Resumen Cap V Claves para una psicología del desarrollo
Enviado por Maricel Campos • 22 de Diciembre de 2019 • Resumen • 1.762 Palabras (8 Páginas) • 283 Visitas
CLAVES PARA UNA PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO: Vida Prenatal. Etapas de la niñez.
Capítulo V
DEL “ÚTERO FAMILIAR” AL MUNDO ESCOLAR
A los 6 años el niño comienza un periodo signado por el desarrollo de su iniciativa personal en el cual logra cristalizar metas e intereses individuales. Supera la postura egocéntrica para entrar en contacto con el mundo externo.
Es una edad en la que puede lazarse al mundo exterior como consecuencia del “sepultamiento del Complejo de Edipo”. Se ha “liberado” de la problemática familiar y sus relaciones se centran fundamentalmente en los otros niños. Su mundo social lo constituyen el grupo de juegos y el grupo escolar.
Se observa: por un lado, la disminución de las actividades sexuales (desexualización de las relaciones de objeto y de los sentimientos), predomina la ternura sobre los deseos sexuales. Por otro lado, la aparición de los “diques de contención” (pudor, asco, vergüenza). Entonces, por un lado la energía de las mociones sexuales infantiles cuyo influjo no ha cesado, desviada del uso sexual ya que las funciones de reproducción está diferidas, y este es justamente el carácter principal de este periodo; por otro lado, dicha energía es aplicada a otros fines, a nuevas metas.
Este periodo, se caracteriza también, por la búsqueda de conocimiento, por este motivo es denominado “edad del por qué”, el niño formula preguntas acerca de lo que ve y demanda respuestas basadas en argumentos racionales.
La entrada en la niñez escolar supone ya el establecimiento de un cierto orden interior. Ha finalizado la constitución de las instancias psíquicas (Ello, Yo, Súperyo), y la energía pulsional se orienta hacia objetos extrafamiliares. De ahí, que el niño pueda centrar su atención en el desarrollo cognoscitivo, en los juegos sociales y en la actividad grupal entre pares. Logra cierto control en la expresión de sus emociones y sentimientos y una relativa estabilidad psicológica y corporal, todo esto permite que el aprendizaje comience a desempeñar un rol central en el desarrollo.
Los padres modifican el grado de distancia óptima y cobran importancia los modelos de identificación extrafamiliar, por ejemplo, los, maestros. El niño desarrolla el sentido de responsabilidad a través de tareas específicas y adecuadas tanto en la escuela como en el hogar.
El niño, en contacto con nuevas experiencias y a través de una búsqueda activa intenta hallar su lugar entre los compañeros de la misma edad, porque ha perdido el sitio infantil entre los adultos y no puede aún ocupar una posición de paridad en relación a ellos.
Es un periodo decisivo en el logro de la socialización. Supone la realización de tareas y la posibilidad de compartir sus cosas y experiencias con los demás. Dirige su energía fundamentalmente hacia los vínculos interpersonales con sus pares, desarrollando así sus capacidades de comunicación y de integración grupal.
Predomina el juego reglado y social. Representa situaciones de la “vida real” a la cual intenta imitar. De allí, que siga sus reglas de modo estricto y rígido exigiendo la misma conducta a sus pares y a los adultos.
El periodo inicial de la niñez escolar (6 a 9 años)
Características principales:
- El aprendizaje pasa a desempeñar el rol central del desarrollo, mientras que la maduración orgánica ocupa ahora un papel secundario.
- La intensificación de las relaciones interpersonales con el grupo de pares.
- El descubrimiento en el mundo extrafamiliar de la importancia de otros adultos significativos. Valora otros vínculos (tíos, primos, maestros).
- Nacimiento de la interioridad. Valora la importancia de estar solo, momento de ensimismamiento que preanuncia la adolescencia.
- La emergencia de una actitud más objetiva respecto de la realidad. El modo de ser de la realidad es aceptado como independiente de sus deseos, de su actividad y de su voluntad.
- El pasaje la inteligencia intuitiva a las operaciones lógicas concretas.
La madurez infantil (10 a 12 años)
Características:
- Vida interior, posibilidad de guardar secretos, búsqueda de objetos personales, cierto sentido de responsabilidad, aparición de preocupación morales e incluso filosóficas, admiración e identificación con algunas personas significativas del mundo cultural.
- Vida grupal, en los recreos o en la calle van ganando consistencia y estabilidad, como homogeneidad.
- Desarrollo de la voluntad y la autodeterminación (p ej: arreglo de su cuarto según sus intereses, reclamo de poseer un cuarto propio). El desarrollo de la voluntad conlleva cierta pérdida de la espontaneidad e ingenuidad infantil, debido a esto experimenta dificultades para expresar todo lo que le pasa y tiende a enmascarar sus estados de ánimo para preservar su interioridad.
- A pesar de cierta estabilidad y control afectivo no deja de entusiasmarse cuando experimenta y realiza actividades nuevas. La afectividad gira fundamentalmente en torno a la aceptación y valoración por parte de sus pares.
Modificaciones corporales
- El crecimiento físico es relativamente uniforme, dado que se consolida lo ya alcanzado.
- A los 10 años alcanza un promedio de 30 kg de peso y mide alrededor de 1,35 m.
