Que Hacer Con Mi Vida Cap
Enviado por • 17 de Octubre de 2013 • 4.999 Palabras (20 Páginas) • 305 Visitas
CAPITULO 1
EL DESEO DE CAMBIO...
Y el miedo a cambiar
Incompletud del ser humano.
Condiciones para lograr un cambio.
Obstáculos. Yo no soy mi imagen. Una
invitación para reflexionar.
Tu lo sabes, yo lo sé: no es fácil vivir en un estado de calma y bienestar. Tanto
circunstancias externas como internas te invitan, permanentemente, a sentir desazón,
desasosiego, inquietud, ansiedad, disgusto, fastidio, malhumor, intolerancia,
frustración, enojo, momentos depresivos. Todo lo cual te lleva, como a muchos, a
que sintetices esas vivencias con el consabido “me siento mal”.
Días pasados un amigo, que no es ajeno a esta dificultad de vivir en estado de
bienestar, me regaló un cuadrito en donde un chimpancé está todo pegoteado con un
chicle. El texto dice: "Lo único que lamento es haber llegado al mundo sin un manual
de instrucciones".
Este hipotético “manual” es algo buscado incesante y afiebradamente por mucha
gente. Quizás tu mismo has comprado este libro creyendo que se trataba del Gran
Manual. Otras personas buscan gurúes, místicos, profetas o depositan en el
psicoanalista, médico, abogado un saber que, en realidad, no poseen.
La cuestionable filosofía del llamado Pensamiento Positivo (PP) 1se propone como un
buen manual para vivir mejor. Lamentablemente, a pesar de la buena intención de los
autores y de los buenos deseos de quienes la practican, todo sigue igual. La famosa
frase de Emile Coué, uno de los primeros iniciadores de esta filosofía, "Cada día que
pasa y con la ayuda de Dios me siento mejor y mejor" ya no convence a nadie.
Distinta es la persona que tiene una Actitud Mental Positiva (AMP) frente a las
adversidades. Este tipo de gente no niega la realidad sino que la encara con un
espíritu de lucha, de resolver problemas. En un capítulo posterior, analizaremos las
diferencias entre ambas posturas.
Por ahora, digamos que ese “sentirte mal” es una forma que tiene tu esencia divina de
avisarte que las cosas no están funcionando como tu lo deseas. Si, lo sé: la
experiencia es dolorosa, sin embargo es el primer gran paso para empezar a cambiar.
Desde la vivencia de malestar podemos interrogarnos y darnos cuenta de lo que nos
está pasando. Pero conocer y admitir nuestras carencias, nuestras faltas, los huecos de
nuestra vida no es para nada agradable. Tomar conciencia de que enfermamos,
envejecemos y morimos, de que nuestra existencia tiene un límite, de que aquellos a
quienes amamos nos pueden dejar y, de hecho, nos dejan produce angustia.
1 Ver Texto Complementario III, “Frente a senderos que se bifurcan”, al final del libro.
Reconocernos como seres humanos con todas nuestras imposibilidades nos baja a
tierra de un golpe. Saber que no sabemos y que necesitamos de otros para tantas cosas
es una ofensa para nuestra ilusión de creernos completos. Percatarnos de nuestro
deslizamiento por el tiempo y compararnos con nuestras fotos de diez años atrás,
observar que muchos de los que aparecen ya no están, comprender que toda una
época terminó, nos invita a hacer un balance en donde hay mucho de pérdida, de
falta, de oportunidades que dejamos y de renuncias a nuestros propios deseos para
satisfacer el deseo de algún otro. Muchas de esas carencias se mantienen y, si se toma
conciencia de ellas, podemos preguntarnos... ¿Qué estoy haciendo con mi vida?
Los partidarios del pensamiento positivo pueden optar por conformarse: “el Señor así
lo quiso, agradezco por estar sano, tener trabajo, a pesar de mis problemas siempre
estoy con una sonrisa, etc..” Por el contrario, los que poseen una Actitud Mental
Positiva no se sienten mal por sentirse mal. Admiten que un estado temporario de mal
estar es sentir de acuerdo con la situación que lo origina. Y desde ese "sentirse mal",
admiten tener una dificultad, un problema, un imprevisto y hacen todo lo que tienen a
mano para resolver la cuestión. Es decir, aceptan la situación desagradable y hacen lo
que tienen que hacer para producir un cambio.
Imprescindibles condiciones
Para lograr cambios significativos en tu vida y crear las condiciones para vivir en un
estado de satisfacción es necesario que cumplas con estas cuatro condiciones: 1)
autoconciencia: tienes que reconocer tus propias carencias, dificultades,
circunstancias desfavorables; 2) autocrítica, debes hacerte responsable de tus propias
conductas que producen y/o perpetúan el mal estar; 3) deseo de cambio: tienes que
sentir, pensar y hacer lo conveniente para generar transformaciones en la propia vida
evaluando las consecuencias de cada decisión tomada. Todo lo anterior debe estar
amorosamente envuelto por, 4) tu buena fe o sea dejar de engañarte a ti mismo.
Vayamos por partes.
Autoconciencia
Todo proceso de cambio comienza con un darse cuenta, con un “ver” la situación,
sentirla. Desde los hechos más simples (“Hay una mancha en mi pantalón”), hasta los
más complejos (“Hay veces en que me doy cuenta que mi vida no tiene sentido”)
requieren, para ser cambiados, una toma de conciencia. ¿Qué puede pasar luego de
esta toma de conciencia? Dejamos de ser inocentes. Tenemos que actuar para resolver
el conflicto. Y este actuar puede provocarnos nuevos problemas.
Para evitar sentir el dolor que produce ese darse cuenta de los propios problemas y
rehuir el compromiso y responsabilidad por las acciones para resolverlos algunas
personas instrumentan, sin saberlo, un mecanismo de defensa llamado
descalificación o desestimación. ¿Qué es esto?
Descalificación
Esto quiere decir: no ver el problema, quitarle importancia, rechazarlo, devaluarlo,
renegar de eso, excluirlo, negarlo. El pensamiento positivo tiende, justamente, a
consolidar ese mecanismo. Frases tales como "No pienses en eso", "Ya va a pasar",
"Todo está bien", "Hoy va a ser un buen día", “Tienes que consolarte, la vida
continúa”, “Sonríe, sonríe”, etc., le quitan importancia al conflicto o situación
problemática lo cual obstaculiza su resolución
Dada una situación... ¿Qué es lo que se descalifica?
Imaginemos a cuatro amigos quienes, reunidos en un bar, se cuentan sus problemas
sentimentales. Julián ni siquiera
...