¿Quien Soy?

Una cuestión que muchos se plantean, pocos logran responder pero casi nadie da la respuesta correcta, lo seres humanos estamos acostumbrados a vivir “en velocidad” cada vez todo es más rápido y por este tipo de vida nunca nos sentamos a pensar ¿qué necesita mi mente?, ¿qué necesita mi alma?, ¿qué necesito yo? ; creemos que con tener una casa, un auto y comida es suficiente pero en realidad no somos capaces de mínimo pensar en cómo me siento emocionalmente, a veces es lo que menos nos pasa por la mente.

Un bebé no tiene estos problemas, un bebé no necesita de dinero porque no sabe que es, ponernos en el papel de un bebé podría ser lo mejor; no tendríamos un juicio sobre lo bueno, lo malo, lo bello y lo feo y eso nos haría aceptar las cosas más fácilmente, nos ayudaría no discriminar y a no dañar a los demás seres que comparten la tierra con nosotros. El no conocer nos da la ventaja de poder explorar, cuando un ciego recobra la vista todo es hermoso, no diferencia colores o desprecia imágenes, sólo disfruta el don de poder observar y quiere conocer, quiere saber ¿qué es? Y ¿por qué es?; yo lo asocio con los filósofos ellos siempre quieren saber ¿de dónde? y buscan razones, así es un bebé.

Para saber ¿quién eres? Necesitas ponerte a pensar tus cualidades, tus defectos, tus gustos, tus disgustos, tus cosas importantes, tus miedos, tu historia y tus antecedentes, es demasiado, ¿no?, pero si te dijeran que eso no eres tú; tendrías que ponerte a pensar realmente ¿quién eres? , quitándole el juicio sobre ti mismo y tu historia podrías realmente decir ¿quién eres?, es más complicado, quizá digas no soy nada pero, un recién nacido es alguien y no tiene historia o cualidades, ni si quiera un nombre y ya es alguien.

La sociedad se ha encargado de vendernos ideas de perfección, bondad y maldad; eso comenzó a crear en nosotros el personae ese tú plasmado en algo imaginariamente visible, por ejemplo un muñeco de arcilla y tu historia, cualidades y todo lo que crees que eres son papeles, sí pequeños post-it’s que la gente y tu van pegando de acuerdo a lo que sucede a lo largo de tus años; y aunque eso no somos nosotros al esta adherido creemos que realmente lo es y si no vemos el papelito nos sentimos perdidos, desorientados y buscamos encontrar el papelito, podemos dañar gente, a nosotros mismos con tal de sentirnos “nosotros”, pero nadie dijo que no pudieses quitarte los papelitos, porque con o sin ellos quedas tu, pero sin ellos queda el verdadero “yo” que es lo que muchos buscamos y pocos encuentran; quitarse esos papelitos cuesta trabajo pues unos estas hasta con un clavo pero las heridas sanan y todo se pueda mientras lo quieras.

Al menos yo si me di a la tarea de escarbar entre eso papelitos y ver quién quedaba en realidad, descubrí que quedaba una chava con ganas de conocer, de disfrutar y que era receptiva a lo que la naturaleza le da, que logra estar

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