Reseña tratamiento psiquico
Enviado por camila_012 • 29 de Septiembre de 2018 • Trabajo • 1.047 Palabras (5 Páginas) • 101 Visitas
NOMBRE: Camila Ballesteros CODIGO: 99071007398
Tratamiento Psíquico (tratamiento del alma) La palabra como arma
El obra conocida como tratamiento psíquico, tratamiento del alma data de 1890, el cual fue escrito por Sigmund Freud, quien nació en 1856; en el año 1881 se graduó como médico. Pasó tres años en el Hospital General de Viena, dedicándose a la psiquiatría, dermatología y los trastornos nerviosos. A finales de 1885 estudio por aproximadamente un año junto al neurólogo Jean Matin Charcot, el cual trabajaba en el tratamiento de trastornos mentales mediante la hipnosis; creador de la doctrina del psicoanálisis. En 1893 dio a conocer en su trabajo sobre la histeria. A finales de 1900 abandona el uso de la hipnosis reemplazándolo por lo llamado asociación libre, como método para comprender los procesos mentales inconscientes. Consiguió ser profesor de neurología y medicina, escribió varios libros y artículos para explicar sus teorías y sus ideas y finalmente muere el 23 de septiembre de 1939 debido a un cáncer de mandíbula.
Como corresponde al título, este texto se tratara sobre el tratamiento psíquico finalizando con sus respectivas conclusiones.
El tratamiento psíquico se entiende como el tratamiento para perturbaciones ya sea anímicas o corporales cuyo principal recurso es la palabra y su fin es eliminar fenómenos patológicos relacionados con achaques fundamentados en la imaginación.
Con la consolidación de las ciencias naturales, la medicina hizo un gran progreso en la investigación sobre el organismo y así mismo identifico microorganismos que producen enfermedades basándose solamente en lo corporal y dejando de lado lo anímico. Pero había cierto grupo de personas a las cuales no se les hallaban signos visibles de un proceso patológico que dejara y/o fuera causado por una afección orgánica, aquellos poseían síntomas parecidos que además en cualquier momento podían eliminarse, estas perturbaciones recibieron el nombre de enfermedades funcionales del sistema nervioso. Comprendiendo así la relación reciproca entre el cuerpo y el alma.
En ciertos estados anímicos, denominados afectos la participación del cuerpo es muy importante, por ejemplo en las exteriorizaciones corporales, pero estos estados afectivos no son solamente de esta índole si no también pueden ser de naturaleza depresiva. Por ejemplo estados patológicos pueden ser desarrollados por afectos violentos.
Los procesos de la voluntad y atención pueden influir en los corporales, por ejemplo si se dirige la atención o se desvía a una parte especifica del cuerpo se puede producir o eliminar el dolor y en la voluntad encontramos la expectativa angustiada en la cual entre mayor es el miedo a contraer una enfermedad puede que más rápido se adquiera; y la expectativa confiada la cual es una fuerza eficaz para la curación y depende de cuán grande sea el afán de sanar del individuo y cuanto crea que se está encaminándose en la dirección correcta.
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