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Régimen Progresivo y Técnico en México


Enviado por   •  29 de Junio de 2014  •  2.300 Palabras (10 Páginas)  •  847 Visitas

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El Régimen Progresivo y Técnico en México

Después de diversos seminarios regionales se organizó en Ginebra el primer Congreso de las Naciones Unidas en materia de Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, en donde se aprobó el texto que contiene Reglas Mínimas para el Tratamiento de Reclusos y ratificadas por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.

Otros acuerdos internacionales insisten en la realización como principal función de las sanciones penales. El Pacto internacional sobre derechos civiles políticos expresa que “El régimen penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la reforma y la readaptación social de los penados”. La Convención Americana sobre los Derechos Humanos también conocida como Pacto de San José afirma que “Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y readaptación social de los condenados”. Se le da la categoría de Derecho Humano a la función resocializadora para los sancionados penalmente.

Los maestros especialistas en Inadaptados e Infractores señalan 2 aspectos:

a) Sustitución de la palabra Regeneración por la de Readaptación social

b) Posibilidad de que se celebren convenios entre Estados y Federación para que los reos sentenciados por los delitos del orden común, purguen su condena en prisiones federales.

A fines de los sesenta se criticaba el estado de las prisiones de México. Algunos penitenciaristas destacaban la necesidad de reformas y que se tenía que crear un sistema penitenciario, con objeticos de resocialización asignados a las cárceles e identificándose con los de la organización de estados americanos, de que la pena privativa de la libertad sirve para proteger a la sociedad contra el crimen.

El Doctor Luis Garrido expuso que “en la penitenciaria del Distrito Federal no se les agrupa de acuerdo con sus tendencias criminales pues carecemos de gabinete de bio-tipología criminal. En México la cárcel sólo ha tenido un relativo valor asegurativo por cuanto a la custodia del reo, pero falta el estudio de la personalidad del delincuente y la educación que le corresponde. El sentido técnico aspira a que la cárcel no sea solo castigo y sufrimiento, sino la oportunidad de mejorar al delincuente de sus tendencias antisociales, de su conducta peligrosa y dañosa”.

El Doctor Raúl Carranca y Trujillo emite la siguiente opinión: “Nuestros penales son escuelas en las que se doctoran en el delito los delincuentes. Devolverlo a la sociedad sin haberlo reformado es entregarle a un enemigo rencoroso y diestro”.

Según Luis Fernández Doblado: “El penado no queda sujeto a tratamiento rehabilitador alguno en el periodo de reclusión, los penados quedan al garete y son marginados de toda acción readaptaria por parte de las autoridades que desaprovechan esta fase de privación de la libertad para poder cumplir en ella las importantes tareas de prevención especial del delito ”

A su vez Sergio García Ramírez recoge la siguiente requisitoria de Matos Escobedo: “Mientras se mantenga a los reclusos en una lamentable ociosidad y no se haga de ellos una cuidadosa clasificación, según su peligrosidad y sus aptitudes y mientras no se pongan en manos de funcionarios y empleados especializados y aptos no se podrá encontrar ningún sentido de utilidad social ni de rehabilitación del delincuente en la imposición y ejecución de las penas privativas de la libertad”.

Javier Piña y Palacios dice: “En cuanto a la organización interna se vive un verdadero casos, se puede concluir fácilmente que no está organizado un sistema penal penitenciario en la República y que se desconoce la existencia del mandato constitucional”

Alfonso Quiroz Cuarón afirmo: “Nuestras cárceles son promiscuas y en muchas de ellas no hay separación de menores y adultos, hombres y mujeres, procesados y sentenciados, nos obligamos a pensar en la realización de uno de los sueños de los penalistas: la organización de un sistema penitenciario nacional”.

En el III congreso Nacional Penitenciario, celebrado en la ciudad de Toluca en 1969, se plantea la necesidad de llevar a cabo una reforma penitenciaria en el país con la finalidad de obtener la readaptación social de los penados sobre las bases de la individualización de tratamiento, trabajo interdisciplinario, sistema progresivo técnico, regímenes de semilibertad y remisión de penas.

Con el reconocimiento en todo el país y países latinoamericanos sobre la labor en el centro Penitenciario del Estado de México, no es de extrañar que soliciten que se extienda a toda la nación la política penitenciaria ahí ejecutada. De esta forma, nace un nuevo sistema, esto es, el interno recluido debe pasar por dos diferentes fases progresivas: una primera fase en la que se le implicarán los estudios (biológicos, psicológicos y sociales) y la segunda que es de tratamiento, se encuentran a la vez en dos periodos, uno referente al tratamiento en la clasificación y otro de pre liberación. La piedra angular de todo el periodo dinámico del régimen progresivo técnico, fue el estudio de personalidad.

La progresividad consiste en que se le apliquen los estudios, se le diagnostique y pronostique, se le dé el tratamiento adecuado y vaya dando muestras de readaptación, la cárcel de Almoloya fue prototipo de las instituciones carcelarias de Latinoamérica. Como director de prevención y readaptación social del estado de México Antonio Sánchez Galindo exigió que en todas las cárceles distritales se llevara a cabo la reforma penitenciaria.

El licenciado Sánchez Galindo dio oportunidad para que se hiciera un modelo educativo con base en una educación personalizada, sin embargo todo aquel modelo solo quedo en los archivos de la Normal de Especialización como tesis de varios alumnos.

Así pues, el Estado de México fue cuna de un nuevo sistema penal, creó nuevas formas de mirar al presunto delincuente y delincuente, hizo posible la incursión de mujeres (maestras, trabajadoras sociales, psicólogas, psiquiatras, etc.). en el ámbito penitenciario, generó cambios y aceptó a la mujer profesionista que lucho codo a codo por ganarse el respeto.

La ultima directora de Prevención y Readaptación de la dinastía, la licenciada Susana Montes de Oca continuo la línea del régimen Progresivo y Técnico en todas las cárceles distritales.

A fines de la década de los sesentas se propuso llevar en efecto un conjunto de reformas en el ámbito penal y además generar reconocimiento internacional al pretender seguir las propuestas de la ONU.

El haber adoptado casi en su totalidad las recomendaciones de la ONU, sobre todo en las reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos, garantizaba que se había adoptado

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