Psicologia institucional
Enviado por Florencia Castello • 16 de Junio de 2019 • Tarea • 4.851 Palabras (20 Páginas) • 260 Visitas
Graciela
-BERGER Y LUCKMAN: Caps. I II III
-FREUD: El malestar en la cultura
-FREUD: El porvenir de una ilusión
-FREUD: Psicología de las masas
-GOFFMAN: Internados pág. 15 a 39 y 133 a 180
-GOFFMAN: La Presentación de la persona en la vida cotidiana pág. 13 a 46 y 117 a 135
Marina
-MANCOVSKY: La sutil diferencia entre la búsqueda y el hallazgo
-CASTORIADIS: Lo imaginario: la creación en el dominio histórico-social
-FOCAULT: pág. 6 a 31 "El cuerpo de los condenados" y pág. 124 a 157 "Los cuerpos dóciles"
La psicología institucional abarca el conjunto de organismos de existencia física concreta, que tienen un cierto grado de permanencia en algún campo para estudiar en ellos todos los fenómenos humanos que se dan en relación con la estructura, la dinámica y objetivos de la institución. Es una rama de la psicología que se encarga de estudiar las relaciones humanas dentro de una institución.
Burgess nombra 4 instituciones (Culturales, Comerciales, Recreativas y de Control Social), Young agrega dos (Sanitarias y de Comunicación)
Un psicólogo institucional es un asesor, un consultor, con total independencia profesional y económica, diagnostica la situación con respecto a su marco teórico y no la demanda por la que fue solicitada, y propone actuar sobre determinados niveles. Es un agente de cambio, que debe de lograr su trabajo actuando desde una distancia óptima.
Las dimensiones de análisis institucional son 4:
Dimensión Pedagógica: referidada a los propósitos y contenidos de la enseñanza, además forman parte los proyectos y planificaciones.
Dimensión Organizacional: implica el ámbito en el que se concreta un proyecto/institución. En esta se delega, conduce, se supervisa y evalúa en torno a las decisiones estratégicas u operacionales.
Dimensión Económica y Administrativa: circunda en torno a las decisiones financieras y burocráticas del proyecto/institución, se encarga de generar estrategias y mantener el contrato fundacional.
Dimensión Socio-Comunitaria: Es muy importante diferenciar si la institución es abierta o cerrada, porque va a influir sobre la participación del contexto. Esta dimensión se refiere a la inserción social en la institución y la participación en la vida comunitaria.
La singularidad de una intervención desde la Psicología Institucional es que enfoca la subjetividad y lo social de manera indisociable, buscando un conocimiento que dé lugar a la complejidad. Propone una investigación–intervención conjunta con los participantes de las instituciones. El profesional, que es parte del campo de análisis, acompaña un proceso de elucidación crítica colectiva de las significaciones de las prácticas y de las relaciones de poder entorno a la definición de lo verdadero. Busca nuevos modos de conocer, de cambiar paradigmas y maneras de hacer. Interviene introduciendo perspectivas distintas desde un lugar diferente.
Freud plantea la cultura como toda la suma de operaciones y normas que distancian nuestra vida de nuestros antepasados animales, y que sirven para dos funciones como la protección del ser humano frente a la naturaleza y la regulación de los vínculos recíprocos de los hombres.
El autor plantea que hay una coordenada exterior y que existen tiempos anteriores a ella así como formas de familia primitivas referenciadas en ̈Tótem y Tabú (1913). Esta coordenada es mítica y es condición necesaria para el surgimiento de la Cultura. El pasaje de la Naturaleza a la Cultura está marcado por la renuncia pulsional y por la dominación mediante el trabajo. En este sentido, aquí entra la relación con el otro, ya sea como adversario o como colaborador, donde la forma más cercana de colaboración es la familia. Es por esta razón que la misma es condición para el surgimiento de la Cultura y, a su vez, obstáculo.
Freud propone como rasgos de la Cultura el cuidado otorgado a las actividades psíquicas superiores y la regulación de los vínculos sociales, siendo este último la función de las instituciones. Podemos pensar cómo los límites borrosos del aparato psíquico del hombre hacia el exterior, esa búsqueda de “Ser uno con el todo”, que también lo llama el “narcisismo irrestricto” (FREUD, 2009: 8), son los que hacen posible esta relación de apuntalamiento con las instituciones. Entonces es cultural el intento de regular los vínculos sociales aglutinando a los individuos en comunidades cohesionadas, dotadas de poder legítimo.
Freud (El Malestar en la cultura)
Normalmente no tenemos más certeza que el sentimiento de nuestro yo propio, este nos aparece autónomo, unitario, bien deslindado de todo lo otro. Que el yo más bien se continúa hacia adentro, sin frontera tajante, en un ser anímico inconciente que designamos «ello» y al que sirve, por así decir, como fachada. La patología nos da a conocer gran número de estados en que el deslinde del yo respecto del mundo exterior se vuelve incierto, o en que los límites se trazan de manera efectivamente incorrecta.
Reconocemos como «culturales» todas las actividades y valores que son útiles para el ser humano en tanto ponen la tierra a su servicio, lo protegen contra la violencia de las fuerzas naturales, etc. Con ayuda de todas sus herramientas, el hombre perfecciona sus órganos. Los motores ponen a su disposición fuerzas enormes que puede enviar en la dirección que quiera como a sus músculos.
El desarrollo cultural nos impresiona como un proceso peculiar que abarca a la humanidad toda, y en el que muchas cosas nos parecen familiares. Podemos caracterizarlo por las alteraciones que emprende con las notorias disposiciones pulsionales de los seres humanos, cuya satisfacción es por cierto la tarea económica de nuestra vida.
[el proceso cultural de la humanidad y el desarrollo del individuo son procesos vitales, no pueden menos que compartir el carácter más universal de la vida. Y justamente por ello, la prueba de ese rasgo universal no ayuda a diferenciarlos. Entonces sólo puede tranquilizarnos el enunciado de que el proceso cultural es la modificación que el proceso vital experimentó bajo el influjo de una tarea planteada por Eros, y esa tarea es la reunión de seres humanos aislados en una comunidad atada libidinosamente. El proceso cultural de la humanidad es una abstracción de orden más elevado que el desarrollo del individuo; por eso resulta más difícil de aprehender intuitivamente. El desarrollo individual se nos aparece como un producto de la interferencia entre dos aspiraciones: el afán por alcanzar dicha, que solemos llamar «egoísta», y el de reunirse con los demás en la comunidad, que denominamos «altruista». Diversamente ocurre en el proceso cultural, en este lo principal es producir una unidad a partir de los individuos humanos; y si bien subsiste la meta de la felicidad, ha sido esforzada al trasfondo; y aun parece, que la creación de una gran comunidad humana se lograría mejor si no hiciera falta preocuparse por la dicha de los individuos.]
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