexual, la relación con el sexo opuesto influye notablemente en el autoconcepto y en la autoestima, esto también está relacionado con los roles y estereotipos antes nombrados.

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