Reseña Quien Se Ha Llevado Mi Queso

“¿Quién se ha llevado mi queso?”

El cuento de “¿Quién se ha llevado mi queso?” es una metáfora aplicable a todas las situaciones de nuestra vida, ya sea en el plano sentimental, empresarial, familiar y en el ámbito personal.

Habla sobre cuatro personajes con distintas personalidades y diferentes actitudes, mismas personalidades que solemos adaptar en los diferentes procesos de cambio que se nos presentan en nuestra vida.

Los ratones “Oli” y “Corri” representan a las personas que no se dedican a pensar mucho antes de actuar frente los cambios, actitud que normalmente tenemos cuando somos jóvenes, y dos personitas, “Kof” quien representaba las ganas de salir adelante ante los cambios y dispuesta a dejar los miedos atrás, y “Kif” la persona aferrada a sus creencias y renuente a lo nuevo y capaz de influenciar a las demás personas para que no avancen.

Por medio de los personajes nos encontramos con distintas formas de actuar, algunos podemos tener sensaciones de enojo, frustración o simplemente ver la situación como un factor negativo en nuestras vidas, del cual no nos atrevemos a salir debido al miedo que provoca el cambio. Pero tambien en el relato del cuento nos encontramos con emociones ligadas a factores positivos cuando nos enfrentamos a problemas como lo detectamos en la actitud de “Kof” ya que pudo ser capaz de ver la situación de manera positiva y hasta reírse de sí mismo para poder salir del bache en el que estaba y ver esa oportunidad como crecimiento y aprendizaje.

La manera más práctica de actuar no es sentarnos a esperar a que los problemas se solucionen como era la actitud de “Kif”, debemos ser capaces de comprender que muchas veces el pensar varias veces la decisión que debemos tomar, no es muy bueno, ya que hace que nos cuestionemos cosas que en primera instancia parecen ser la salida, y que funcionan como solución, pero que ante la inseguridad que nos provocamos, dejamos pasar oportunidades de salir de nuestra rutina en busca de nuevas opciones.

Aprender de los errores cometidos en el pasado, nos sirve para trazar nuestros planes a futuro, no debemos retrasar los cambios con nuestra actitud negativa, pensando más en lo que nos puede ir mal, que en lo que nos puede ir bien, porque lo único que conseguiremos con esta actitud es aumentar la probabilidad del fracaso.

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