Resumen de la Independencia de México
Enviado por carloschiavon • 11 de Septiembre de 2012 • Resumen • 2.156 Palabras (9 Páginas) • 803 Visitas
Resumen de la Independencia de México
Cuando la Francia napoleónica invadió España en 1808, en México se formaron movimientos que buscaban la independencia. El 16 de setiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo lanzó el "Grito de Dolores" arengando al pueblo a luchar contra los españoles que apoyaban a Napoleón Bonaparte. Hidalgo ganó algunas batallas y organizó un gobierno en Guadalajara, pero pronto fue derrotado y fusilado (30-07-1811). El cura José María Morelos asumió el liderazgo y conquistó casi todo el sur y centro del país.
Morelos también organizó el Congreso de Anáhuac, el mismo que en 1814 aprobó la Constitución de Apatzingán, que tuvo carácter liberal republicano. Sin embargo, los criollos le negaron ayuda, y apoyaron la restauración absolutista del rey Fernando VII y la sanguinaria represión del virrey Félix María Calleja. Tras varias derrotas, Morelos fue capturado y fusilado (22-12-1815).
El liderazgo patriota recayó en Vicente Guerrero, quien siguió luchando en el sur hasta que sufrió una grave derrota en Agua Zarca (1819). Se mantuvo rebelde y fue perseguido por el general Agustín de Iturbide, quien al no poder derrotarlo le ofreció un pacto unir sus fuerzas y proclamar la Independencia de Nueva España (México). El 24 de febrero de 1821 firmaron el "Plan de Iguala", en el cual se declaró la Independencia de México.
En agosto del mismo año se firmaron los Tratados de Córdoba, donde se proclamó el nacimiento del Imperio Mexicano. En mayo de 1822, Agustín de Iturbide fue proclamado Emperador de México independiente.
Causas, desarrollo y consecuencias.
Después de casi 300 años de dominación colonial española, en 1810, nuestro país conocido en esta época como la Nueva España, empieza a sacudirse del yugo y dependencia de la corona española para tratar de iniciar una vida independiente. Los españoles nacidos en América, los criollos, que habían abrevado las ideas de la Ilustración, en especial, de Montesquieu, de Rousseau, de Voltaire, fueron adquiriendo otra visión acerca de la sociedad, la cultura, el gobierno, el pueblo, y poco a poco generaron la idea de que era necesario la independencia de esta parte del reino de España.
Los criollos, que eran un sector importante en la sociedad novohispana, tenían acceso a la educación y a la cultura, tenían importantes propiedades e intereses como para vivir una vida holgada económicamente, el propio Hidalgo tenía una hacienda y dos ranchos, es decir, al parecer, no tenían ninguna necesidad como para conspirar y organizar el movimiento revolucionario, sin embargo lo hicieron, y la explicación esta en que ambicionaban el poder político que los españoles peninsulares, los puros, les estaban negando, por ejemplo, un criollo no podía ser Virrey, ni oidor de la Real Audiencia ni ocupar cualquier otro puesto de primer nivel en la estructura de la administración pública colonial, ni tampoco en la eclesiástica, es decir, estaban relegados por el simple hecho de ser criollos.
Miguel Hidalgo, Ignacio López Rayón, Juan Aldama, Ignacio Allende, Mariano Abasolo, entre otros criollos, que tenían una posición económica envidiable, se lanzaron en la lucha por la independencia para favorecer sus propios intereses. Pero, tanto el movimiento como las ideas que lo originaron se fueron radicalizando al calor de lucha revolucionaria, Miguel Hidalgo supo entender muy bien el papel histórico que estaba desempeñando y lo asumió con toda la responsabilidad que fue capaz, entendió que un movimiento solo por el poder para sustituir a los españoles puros en el gobierno por los criollos, no tenía sentido ni congruencia con el gran movimiento social que ya se había desencadenado. De esta manera se comprende la actitud de Hidalgo al abolir la esclavitud y propugnar por el establecimiento de un congreso cuyas leyes destierren la pobreza, moderen la devastación del reino y la extracción de su dinero. Además le da a la independencia un contenido agrario al declarar que se deben entregar a los indios las tierras de cultivo y garantizar el goce exclusivo de sus tierras comunales.
Fue el 16 de septiembre de 1810, el día histórico para iniciar la emancipación de nuestra patria, las condiciones estaban dadas, tal como lo manifiesta el entonces obispo de Valladolid, Manuel Abad y Queipo en su "Representación" hecha al rey de España a fines de 1799, cuando le informa con lujo de detalles la situación económica y social que guardaba la Nueva España, más o menos de la siguiente manera: que la población estaba compuesta de cuatro millones y medio de habitantes y que sólo un décimo de la población (los españoles) gozan de la riqueza , propiedades y beneficios, mientras que los otros nueve décimos(indios y castas) se abaten en la mayor miseria y degradación social. Además Abad y Queipo advertía sobre la necesidad de expedir leyes benéficas para los indios. Esto no quiere decir que este obispo haya estado de acuerdo con el movimiento por la independencia, sino todo lo contrario, incluso, fue uno de los que excomulgaron a Hidalgo por considerarlo revolucionario, enemigo del orden social y por atacar la propiedad de la tierra.
El inicio del movimiento independentista fue violento y desordenado, Hidalgo encabezó, junto con Allende, Aldama, Abasolo, Jiménez, un ejército de más de 100 mil hombres, pero mal armados, mal alimentados e indisciplinados, lo cual fue factor decisivo de sus derrotas. Derrotados en Puente Calderón, los caudillos de la insurgencia decidieron marchar a los Estados Unidos y en Acatita de Baján, Chihuahua, son traicionados por Ignacio Elizondo que se había pasado a las fuerzas realistas. El Padre de la Patria, Don Miguel Hidalgo y Costilla, fue sujeto a un consejo de guerra que lo condenó a muerte el 30 de julio de 1811, a las siete de la mañana, don Miguel Hidalgo recibió la noticia de que sería conducido al sitio de su ejecución. Antes de partir al paredón, Hidalgo repartió unos dulces entre los integrantes del pelotón de fusilamiento y otorgó su perdón a quiénes lo fusilarían.
Don Miguel Hidalgo le pidió al pelotón de fusilamiento que para tener un blanco seguro dispararan sobre su mano derecha que pondría sobre el pecho; se negó tanto a vendarse los ojos como a sentarse de espaldas al pelotón.
La primera descarga de fusilería atravesó su mano sin tocar el corazón. Una segunda descarga lo hizo rodar por el suelo, pero aún con vida, fue necesario darle tres tiros más para terminar con su existencia.
El cuerpo ensangrentado de don Miguel Hidalgo fue expuesto al público afuera de la prisión. La cabeza del caudillo fue cercenada y colocada en una jaula de hierro para trasladarla posteriormente a Guanajuato y colgarla, en uno de los
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