Psicología Y Cultura De La Educación.
Enviado por elmarto • 30 de Agosto de 2011 • 3.490 Palabras (14 Páginas) • 835 Visitas
Partiendo del origen.
Los niños no adquieren la capacidad de pensar en el ámbito escolar, es un largo camino de construcción que comienza con sus primeras relaciones.
Cuando un niño nace su capacidad representativa es inexistente y toda la realidad apunta a la primea relación que obtiene, que es con su madre, o con aquel que es el que atiende sus necesidades, tales como alimentación y abrigo.
Desde el momento en que nace el amor que su madre le otorga la convierte en el único ser que signifique algo para él y así se escribe la primera forma de relación para su desarrollo.
Cuando la madre del niño o su equivalente, asisten al niño, no lo hace inocentemente, lo hace de la manera en la que ella fue condicionada para hacerlo, según su entorno social y su calidad de vida.
Durante la primera etapa de la elación entre el niño y la madre, es necesario que esta no solo lo cambie y lo alimente, si no que lo consienta emocionalmente, porque la psique del niño quedara atrapado en él y cuando se convierta en un adolecente o un adulto le será muy difícil superarlo.
Todas las madres inscriben en sus hijos una manera de ser o de comportarse, a través de la violencia primaria, lo que transforma al cachorro en un hijo y convierte una relación de sangre en una relación familiar.
Todas las madres interpretan las necesidades de sus hijos como mejo les parece lo que crea esta violencia primeria que actúa como un ordenador filiante.
En el caso de los hijos adoptivos es normal que la madre sea quien intercala las relaciones sanguíneas por filiares y es mejor que les digan la verdad acerca de su origen, ya que se ha demostrado que a pesar de sentir cierta incertidumbre por el hecho de que sus padres biológicos existen en algún lado, el saberlo a temprana edad les facilitara más a su psique, algunas situaciones que de no saberlo podrían haber terminado provocando alguna reacción negativa en el, al no comprenderla.
Con el caso de los hijos adoptivos se demuestra que cualquier puede afrontar la posición de madre y que no es exclusivo de la madre.
La madre o su equivalente son los que delimitan su mundo de lo íntimo, de lo que se debe y lo que no se debe hacer. La madre es la portavoz de la cultura en la que está inscripta.
El ser humano es una de las pocas especies que no puede conseguir su propia alimentación, todos los niños necesitan de un adulto que los interprete y lo alimente y le dé una dosis necesaria de amor sin la cual sucumbiría.
Cada madre atiende a sus hijos de una amanea diferente debido a que se encuentra en diferentes etapas de su vida, lo que hace cada tenga una manea única y especial de alimentar libidinalmente a su hijo y a partir de esto se crear un realidad que el niño conoce como única existente.
Cuando la madre comienza a hacer otras cosas, cosas que no refieren al cuidado exclusivo del infante, el niño enfrente una primera ruptura de la que nunca se puede recuperar.
El sufrimiento y su carencia solo se puede remediar mediante la búsqueda de nuevos espacios, dentro de las cuales descube la existencia del padre como una parte importante de la vida de la madre además de él.
El padre se convierte en un símbolo de la separación entre la madre y el hijo, pero esto no solo se atribuye al padre biológico, hay casos, como en los países en los que viven momentos velico, en donde el padre biológico no se encuentra en casa, y algún tercero como la abuela quien cuida y educa al niño cumpliendo con el rol de madre, mientras la madre se encarga de trabajar y cumple con el rol de padre.
Al aceptar la realidad del espacio del padre el niño atribuye que los ideales de la familia son los únicos existentes, pero cuando se impone una institución secundaria se da cuenta de que no es así y eso abre paso a la curiosidad y a la exploración.
Para el buen desarrollo de la imaginación y de la integración social de los niños, se debe tener en cuenta que la censura suele ser el primer problema en el desarrollo de la imaginación, los niños que suele decir “mi papá me lo dijo”, suele creer que sus padre son los inventores de la verdad y que el mundo tener que ser así, esto niños suelen tener problemas con el aprendizaje y la introducción social.
Las funciones parentales que suelen favorecer el desarrollo psíquico, suelen ser aquellas que donan suministros y sentidos que orientan la construcción de un espacio propio para el niño.
Ya en la escuela: el lugar de la diferencia
En el momento de ingreso a la escolaridad es cuando comienza la evolución de la psique del niño, empieza a seguir las reglas de un adulto que no es su padre, interactúa con niños que no son sus hermanos y por primera vez siente la ausencia de los suyos.
Dado que la escuela se convierte en una realidad compleja, se convierte en un momento significativo para la actividad psíquica.
Con el ingreso del niño a la escolaridad, se produce e impone un nuevo entamado de relaciones, informaciones y conocimientos que complejizan la actividad psíquica del niño y originan modificaciones en su afectividad,
La escuela ofrece la oportunidad del ingreso regulado a un espacio de terceridad, el de “los otros”, el de las informaciones y los conocimientos, que enriquece la realidad psíquica del niño y le permite potenciar el pensamiento y el aprendizaje.
Cada uno de los espacios que el niño constituye en su desarrollo son la síntesis de lo que representa para él la realidad.
El encuentro con multiplicidad de informaciones y pareceres que se produce con el ingreso al espacio escolar rompe las certezas originarias, precipita la decisión y el cuestionamiento que el aprendizaje reflexivo requiere.
El aprendizaje reflexivo se concreta cuando el sujeto se encuentra en condiciones psíquicas suficientes para abandonar sus relaciones familiares protectoras, ingresar al campo de la diversidad de las elaciones sociales e interesarse por novedades y conocimientos.
Para algunos niños, la imposición de del ingreso a una institución secundaria no es sencilla, pues suele no tener resuelto su pasaje por el espacio familiar.
En la escuela el niño constituye, con su maestra y sus compañeros, un nuevo espacio, el escolar, en el que se producen modificaciones psíquicas y se potencia la actividad creadora.
En resumen la complejización psíquica que se produce en el interior de la escuela fuerza los lazos sociales que allí instituyen y permite supone que la escuela no es exclusivamente lugar de síntesis de información y cultura, sino que es también una oportunidad para la ruptura de los lazos primarios, de el enriquecimiento psíquico y espacio de reconstrucción de
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