Psicologia De Las Masas Y Analisis Del Yo
Enviado por prispaccarotella • 8 de Octubre de 2012 • 1.263 Palabras (6 Páginas) • 652 Visitas
El alma colectiva, según Le Bon
La psicología colectiva se pregunta ¿qué es una masa?, ¿por qué medios puede ejercer tanta influencia en cada individuo?, ¿en qué consiste esa influencia, es decir, cómo modifica al sujeto?
Para Le Bon, por el solo hecho de integrar una multitud, los individuos adquieren una especie de alma colectiva que, a pesar de sus diferencias individuales, los hace obrar, sentir y pensar de manera distinta a como lo harán de manera individual. La personalidad individual desaparece y cada individuo empieza a actuar a partir de una fuerza inconsciente de tipo social o colectivo. Queda así al descubierto una base inconsciente común, nivelándose todas las diferencias. Le Bon intenta explicar este fenómeno de masas por tres factores: liberación instintiva, contagio mental, y sugestibilidad.
En la masa, el individuo puede liberar su instintividad refugiándose en el anonimato y eludir su responsabilidad. Entendemos que esto no es un fenómeno nuevo sino una mera exteriorización de una tendencia del inconciente individual.
Además, en una multitud todo acto y sentimiento es contagioso, lo que para Le Bon explica la homogeneidad de la masa. Este contagio no es más que una consecuencia del tercer factor: la sugestibilidad. El individuo cae en un estado similar a la de la fascinación hipnótica, donde su voluntad queda abolida quedando a merced del hipnotizador. En suma, este autor propone que el contagio mental deriva de la sugestibilidad, y esta a su vez de una influencia hipnótica de incierto origen. Le Bon no dice de dónde proviene esta, no dice quién sería el hipnotizador.
Le Bon compara la multitud con los hombres primitivos y los niños, encontrando elementos en común: la multitud es impulsiva, versátil, irritable, se deja llevar casi siempre por el inconsciente, es muy influenciable y crédula, y va rápidamente a los extremos porque reacciona sólo a estímulos muy intensos. Para influír sobre ella no nos sirve el argumento lógico sino la repetición y la presentación de imágenes llamativas. En la masa pueden coexistir tendencias opuestas sin entrar en conflicto, cosa que ya hemos visto en niños y neuróticos.
La masa no busca la verdad sino la ilusión, y cree en el mágico poder de las palabras. Todo esto también aparece en el neurótico, que privilegia la fantasía sobre la realidad.
Le Bon dice además que la multitud necesita un jefe por su sed de obedecer, jefe que debe tener ciertas cualidades: mucha fe para poder hacer surgirla también en la multitud, una voluntad potente para imponerse, etc. Le Bon atribuye a los jefes una cualidad llamada “prestigio”, o poder de fascinar a los demás paralizando sus facultades críticas. Hay para Le Bon un prestigio adquirido (en virtud de la riqueza, la honorabilidad, la tradición, etc.) y un prestigio personal (que no todos tienen). Sea cual fuese, el prestigio se mantiene sólo por el éxito, y sucumbe al fracaso. Freud criticará esta concepción sobre los jefes de multitudes.
El instinto gregario
Decir que la masa quedó hipnotizada no resuelve nada, pues sobre la hipnosis sabemos muy poco.
La masa, quedó dicho, no tiene iniciativa individual, hay una identidad con los demás, está disminuído lo intelectual e intensificado lo afectivo, y no puede moderarse. Todo esto representa una regresión a una fase anterior, equiparable al salvaje o al niño. Tales caracteres regresivos quedan atenuados en una masa artificial y más organizada.
Por otra parte recordemos que no sólo el caudillo hipnotiza a la masa, sino que también hay una sugestión recíproca de los miembros entre sí. El concepto de “instinto gregario” de Trotter puede ayudarnos a aclarar esto.
El individuo se siente incompleto cuando está solo, por eso tiende a agruparse en unidades más amplias. Es un insitinto primario e irreductible a otros ( como también lo
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