Psicología De Las Masas Y Analisis Del Yo Cap. 1

Freud explica su hipótesis basada en la de Charles Darwin, que decía que la forma primitiva de la sociedad era la horda sometida al poder de un macho. La masa es como la reencarnación de la horda primitiva.

“Los individuos se hallaban enlazados unos a otros en la misma forma que hoy, mas el padre de la horda permanecía libre, y aun hallándose aislado, eran enérgicos e independientes sus actos intelectuales. Su voluntad no precisaba ser reforzada por la de otros. Deduciremos, pues, que su yo no se encontraba muy ligado por lazos libidinosos y que, amándose sobre todo a sí mismo, sólo amaba a los demás en tonto en cuanto le servían para la satisfacción de sus necesidades. Su yo no daba a los objetos más que lo estrictamente preciso.”

Los individuos componentes de una masa mantienen la ilusión de que el jefe los ama a todos con amor justo y equitativo, pero el mismo jefe no necesita amar a nadie, puede ser intensamente narcisista y gozar de plena independencia. El narcicismo limita al amor y actuando así se ha ido formando el importante factor en la civilización.

En la horda primitiva, el padre no es un ser inmortal, y cuando fue reemplazado, seguramente lo hizo su hijo menor, quien había sido a lo largo de su vida un individuo en masa. Freud plantea la siguiente hipótesis: el padre primitivo no dejaba que sus hijos satisficieran las tendencias sexuales directas; les imputaba la abstinencia y a título de derivación, el establecimiento de lazos afectivos que los ligaban a él en primer lugar, y luego los unos a los otros.

Ferenczi dice que hay dos clases de hipnosis: una, acariciadora y apaciguante y otra amenazante. En la primera se entiende por la hipnosis maternal; la segunda la hipnosis paternal. El padre, en su idea, tiene una personalidad omnipotente y peligrosa, con respecto a la cual no cabía observar sino una actitud pasiva, masoquista, renunciado a la voluntad propia y buscando aguantar su presencia. La masa quiere ser dominada por un poder ilimitado, en palabras de Le Bon, una inagotable sed de sometimiento. El padre primitivo es el ideal de la masa, y este domina al individuo suplantando a su ideal del yo.

“Cada individuo es miembro de muchas masas, tiene múltiples ligazones de identificación y ha edificado su ideal del yo según los más diversos modelos” .

Hay una diferenciación de nuestra composición psíquica en un yo coherente y un yo inconsciente, reprimido, y alejado de él, y su estabilidad se encuentra en continuas conmociones. La separación entre el yo y el ideal del yo no es resistida durante mucho tiempo y ha de experimentar regresiones.

El ideal del yo contiene la suma de las restricciones que el yo debe tener y de esta forma el regreso del ideal al yo tiene que ser una fiesta. La coincidencia del yo con el ideal del yo produce una sensación de triunfo. Hay mecanismo por el que una manía pasa a convertirse en melancolía. En algunos enfermos se podría aplicar la hipótesis de que el ideal del yo se confunde con su yo. Freud concluye su texto con un apéndice, el cual contiene algunas consideraciones a tomar en cuenta en el análisis y el estudio de la psicología de las masas

a. La distinción entre la identificación del

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