- Las extremidades se alargan y robustecen, disminuye la cubierta adiposa destacándose así los músculos y las articulaciones, la frente se reduce en proporción al desarrollo logrado en la parte media e inferior de la cara. El cuello se alarga y robustece, el tronco enlentece su crecimiento y el vientre se aplana. En el pecho se destacan las costillas y los músculos, aumentando la amplitud de los hombros.
- A los 6 años los músculos finos de los brazos y las manos aún no han completado su proceso de maduración, de modo que le resultan más dificultosas aquellas actividades que demandan precisión motora. Pero ya posee la coordinación motora suficiente para el aprendizaje de la escritura, la pintura y el dibujo. La fuerza muscular se incrementa en este período.
- Si bien no dominan muchas destrezas, les gusta aprender nuevas habilidades.
- La capacidad cardiorespiratoria y la fortaleza muscular alcanzadas les permite correr más rápido y realizar ejercicios de mayor duración.
- Segunda dentición: va perdiendo sus dientes de leche y aparece progresivamente su dentadura definitiva que se completa alrededor de los 11 años.
EL NIÑO, LA ESCUELA Y LOS AGENTES TRANSMISORES DE LA CULTURA
- La escuela es el ámbito extrafamiliar donde se sistematiza el esfuerzo educativo.
- La vida escolar lo abre a una nueva vida. Es una etapa evolutiva de carácter artificial, debido a que es un medio creado expresamente que lo separa del vínculo natural con su familia pero que no lo incorpora en la realidad social plenamente, es un lugar de transición.
- La escuela es un mundo de obligaciones y deberes que comparte con sus iguales e implica un nuevo desafío.
- Representa una oportunidad para establecer nuevas amistades y tener nuevas experiencias
- El estudio desencadena fuertes reacciones de amor propio tanto en el niño como en la familia. Las notas obtenidas cobran un significado de aceptación o rechazo por parte de su familia.
- Es conveniente que la escuela facilite en el niño la oscilación entre, por un lado, la acción transformadora de la realidad, el uso de todas las herramientas de nuestro momento cultural, y por otro, la interioridad que supone la contemplación y el silencio, la reflexión y la crítica.
El aprendizaje de la lectoescritura
- La madurez para el aprendizaje de la lectura y escritura no implican necesariamente una edad cronológica determinada, aunque en general se consideran los 6 años como el momento conveniente para su inicio sistemático.
- La madurez para la lecto-escritura supone la interacción de un conjunto de funciones:
- Organización perceptivo-motora y mnémica:
- Madurez motora en general, coordinación visomotora, coordinación audiomotora.
- Memoria visual y auditiva. Capacidad para retener figuras y frases.
- Aparato fonador:
- Capacidad para articular y pronunciar palabras.
- Organización simbólica:
- Capacidad conceptual.
- Capacidad de establecer relaciones entre el lenguaje hablado y el escrito (morfemas y grafemas).
- Uso de reglas lingüísticas.
La mayoría de los niños al comenzar el primer grado poseen algunos conocimientos y pre-nociones que facilitan el aprendizaje, a saber:
- Orientación de la escritura de izquierda a derecha, propia de nuestra lengua.
- Uso del renglón.
- Dominio del espacio gráfico.
- Diferencia entre las letras y los números.
- Utilización y reconocimiento de algunas letras.
- Prensión adecuada del lápiz.
- Garabateo y práctica del dibujo.
- Observación de la lectura y la escritura en el medio familiar y social.
EL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA OPERATORIA CONCRETA. J. PIAGET.
- El niño ya es capaz de ordenar y relacionar la experiencia como un todo organizado, es decir, es capaz de considerar simultáneamente varios puntos de vista y retornar al estado original. Puede explorar varias soluciones posibles de un problema sin adoptar una de ellas y en todo momento está en condiciones de regresar al punto de partida.
- El niño toma conciencia de que cada objeto puede ser analizado desde varios puntos de referencia y a su vez puede ser ordenado de acuerdo con ellos. Puede visualizar cualquier objeto como pertenecientes a uno o varios conjuntos, que a su vez pueden ser parte de una unidad más amplia.
- Comienza a razonar sobre la base de una jerarquía objetiva, no egocéntrica, así la relación que establece entre los fragmentos de conocimiento está ahora determinada por su mutua relación lógica, más que por su mera proximidad en la experiencia e imagen perceptual.
- El sistema de regulaciones perceptivas e intuitivas, alcanza su primera forma de equilibrio estable, es decir, la reversibilidad completa. Con la reversibilidad es posible en toda ocasión el regreso al punto de partida de la operación dada.
- El pasaje de la primacía preoperatoria de las situaciones estáticas a las transformaciones operatorias se observa claramente en la evolución de las nociones de conservación.
- Limitaciones del pensamiento operatorio concreto:
- Dificultad para resolver problemas enunciados verbalmente. Las operaciones lógicas del niño escolar son concretas, están siempre ligadas a la manipulación de los objetos, ya que no logran aún razonar mediante simples proposiciones verbales.
- En las operaciones concretas la experimentación o la “manipulación” mental depende todavía de la percepción y de la acción. Tiende a proceder mediante ensayo y error; en lugar de construir hipótesis para resolver los problemas.
- El niño queda adherido a lo real, concreto y actual, de modo que no va más allá de los datos conocidos. Al clasificar, seriar, igualar, establecer correspondencias, se limita a organizar los contenidos en su forma actual y real.
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